MARIANO MORES.
…………………….....
Semblanza de NESTOR PINSON Y RICARDO GARCIA BLAYA
publicada en la página webb TODOTANGO
MUSICO, PIANISTA, COMPOSITOR, DIRECTOR
Nombre: Mariano Martínez
18 de febrero de 1918
Es sin duda un artista exitoso, y esto nunca estuvo en discusión. Su arte transitó cómodamente por todos los medios de difusión existentes: discos, radio, teatro, televisión y hasta el séptimo arte, el cine.
Su popularidad se extendió por todo el país y en el
exterior, tuvo siempre su público. Un público que buscaba un espectáculo con
características de "music-hall". Una orquesta numerosa y estridente,
con cantores que se brindaban a todo pulmón, bailarines, juegos de luces, algún
coro y su director, hiperquinético, ora con sus dos manos sobre el teclado, ora
con una sola y dirigiendo con la otra, ora alejándose del instrumento y
utilizando ambas manos para conducir la orquesta. Todo al servicio del
espectáculo.
Pero paradójiacmente, esta receta popular y exitosa de
Mariano Mores, utilizada a lo largo de su extensa trayectoria, fue ,al mismo
tiempo, el motivo por el cual muchos gustadores del tango no lo aceptaran y lo
criticaran por su estilo y "vedetismo".
En efecto, el tanguero admirador de Troilo, Pugliese,
Fresedo o del mismo D'Arienzo, nunca aceptó ese estilo, ni siquiera se prestó a
su discusión. Era otra cosa. A Mores no se lo puede escuchar con unción, con
Mores no se puede bailar, poco importaba quienes eran los cantores, era, en
realidad, una orquesta para el teatro y para la televisión. Una orquesta para
el espectáculo.
Lo que nadie puede negar de este músico es su talento como
compositor. Como alguien dijo: «Lleva la melodía en la cabeza».
Tuvo inspiración y también inteligencia para musicalizar
letras de los más grandes e indiscutibles poetas que dio el tango.
Aunque poco reconocido, es un gran pianista, pero nuevamente
su estilo lo traiciona y perjudica, sus poses y sus muecas al ejecutar el
instrumento, le quitan seriedad.
No obstante, hace gala de un molde artístico donde se
conjugan en exhuberantes dosis, el desenfado, la simpatía, la viveza comercial
y el talento, con que el destino favorece a unos pocos. Hoy se lo reconoce como
un ídolo popular que representa una parte esencial de la historia del tango.
«Era el año 1936, yo tenía catorce años,» (en realidad 18,
probablemente una confusión del maestro) «y un día viajaba en tranvía por la
calle Corrientes. Frente al café "Germinal" estaba el bar
"Vicente", en cuya puerta había un cartel solicitando un pianista que
tocara música internacional, leyera a primera vista y también transportara.
Fui, me tomaron una prueba y quedé, a tres pesos con cincuenta por día. En
seguida entré a estudiar en la academia que dirigía Luis Rubistein y nos
hicimos amigos. Allí iban a vocalizar las principales figuras de la canción y
muchos otros recién iniciados. Conocí a Rodolfo Sciammarella, que me pidió que
le pasara al pentagrama las notas que se le ocurrían. Tenía buen oído, era un
buen letrista, pero no sabía escribir música. De esta relación nació
"Salud, dinero y amor", que originalmente era una zamba y yo la
convertí en vals. Fue un gran éxito.»
Nos sigue comentando Mores que le pidió una letra a Luis
Rubistein, para ponerle música: «...así nació "Gitana", una canción
de corte español, que yo nunca toqué, pero que cantó Tito Schipa y en nuestro
medio, el dúo Gómez-Vila».
«Estaba de moda la música paraguaya, a partir de
"India", una guarania que había introducido Samuel Aguayo, y por eso
escribí "Flor de hastío", canción que le perdí el rastro y que, años
después, estando en Asunción (capital del Paraguay), supe que fue un éxito,
pero la consideraban de autor anónimo.»
Al poco tiempo, el director de la academia lo nombra
profesor y en ese estado conoce a Margot y Mirna Moragues, de quien se enamoró.
Entonces el novel profesor se integra al dúo que ellas formaban, "Las
Hermanas Mores", transformándolo en el "Trío Mores". Actuaron en
radio y diferentes escenarios, hasta que el pianista se integra a la orquesta
del gran Francisco Canaro.
De esta época nos dice: «Poco antes, había hecho unos
arreglos musicales para unos japoneses, música popular de ellos en tiempo de
tango. Me pagaron cinco mil dólares, una fortuna. Me compré siete trajes de los
mejores, siete camisas y siete de todo. Así, hecho un "dandy", bajaba
del tranvía en Callao y Corrientes y por esta, iba caminando hasta Florida, por
la vereda de los números impares y volvía por la de los pares, haciendo pinta.
La gente empezaba a preguntarse: "¿quién es ese cajetilla?". Un día
me vio Ivo Pelay y me dijo: "Vos sí que sos un buen vendedor de imagen. No
cambies nunca".»
Canaro fue un padre para él, a quien llegó de la mano de
Rodolfo Sciammarella, que lo presentó a Ivo Pelay, socio del director. En su
formación debutó en el año 1939 en el Teatro Nacional de la calle Corrientes y
se desvincula en el año 1948.
Con Luis Rubistein hizo, en 1938, el tango "No
quiero" y al año siguiente su primer gran éxito: "Cuartito
azul", y al respecto nos dice: «... en realidad era un arreglo para
"La cumparsita", una introducción, pero cuando la escuchó Mario
Battistella me dijo que allí había un tango. Le puse ese título por una piecita
que alquilaba en la calle Serrano 2410 (barrio de Palermo), para vivir cerca de
mi novia. Un día se me ocurrió pintarlo disolviendo pastillas de un blanqueador
para ropa que venía en cubitos de color azul. La letra fue escrita por
Battistella sobre la música. Casi siempre compuse así. Primero la música,
aunque hubo excepciones.»
La primera colaboración para el cine fue hacer la música de
"Senderos de fe", con Amanda Ledesma, Juan Carlos Thorry y Pedro
Maratea. Se estrenó el 26 de octubre de 1938, «... no resultó, y los temas
compuestos los pasé al olvido».
Actuó como galán y fue autor de la música del film "Corrientes
calle de ensueño", en el año 1939. También en "La doctora quiere
tangos", con la actriz Mirta Legrand, en el mismo año. Y finalmente en
"La voz de mi ciudad", con Diana Maggi, en 1953.
«Mi tango más popular es "Adiós Pampa mía", un
homenaje al folklore de la llanura, un tango con ritmo de pericón y estilo. Mi
mayor desilusión fue "Por qué la quise tanto", quise que la estrenara
Hugo del Carril y no pudo ser. Después fue éxito con Miguel Montero.»
Es, a nuestro entender, lo mejor de su música los tangos que
compuso con Enrique Santos Discépolo: "Cafetín de Buenos Aires" y
"Uno". «Cuando Enrique me conoció me dijo: "Pibe, no escribo más
música, para eso estas vos". Para entregarme la letra de "Uno",
estuvo tres años, yo ya me había olvidado del tema.»
«Manzi fue un gran poeta, era muy amigo de Troilo y trabaja
con él. Ya enfermo lo fui a visitar un día y estaba en la cama. Me dijo: «¡Qué
poco hice con vos! Me voy a morir y me voy a quedar con las ganas. No tengo
consuelo». Entonces le empecé a tararear una música que tenía, una especie de
tango-malambo, y de inmediato empezó a decir: "La voz... triste y sentida,
de tu canción... una lágrima tuya...", así nació un nuevo éxito "Una
lágrima tuya".»
Mariano Mores nació en el barrio de San Telmo el 18 de
febrero de 1918, tiene más de 300 grabaciones. Su primer cantor fue su hermano
Enrique, con el seudónimo de Lucero, y por su orquesta desfilaron muchos
vocalistas: el uruguayo Mario Ponce de León, Aldo Campoamor, Carlos Acuña,
Miguel Montero, Hugo Marcel y su hijo Nito Mores, que falleciera en 1984.
Mariano Mores es un inspirado compositor de verdaderos
clásicos del tango, tanto por la calidad como por el éxito comercial de sus
obras. A los ya nombrados "Cuartito azul", "Uno", "Por
qué la quise tango", "Una lágrima tuya", "Cafetín de Buenos
Aires" y "Adiós Pampa mía" hay que agregar "Taquito
militar", "A quién le puede importar", "Sin palabras",
"El firulete", "Cada vez que me recuerdes",
"Cristal", "Tu piel de jazmín", "Gricel",
"En esta tarde gris" y tantos otros más.
fuente: TODOTANGO.
FELICES 95 AÑOS Y GRACIAS... MARIANO MORES...!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario