MERCEDES CARNÉ.
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Semblanza de NESTOR PINSON Y GUADALUPE ABALLE
publicada en la página webb TODOTANGO
CANCIONISTA
12 de abril de 1908 - 21 de septiembre de 1988
Apodo: La Bella Goyita
Sus padres, cantantes líricos, integraban la compañía del
barítono español Luis Sagi Barba que actuaba en Brasil. De regreso al país, en
un barco de esa bandera, se produce el nacimiento de la hija, durante el
trayecto. En antiguas notas sobre la artista se cita el año 1912 y que el hecho
había ocurrido en la ciudad de Río de Janeiro. Pero en un par de reportajes la
protagonista aclaró las dudas.
Se destacó por su elegancia en el vestir, un par de ojos
renegridos y una voz bien timbrada. La llamaron "gracia morena hecha
canto" y "un corazón que canta". Cultivó el tango y también la
canción sentimental y melódica.
El legado de sus registros discográficos nos permite el
hallazgo de una muy apropiada cancionista, que no pudo encontrar una clara
ubicación en el mundo del tango, algo que bien hubiera merecido, allá por el
año 1931, cuando realizó la mayoría de sus grabaciones.
Es posible que haya llegado tarde, sus predecesoras habían nacido
unos años antes aunque no todas- y ya estaban tan consolidadas que a lo largo
de las décadas siguientes y hasta el presente, fueron muy pocas las que
pudieron agregarse al grupo de estrellas conformado por Libertad Lamarque,
Azucena Maizani, Ada Falcón, Rosita Quiroga, e incluso Tania y Tita Merello.
Todas ellas comenzaron a grabar en la década del 20.
Un párrafo aparte para otra grande de esa galería, Mercedes
Simone, con quien Carné se emparenta, no sólo por el nombre, también por su voz
"tanguera", y un estilo cómodo que se le asemeja.
Su debut en un escenario debe haber sido el más precoz de la
historia. Su padre actuaba en la obra lírica "Los magyares" y, en una
parte, el personaje que interpreta debía entrar a escena con un niño en sus
brazos, como norma lógica se hacía con un muñeco, pero en una oportunidad lo
hizo llevando a su hija Mercedes, quien sólo tenía 15 días de nacida y 12 desde
su arribo al país.
No más de seis años tenía cuando debuta en el teatro. Canta
algunas tonadillas y fragmentos de cuplés que había impuesto con gran éxito en
Buenos Aires, la cantante española "La Goya", en el año 1914. Por
esta actuación la propia actriz y cantora, sorprendida por el descaro de la
niña, le puso "La Bella Goyita". Resulta interesante la historia del
apelativo de esta artista, cuyo verdadero nombre era Aurora Jauffret de Borrás,
alumna de José Padilla, el autor de "La violetera" y "El
relicario". Cuentan que, para una importante presentación, tuvo la
ocurrencia de ataviarse tal como la maja de la pintura de Goya.
Sus padres ya retirados del teatro, instalaron en la ciudad
de La Plata una panadería. El emprendimiento no resultó y quedan en una
precaria condición económica. A consecuencia de ello y todavía adolescente,
Mercedes comenzó a cantar en el Bar Guaraní, primero acompañada por un
guitarrista Rodríguez y los hermanos Casals, más adelante por el trío Ángel
Greco, Ciacio y Buscaglia.
Luego, se trasladó a la Capital y consiguió un trabajo en
Radio París. Según los memoriosos, el primer tema que cantó fue el tango
"No me escribas", de Bardi y Caruso. Después se incorporó al Teatro
Nacional como "figuranta", en la obra titulada "Sunchales".
Hasta que repara en ella el director de la orquesta, Salvador Merico y la
incorpora al coro que dirigía el maestro Antonio Lozzi. Allí canta el tango de
Filiberto "Amigazo".
En 1930 filmó con éxito el cortometraje "Canción de
cuna", que se exhibió durante treinta días consecutivos en el Cine
Porteño; este film había estado dirigido por Héctor Bates, a quién Mercedes se
unió sentimentalmente, depositando en él la guía de su carrera.
Nuevamente de figuranta actuó en "Tu cuna fue un
conventillo", el lanzamiento definitivo de Libertad Lamarque, donde en
algunas escenas vuelve al canto con el tango "Malevaje", de
Filiberto.
Por ese entonces, ya había pasado por diversas emisoras. En
1931 formó parte del elenco de "Juancito de la Ribera", de Vaccarezza
donde cantó "El poncho del amor" de Antonio Scatasso y del autor de
la obra. Entre la concurrencia estaba un directivo del sello Brunswick, que le
ofrece grabar. Así es que, con el acompañamiento del sexteto de Carlos Di
Sarli, registró 22 temas a lo largo de ese año y parte del siguiente. En la
etiqueta de los discos no figura el nombre del maestro porque tenía contrato
con el sello Víctor. Algunos decían que la orquesta era la de Fresedo. El
testimonio de fotografías y de la propia intérprete, aclaró la confusión.
Es también destacable su presentación en el Teatro Smart,
para una obra de la compañía encabezada por Enrique Muiño, donde cantó con el
acompañamiento de la orquesta de Juan Maglio.
Su labor a veces fue bastardeada por la ínfima paga, hasta
llegó a actuar bajo la carpa de un circo, en la ciudad de Quilmes, acompañada
musicalmente por una banda, pero ya entrados los años treinta su economía había
mejorado ostensiblemente.
Debió haber sido una mujer sencilla, decía querer a los
animales domésticos, especialmente perros y gatos, le encantaba el asado, el
churrasco y la ensalada de lechuga. Cultivaba un hobby curioso, el tiro al
blanco, y era una ávida lectora de los libros de Emilio Salgari.
Siempre bajo la guía de Bates, Mercedes demostró ser una
cancionista innovadora. A tal punto que para 1933 ya se definía como cantante
melódica. Y a ese género se dedicó por completo, ella misma se encargó de dar
una explicación acerca de ese vuelco en su repertorio: «Cuando me inicié en
radio, allá por el año treinta, observé que ninguna cancionista cultivaba la
canción de corte sentimental y, en virtud de que mi temperamento se avenía
bastante con ese género, decidí abordarlo exclusivamente.» (Revista Antena,
25/5/1935). Mercedes no había abandonado por completo al tango, pues seguía
incorporándolo de tanto en tanto en su repertorio, pero le había dado un giro
importante a su carrera. Su repertorio incluía rarezas, con canciones húngaras,
vienesas, incluso el clásico ruso.
Cuando se inauguró en 1935 Radio El Mundo es la primera
figura femenina contratada. Luego de dos años pasó a Radio Belgrano. En 1941,
Bates le encontró un nuevo destino para el resto de su trayectoria, la
convirtió en actriz de radioteatro. Él mismo la dirigía y muchos títulos le
pertenecieron. Más tarde formó parte de la compañía de Juan Carlos Chiappe, en
ambos casos las obras eran folletines, al extremo melodramáticos, pero con gran
aceptación en los sectores populares. Las obras, eran luego representadas en
los cines de barrio y en el interior.
A principios de la década del 50, filmó la película "Yo
quiero a mi madre", que creemos, no se llegó a estrenar. Formó su propia
compañía y continuó trajinando novelitas en la ciudad de Rosario y en Buenos
Aires, hasta dar la puntada final en 1975, acompañada por el actor Jorge
Bellizi, por la desaparecida Radio Porteña.
Para finalizar, una opinión que la pinta de cuerpo entero:
«Si la radiofonía es de por sí admirable, me imagino lo que ocurrirá el día en
que el público pueda vernos actuando en los estudios o en los escenarios». Sin
duda, este comentario, muy anterior a la invención de la televisión, demuestra
su vocación de búsqueda y su visionaria imaginación. Llegó a ver su sueño de la
telenovela y, seguramente, a comprobar el acierto de su reflexión, aunque no
tuvo la suerte de actuar en ese medio.
fuente: TODOTANGO.
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SEXTETO DI SARLI- REBELDE
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