de María Elena Walsh
Manuelita vivía
en Pehuajó
pero un día se
marchó.
Nadie supo bien
por qué
a París ella se
fue
un poquito
caminando
y otro poquitito
a pie.
Manuelita,
Manuelita,
Manuelita dónde
vas
con tu traje de
malaquita
y tu paso tan
audaz.
Manuelita una vez
se enamoró
de un tortugo que
pasó.
Dijo: ¿Qué podré
yo hacer?
Vieja no me va a
querer,
en Europa y con
paciencia
me podrán
embellecer.
En la tintorería
de Paris
la pintaron con
barniz.
La plancharon en
francés
del derecho y del
revés.
Le pusieron
peluquita
y botines en los
pies.
Tantos años tardó
en cruzar el mar
que allí se
volvió a arrugar
y por eso regresó
vieja como se
marchó
a buscar a su
tortugo
que la espera en
Pehuajó.
canta KATIE VIQUEIRA
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