CESAR ZAGNOLI.
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Semblanza de NESTOR PINSON
publicada en la página webb TODOTANGO
Semblanza de NESTOR PINSON
publicada en la página webb TODOTANGO
PIANISTA, COMPOSITOR, DIRECTOR
24 de abril de 1911 - 26 de diciembre de 2002
Nombre completo: Randolfo César Zagnoli
Apodo: El Potrillo
Nació en Durazno, Uruguay y murió en Buenos Aires. La nota
necrológica publicada en el diario Clarín, dos días después de su
fallecimiento, decía:
«A los 91 años murió el pianista uruguayo César Zagnoli,
cuyo despegue en la música se produjo en 1935, cuando conoció a Juan D’Arienzo,
quien lo invitó a integrar su orquesta de Buenos Aires y tocar en el cabaret El
Chantecler.
«Aquí vivió hasta mediados de la década del cincuenta, luego
volvió a su país. Días pasados, regresó como tantas veces para pasar las
fiestas de fin de año junto a su hijo y lo sorprendió la muerte. Sus restos
serán repatriados».
Juan Carlos Legido, en su libro “La orilla oriental del
tango” (1994) traza una breve biografía:
«Su padre, de nacionalidad italiana, allá en Durazno, era el
director de la Banda Municipal. Y fue quien lo puso en el camino de la música.
En 1924, ya comenzaba su carrera profesional tocando el piano en el cine
Artigas, acompañando la proyección de los filmes mudos.
«Once años más tarde, estaba actuando en el cabaret Capitol
(de la calle Ituzaingó y Piedras) de Montevideo, cuando lo descubre D’Arienzo.
«En la Argentina su itinerario es vasto. Pasó por las
orquestas de Eugenio Nóbile, Juan Canaro, Alfredo Gobbi, Argentino Galván, Juan
Carlos Cobián, Pedro Maffia, Alberto Castillo (cuando su orquesta la dirigía
Enrique Alessio).
«Con Elvino Vardaro intervino en la grabación de sus dos
títulos míticos: “Pico de oro” y “El cuatrero”. También tocó con Pedro Laurenz,
Joaquín Do Reyes, Héctor Varela. Dijo que la de Gobbi fue la que le dejó los
mejores recuerdos, porque como en ninguna otra se sintió musicalmente mas
cómodo».
En el reportaje que le realicé al cantor Armando Laborde
surgió el nombre de Zagnoli y un hecho anecdótico que no dejaba de hacerlo
reír:
«El primer pianista que tuvo Varela fue Atilio Stampone,
había llegado junto a Hugo Baralis, pero se fueron pronto, no era un estilo al
cual ellos pudieran responder, demasiado popular digamos. Allí aparece Zagnoli,
todo un personaje. Habíamos ido a Comodoro Rivadavia en un avión DC-3, a la
media hora Varela ya se había hecho amigo del piloto porque se enteró que era
dueño de caballos de carrera y a él que era loco por los burros, le encantó. En
eso, uno de los muchachos me llama para que me asome a la cabina, lo hago y me
lo veo a Varela en lugar del copiloto manipulando ese volante cortado al medio.
Lo movía para adelante y el avión que se iba de trompa, lo tiraba para atrás y
el avión subía.
«Como a Zagnoli los viajes en avión no le gustaban nada, fui
y lo llamé. ¡Para qué! Empezó a los gritos. Que era una irresponsabilidad, que
estaban todos locos. Como nadie le dio bolilla volvió a su asiento y se agarró
fuerte de los apoya brazos, pero con tanta fuerza —de nervioso que estaba— que
dobló su anillo de casamiento. Mientras, Varela decía: “¡Qué lindo, cuando
llegue me compro uno.”. El Potrillo lo que no sabía que el aparato estaba en
piloto automático».
En El libro del Tango, Horacio Ferrer nos expresa: «Formado
en la admiración por Carlos Di Sarli y Francisco De Caro, definió su estilo
inconfundible, a través de su intenso fogueo junto a tantos consagrados
directores que contribuyeron a consolidar su personalidad artística».
Antes de volver a Uruguay, para instalarse definitivamente,
grabó para el sello Victor dúos de piano con José Tinelli. Luego, su obra más
importante la realiza en su país, donde formó un exitoso trío. Primero junto a
Oldimar Cáceres en bandoneón y Eduardo Trinchitella en bajo. Y en etapas
sucesivas, con Néstor Casco, Santiago Moreira, Pedro Terrón, Vicente Martínez y
W. Ventrella (todos contrabajo) y Luis Di Mateo, Raúl Jaurena y Hugo Díaz
(bandoneones). Fue una escuela de buen tango, con la originalidad del
contrabajo en lugar del violín, con lo cual se obtuvo una mas marcada estructura
rítmica.
En Durazno, su ciudad natal, hubo quien se encargó de
registrar sus llegadas al disco, en solos de piano, con sus tríos y su
orquesta, entre los años 1957 y 1976. Grabó para los sellos Sondor, Antar, Philips,
Edward, Tonal, Macondo, RCA y Orfeo. En su formación, contó con la presencia de
varios vocalistas: Carlos Duval, Carlos Solari, Julio Pomar, Walter Casella,
Olga Delgrossi, Ruben Val, Elsa Durán y Aníbal Oberlín.
Fue autor de numerosos temas: “Cosas de antaño”, con letra
de Juan Martínez, “Ya sé que volverás”, con Dante Ortiz, “La estacada”, “Che
timbero”, con Héctor Bello Smith, también llevado al disco por D’Arienzo con
Laborde.
Poco después de cumplir 83 años, el SODRE (Servicio Oficial
de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos) le realizó un homenaje con la
presencia de sus colegas uruguayos y numerosos tangueros argentinos.
“El Potrillo Zagnoli”, está, sin duda, en la galería de los
músicos más importantes del Uruguay.
fuente: TODOTANGO
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