Un día como hoy.... 13 de noviembre.... pero de 1903.... nacía
ADHELMA FALCON
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Semblanza de GUADALUPE ABALLE
publicada en la página webb TODOTANGO.
13 de noviembre de 1903 - fecha de fallecimiento ignorada
Aclaración previa. Sabemos que fue mayor que Ada y menor que
Amanda, su otra hermana, pero tenemos grandes dudas sobre la fecha de
nacimiento que figura en el epígrafe y, tampoco, sabemos de su muerte.
Portadora de la vehemencia y belleza exótica y misteriosa
que caracterizaron a las hermanas Falcón, esta hermosa mujer, dueña de unos
ojos comparados a lámparas votivas, de un lunar sugestivo en la faz izquierda
de sus rostro, de personalidad romántica y una voz con buen timbre y ricas
tonalidades, demostró tener un estilo propio y fue capaz de ganarse un
respetable lugar entre las cancionistas de la década del treinta. Poseyó una
exquisita sensibilidad interior y una gran elegancia y garbo en su figura.
Existe la creencia de que Adhelma habría participado, ya en
el año 1919, en el film mudo "El festín de los caranchos", con José Casamayor
y su hermana Ada Falcón. Pero no lo podemos afirmar, lo que sí conocemos con
certeza es que se inició en el canto gracias al estímulo e insistencia de Alma,
su madre, quien la impulsó a comenzar su carrera como cancionista. Curiosamente,
no cantó nunca ante el público.
Debutó de lleno en la popular "Hora Geniol" de
Radio Belgrano, cuando la emisora se hallaba en la calle Estados Unidos. En
noviembre de 1932, ya gozaba de una buena reputación como cantante y estaba
sujeta a una laboriosa actividad que venía desplegando desde mayo. Había hecho
una rápida carrera, por estar, según sus propias palabras, «en el mismo puesto
que las figuras de larga actuación». Ella atribuía este éxito repentino a la
suerte, a lo que los españoles llaman "buena sombra", porque cuando
se proponía una cosa la alcanzaba. Estaba contenta con sus buenos sueldos, su
trabajo y la cantidad de correspondencia que recibía, para ella eran su mejor
halago.
Elegante y simpática, era una mujer que anhelaba llevar una
vida normal y sana, cantaba porque sentía "el alma de la música" y lo
exteriorizaba en su voz. En su conversación, era rápida, espontánea, nerviosa y
expresiva. Acompañaba la palabra con ademanes armoniosos. Su casa se destacaba
por su buen gusto, una delicada sobriedad, sin profesión de cosas. Manifestaba
que le gustaba vivir intensamente la vida y ser creyente en Dios.
Tenía en elevado concepto al teatro, por considerarlo
necesario para todo intérprete como escuela y medio fundamental para
exteriorizar y depurar el temperamento, a través de una y otra prueba, del público
y del aplauso. Sus ideas acerca del micrófono eran diferentes, para ella el
micrófono era mudo a toda emoción debido a que no se recibía el contacto
inmediato del resultado por el esfuerzo que se acababa de rendir, «aunque lo
ponga una todo, parece que no ha puesto nada», decía.
Cantaba con mayor preferencia el tango "por
argentinismo" y tenía una gran inclinación por las canzonettas napolitanas.
Mujer independiente y con ganas de progresar, no concebía la
mediocridad. Vivió una apasionada relación sentimental con Charlo en los años
treinta, relación que se habría interrumpido cuando el cantor conoce a Sabina
Olmos.
Adhelma fue una cancionista que se mantuvo siempre en tren
de progreso y renovación artística. La revista "Micrófono", en 1934,
habló de ella como una de los más caracterizados elementos de la radiotelefonía
criolla. Destacó su amable tonalidad de voz y un fino oído, que le permitía interpretaciones
afinadas y un rico temperamento. Ponderaba su interpretación de las canzonettas
aunque lamentaba que hacía demasiadas incursiones en el folclore brasileño,
sobre todo considerando que no dominaba el portugués. Otro detalle que le
adjudicaban las publicaciones de la época era el "ceceo" al hablar e
interpretar sus canciones, defecto también adjudicado a su célebre hermana Ada.
Las hermanas nunca estuvieron en la misma emisora a un mismo
tiempo, porque cuidaban que el nombre y el trabajo de una no repercutiera en el
nombre y el trabajo de la otra. Adhelma surgió por su escuela personal, su
emotividad y su expresión. Su belleza la hizo acreedora a ser tapa de revistas
en más de una oportunidad y muy bonita se la ve en la partitura del "Tango
del querer", de Ricardo Lleras y Andrés Domenech.
Muchas emisoras porteñas contaron con sus actuaciones
durante su carrera, por ejemplo, El Mundo, Fénix, Stentor, Excelsior, por citar
algunas.
Su repertorio era variado, hizo muchos tangos y memorables
valses: "Noches de Atenas", "Desde el alma", "Bajo los
puentes de París", "La flor de los gauchos". Nos dejó un par de
grabaciones para el sello Brunswick, el foxtrot "Un beso y a dormir" y
el vals "Cortando camino", este último con el acompañamiento de
Aguilar, Barbieri y Riverol, los guitarristas de Carlos Gardel.
Su vida artística y social fue espléndida y variada, se la
vio en la inauguración del famoso palacio de Radio Nacional, en distintas
fiestas y eventos, donde aparece en diversas fotos con Charlo.
Un detalle, en el concurso organizado por la revista "Sintonía",
en 1934, para elegir a Miss Radio -la ganadora fue Libertad Lamarque- Adhelma
obtuvo muchos más votos que su hermana. El concurso no era para elegir a la
mejor cancionista, sino a la artista más hermosa de la radio. Para ella debió haber
sido un gran aliciente, había sufrido antes una decepción a causa de otro
concurso organizado por el mismo medio, el concurso "Miss Revelación",
donde fue excluida junto a otras grandes artistas como Amanda Ledesma y Sarita
Watle. A ella le cayó fatal esta decisión del director de la revista y dijo, al
ser interrogada por el periodismo: «Yo no tengo nada que opinar, puesto que ya
no soy participante».
Lamentablemente, la vida tiene sus reveses, y muchas
personas que alguna vez tuvieron nombre, pasan y se desvanecen en la historia y
en los recuerdos. Así ocurrió con ella. Se retiró de su carrera y de la vida pública.
Dejó de aparecer en las revistas y fue cayendo en el olvido. Es injusto que sólo
se la recuerde como la hermana de Ada Falcón y que se remarque que grabó un único
disco, porque Adhelma fue mucho más que eso y merece ser recordada, tanto por
su esfuerzo y condiciones, como por sus ansias de progreso.
Ella se ganó un lugar. Y ojalá, haya logrado también -no lo
sabemos- la felicidad que anheló siempre, cuando expresaba su sueño de tener un
retiro en una casita blanca, saturada de aire puro y sol, con «lo que se quiere
al lado».
fuente: TODOTANGO
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