Digo “locutor argentino” y surge “Antonio Carrizo”
Por Eduardo Aldiser
En una serie de notas, vamos a glosar la vida, obra y
milagros de Antonio Carrizo, bonaerense de General Villegas que esconde un
pasado italiano en su apellido trastocado, como tantos profesionales del
periodismo, la radio, el cine o tango de Argentina. “Señor de la Radio” sí,
aunque haya realizado importantes ciclos de televisión y con gran pericia y
acierto.
Pero lo suyo es la radio… y muchas aficiones en materias que
en otros serían profesiones
Me voy a apoyar en reportajes y notas de colegas, de las que
iremos entresacando palabras dichas por Carrizo o sobre él, dichas por esos
periodistas. Y también apelaré a las sensaciones propias, aquellas como la de
recorrerme la pampa argentina visitando empresas de la agroindustria porque era
el sector que patrocinaba mi programa de tango en Rosario, con el dial de la
radio del coche clavado en “La Vida y el Canto”. La ventaja que tenemos los
locutores es que accedemos a los mejores profesores… escuchando la radio!
De ellos, Antonio Carrizo es uno de los más importantes.
Vamos a irnos hasta sus pagos, su región. En el Boletín
Oficial del Partido de General Villegas, en esa punta noroeste de la provincia
de Buenos Aires que forma límites tripartitos con Córdoba y Santa Fe, teniendo
a La Pampa a tiro de piedra, un año atrás y con motivo de coincidir la edición
con “el día del periodista”, en junio, llaman a Carrizo a Buenos Aires y se
produce esta grata charla, con el gran periodista actuando como entrevistado:
Título de la entrevista:
“La vida ha sido muy generosa conmigo”
¿Qué significó para Ud. el periodismo en su vida?
Carrizo: “En realidad no tengo la vocación periodística, he
llegado al periodismo radiofónico y televisivo por presión de mi profesión de
locutor. Pero resulta claro a la luz de todo lo que he pasado en mi vida y
carrera que en los medios de comunicación no se puede ser un profesional,
presentador o conductor, como era la idea antigua sin rozar u ocupar el espacio
de un locutor periodista, de manera tal que soy también un periodista.
Si ser periodista es estar enamorado de la primicia, por
ejemplo, no caminaría diez metros por una primicia. Soy otro tipo de
periodista, a mi me gusta escuchar una entrevista para terminar haciendo un
perfil de la persona entrevistada, en ese sentido lo soy. Pero en realidad
moriré afirmando que mi profesión ha sido la del locutor de radio y
televisión”.
En relación a esto: ¿Cómo ve en la actualidad al periodismo
que está atrás de las primicias?
Carrizo: “Si bien hay un periodismo que está atrás de las
noticias y las primicias, también hay un periodismo que no lo está. National
Geographic es una empresa periodística que no está atrás de ninguna primicia,
sino que está atrás de los descubrimientos y de la información. A mí siempre me
gustó mucho el tema de la literatura y de la historia.
En realidad a veces yo mismo me convenzo de que algo que he
visto en la producción periodística puede serle útil al oyente, al
teleespectador. Si bien no les doy primicias, de alguna manera les doy una
observación, una invitación a la frecuentación de la literatura, de la lectura.
Todo esto es muy difícil de explicar con perfiles nítidos,
con líneas muy claras, todo se mezcla y así es esta profesión, en la que todo
se mezcla lo bueno, lo malo, lo fino, lo grosero, lo guarango, lo refinado, lo
que tiene estilo, lo que no tiene estilo, lo que es antiguo, lo que es
moderno”.
¿Qué diferencia existe con esa forma que tenía hace unas
décadas atrás y ahora?
Carrizo: “Yo era un hombre del mundo del espectáculo, era lo
que fui en la propagadora de General Villegas. Leía avisos comerciales y
presentaba música. Eso es lo que fui con la diferencia que en vez de hacerlo en
la propagadora de General Villegas, lo hacía en la radio El Mundo.
En vez de hacerlo con discos lo hacía con números vivos. En
un libro que acaba de aparecer con una biografía mía, aparece una fotografía
muy tierna. Yo tendría unos 19 años y estoy abrazado a Corpus, el viejo y
querido inolvidable cartero que era también guitarrero, al morocho Correa que
era muy buen guitarrista, a Gabino que tenía un taller de soldadura, de
hojalata y de cacerolas, y los tres habían formado un conjunto que se llamaba
“Tres Guitarras Villeguenses”.
A ese número yo lo presentaba en vivo pero la costumbre y lo
habitual era hacer música con discos, ese era el trabajo que yo hice en
Villegas. Y seguí haciendo después en la radio en Buenos Aires, con la
diferencia que allá era Nini Marshall, Luis Sandrini, Aníbal Troilo, Los
Chalchaleros, Los Fronterizos”.
¿Cómo ve a Villegas hoy, comparándola con los recuerdos de
antaño?
Carrizo: “General Villegas hoy tiene mucho que ver por los
lazos de la memoria y de los familiares, con la vieja Villegas. Pero si el que
va a Villegas la ve por primera vez, no tendrá una idea de lo que era cuando yo
me fui de Villegas, hace casi 60 años.
Pero ahí está la plaza, ahí está la comisaría, la
municipalidad, la escuela Nº 1, el colegio de las hermanas, la iglesia, el
Banco Nación, ahí está todo eso para que tengan un recuerdo bastante aproximado
a lo que fue la Villegas de mi infancia y de mi juventud. Y yo se que la gente
que vive en Villegas, la cuida, trata de mejorarla, de perfeccionarla
recordando en lo posible aquello que merece ser recordado y conservado”.
¿Alguna vez pensó en volver?
Carrizo: “No, yo no podría vivir en Villegas. Me gusta estar
con mis amigos, visitar pero yo tengo 60 años en Buenos Aires, tengo a mis
hijos y mis nietos aquí, mis libros están aquí, las librerías que quiero, los
bares que quiero, ya no podría vivir en Villegas. Puedo estar muy feliz unos
días, está mi hermano, los amigos, están los viejos familiares que se han ido
para siempre en nuestro cementerio pero ya no podría vivir allí. Mi lugar en el
mundo es Buenos Aires, es la tierra y la patria de mis hijos y mis nietos. Ellos
son los que me han echado un ancla a esta ciudad que los vio nacer a ellos y
que los crió”.
¿Tiene alguna asignatura pendiente?
Carrizo: “Yo me he dado muchos gustos. Por supuesto me
hubiera gustado entrevistar a Norma Mailer, lo acepto. También a Stalin, a Mao
Tse-tung, Chaplin, pero la vida ha sido muy generosa conmigo”.
Sabemos que Ud. es hincha de Boca, pero queremos saber de
Villegas: ¿Con cuál club simpatiza?
Carrizo: “Yo soy de Eclipse, me hizo de Eclipse el papá de
Alfredito Labarta. Tenía unos años más, y yo lo adoraba. Y de Boca me hice
naturalmente. Son mis dos grandes amores deportivos: Eclipse y Boca Juniors”.
¿Qué lugar ocupan los libros en su vida?
Carrizo: “Es otra cosa, se trata de una vocación superior,
es más retraída, más íntima, como soy un hombre público, es público y notorio
que tengo buenos libros, una linda biblioteca. Pero siempre la biblioteca es
todo lo contrario al mundo del espectáculo. Es el mundo del silencio, de las
palabras escritas y de la concentración”.
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Hasta aquí la nota realizada por los colegas del Boletín
Oficial del Partido de General Villegas, Provincia de Buenos Aires, República
Argentina, en junio 2008, Nº 80.
FUENTE:
Argentina.argentino.com
Nota publicada por EDUARDO ALDISER.
Nota publicada por EDUARDO ALDISER.
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