MANUEL SUCHER.
..................................
..................................
Semblanza de JULIO NUDLER
publicada en la página webb TODOTANGO
Extraído del libro "Tango judío. Del ghetto a la
milonga", Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1998.
PIANISTA, COMPOSITOR
31 de enero de 1913 - 5 de abril de 1971
Nombre completo: Bernardo Mendel Sucher
Los Sucher, familia de clase media acomodada y cierto
refinamiento, vinieron de Odessa en 1901. Bernardo Mendel, tercero de cuatro
hermanos, nació en Rosario el 31 de enero de 1913, y pronto se convirtió en
Manuel o Manolo. Su madre, Berta Schupper, se vanagloriaba de su título ruso de
bachiller, nada frecuente entonces para una mujer. Era además hija de una
obstetra, que inmigró con ellos y siguió ejerciendo su profesión en la
Argentina. Pero David Sucher, su yerno, sólo era un comerciante próspero.
A los quince años, con pantalones largos prestados, Manolo
se escapaba al oscurecer por el balcón para acompañar en piano las películas
mudas en un cine de la calle Córdoba, en Rosario. Aunque estudiaba violín y
parecía destinado a concertista de ese instrumento, había aprendido piano
viendo tocar en la sala a sus hermanas María y Rosa.
En 1930 formó un conjunto con el bandoneonista Félix
Lipesker. Cuando partió furtivamente hacia Buenos Aires en 1932 dejó su carta
de despedida en el estuche vacío del violín, porque a éste lo había empeñado
para costearse la aventura. Su hermana María (o Mary, como le decían) ya vivía
en la capital desde 1929 y lo alojó en su casa.
De Rosario venía como pianista acompañante de Fanny Loy,
bailarina que había resuelto convertirse en cancionista y logró actuar en radio
Belgrano. Sucher se integró luego a la orquesta del bandoneonista y gran
compositor Anselmo Aieta, que actuaba en el teatro Nacional, y más tarde a la
del violinista Antonio Arcieri, llamada Los Matreros. También intervino a
mediados de los '40 en la orquesta de "La Mujer Tango", Ebe Bedrune.
Paulatinamente se dedicó a secundar cantantes, como fue el caso de la
consagrada Carmen del Moral. Se le llegó a reconocer una especial habilidad en
ese complicado oficio.
Fue por este prestigio que Ricardo Tanturi le encargó en
1943 la selección de un cantor para suceder al independizado Alberto Castillo.
La elección final fue entre Armando Laborde, que grabó en acetato
"Margarita Gauthier", y Enrique Campos, que registró de igual forma
"Percal". Es sabido que Tanturi prefirió a Campos y no tuvo que
arrepentirse. El último intento orquestal de Sucher fue el rubro que formó con
el cantor Mario Landi. Ese mismo conjunto acompañó en 1948 a Horacio Deval.
Pero el talante desordenado de Manolo sufría bajo la disciplina obligada del
músico de orquesta.
Sucher se había iniciado como compositor con "Como el
hornero", cuya letra surgió de la inspiración de un peluquero uruguayo,
José Rótulo. Ese tango quedó grabado por Ángel D'Agostino con Ángel Vargas y
por Pedro Laurenz con Alberto Podestá. En 1946 escribió "En carne propia",
probablemente el mejor de sus tangos, con el letrista Carlos Bahr, llevado al
disco por Aníbal Troilo con Alberto Marino y por María de la Fuente. el mismo
binomio había concebido en 1944 "Nada más que un corazón", grabado
por Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel y por Troilo con Marino. También
escribieron "Seis días", grabado en 1945 por Fiorentino con Astor
Piazzolla y por Miguel Caló con la voz de Raúl Iriarte.
Del resto de su producción pueden rescatarse "Dónde
estás" y "Noche de locura", también con Bahr, tango éste que
aportó lo suyo a la enfatización sensual de los primeros años '50, permitiendo
versiones tan valiosas como la de Charlo o la de Ángel Vargas, además de la de
Miguel Caló con Alberto Podestá en 1954. Con "Prohibido", pese a su
escaso valor musical y a la pobre letra de Bahr, logró fabricarse un éxito, lo
que también sucedió, aunque en menor medida, con "Precio".
La inclinación comercial se afianzó con "Muriéndome de
amor", entre otros tangos por el estilo, que en realidad contribuyeron al
eclipse del género. En la misma línea se inscribió "Qué me importa tu
pasado", con insufrible letra de Roberto Giménez y que Sucher firmó con el
seudónimo Retama. Con Tita Merello escribió "Decime, Dios, dónde
estás". Con Zelmar Gueñol, "Señor de la amargura", dedicado a
Discepolín.
Sucher era un "autor de oficio", de ésos que
andaban por los cafés a la búsqueda de los cantores, a cuya mesa se sentaban
para susurrarles: «Tengo un tango que es justo para vos», y ahí mismo se lo
cantaban y le daban la pieza. Después interesaban al director de la orquesta.
Rara vez escribió tangos instrumentales, pero una valiosa excepción es
"Para el recuerdo (A Fiore)", grabado por Carlos Figari en 1959.
Manolo era, como cuadra, muy devoto de su madre. Quería que
todo el mundo la conociera, y así desfilaron por la casa de ella desde Hugo del
Carril a Alejandro Romay, pasando por Ranko Fujisawa. Por halagarla había
incluso cumplido durante años con el complejo rito de la filacteria. Pero lo
que más le gustaba era la noche, la diversión, la vida mundana. Vestía con
cuidada elegancia y lucía relojes y anillos. Su carácter enérgico no le ahorró
encontrones, como aquel altercado que protagonizó con Juan D'Arienzo en el
ringside mismo del Luna Park.
En su departamento de la calle Güemes 3778 se reunía a cenar
todo un grupo de amigos. Había derribado una pared para agrandar la cocina y
poder acogerlos a todos. La heladera se la regalaron, pero en el lugar de la
marca habían puesto "Prohibido", como una advertencia contra sus excesos.
El nombre de ese tango también figura en la lápida de su tumba en el cementerio
judío de La Tablada. Pero toda barrera a su búsqueda del placer resultaba,
inútil: el 5 de abril de 1971, cuando contaba 58 años, murió a consecuencia de
un infarto, sufrido tras una comida abundante y una escaramuza sexual. Amante
consumado, soltero inclaudicable, logró convertir su velorio en una
interminable peregrinación de mujeres.
Extraído del libro "Tango judío. Del ghetto a la
milonga", Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1998.
fuente: TODOTANGO.
.......................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario