MI VIEJO
Poema lunfardo
Autor: Julián Centeya
Quisiera amasijarme en la infinita
ternura de mi barrio de purrete, con un cielo cachuzo de bolita y el milagro coleao de un barrilete. Verlo a mi viejo, un tano laburante que la cinchó parejo, limpio y claro; y minga como yo, un atorrante que la va de verso y se hace el raro. Mi viejo carpintero era grandote, y tenía un cuore chiquilín siempre en la vía. Su vida no fue más que un despelote y un poco, claro está, por culpa mía. Vino en el Comte Rosso, fue un espiro. Tres hijos, la mujer, a más un perro. Como un tungo tenaz la fue de tiro. Todo se la aguantó: hasta el destierro. Y aquí palmó... aquí está adormecido mi viejo el pobre tano laburante. Se la tomó una cheno de descuido y me dejó un recuerdo lacerante. ¿Qué mundo habrá encontrado en su apoliyo? Si es que hay un mundo pa'los que se piantan. Sin duda el cuore suyo se hizo grillo y su mano cordial es una planta. ............................................. |
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