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Semblanza de RICARDO GARCIA BLAYA
publicada en la página webb TODOTANGO.
CANCIONISTA
11 de enero
Nombre verdadero: Celia Beatriz PicoloNombres artísticos: Beatriz Basualdo y Beatriz Bebán
Esta bella criolla nacida en el corazón de la pampa húmeda,
en la ciudad de Junín, Provincia de Buenos Aires, posee una afinación natural,
una sugestiva voz —muy expresiva y de gran musicalidad—, no en vano es la mujer
del maestro Fernando Suárez Paz, gran director y violinista. Como si fuera
poco, no olvida su origen ni sus raíces.
En julio de 2006, conversando con ella a raíz del lanzamiento
de su nuevo compacto, me dijo: «Este disco, “Tangos camperos”, es algo que yo
tenía pendiente, que deseaba mucho hacerlo. El primer instrumento que escuché
en mi vida, fue la guitarra de mi papá que era aficionado. Él llegaba a casa a
la tardecita y se ponía a tocar y cantar de todo, canciones sureras, tangos y
yo quería cantar con él. No tenía más de 4 años cuando puso un tono mal y yo le
dije que eso no estaba bien. Me miró sorprendido y agregó: ¡Bueno, acá hay que
empezar a estudiar!
«Era también un buen bailarín y un enamorado de toda la
música. Tocaba en orquestas de su pueblo y tuvo conjuntos de guitarras. Cuando
bailaba con mi madre, se hacía una rueda para mirarlos.»
Entre los 8 y 12 años, Beatriz realizó estudios de guitarra
y solfeo. Su infancia transcurrió entre ritmos folclóricos y la música clásica.
Y, a partir de los 13, comenzó a estudiar canto lírico con el maestro Mario
Monachessi, director de la Escuela del Teatro Argentino de La Plata. Con el
transcurso de los años, siguió estudiando con la profesora Noemí Souza y se
perfeccionó con el maestro Sergio Tulián.
A mediados de los ‘60, en verano, y en compañía de sus
familiares que querían verla por televisión, viajó a Buenos Aires para debutar
en Canal 7, como invitada al programa “Todo es nuestro”. Cantó folclore con el
seudónimo Beatriz Basualdo, apellido de su bisabuela. En una de esas escapadas
veraniegas, Alberto Di Paulo la invitó a participar de su orquesta.
También actuó en Radio El Mundo y, en una oportunidad, la
escucharon Luis Stazo y Orlando Trípodi, codirectores de “Los Siete del Tango”,
quienes, gratamente impresionados, la llamaron para reemplazar a la cancionista
Olga Delgrossi, pero no aceptó, en su lugar fue Gloria Vélez. «Me propusieron
incorporarme pero yo quería regresar a mis cosas y terminar el colegio».
A comienzos de 1968, a raíz del casamiento de un primo,
viajó con su familia a la ciudad de Baigorrita y se enteraron que ese mismo día
actuaban allí “Los Siete del Tango”. «Mis tíos, de apellido Rodríguez, eran
bandoneonistas y mis primos, fanáticos del tango. Luego que se marcharon los
novios, nos fuimos todos a la milonga. Por la pinta que llevábamos llamamos la
atención, a tal punto, que el propio Stazo se acercó curioso y, recién
entonces, me reconoció».
Esa noche no sólo arregló incorporarse a la formación,
también conoció a su futuro marido, el violinista de la orquesta. «De pronto
escuché el violín y recordé a Simón Bajour, que tanto me gustaba. El cantor era
Lalo Martel y se había sentado con nosotros, cuando le mencioné al violinista
me dijo: ¡Ni lo mires, es un norcoreano, terrible y maleducado! Me presentaron
a todos menos a él. Por supuesto, se trataba de Fernando. Nos casamos a fin de
ese año».
Con “Los Siete del Tango”, actuó en Radio El Mundo con el
seudónimo Beatriz Bebán, junto a Martel y luego, con Roberto Echagüe, hijo de
Alberto Echagüe gran cantor de D’Arienzo.
«Se trabajaba mucho. Los fines de semana eran tres o cuatro
presentaciones en clubes y salones. Íbamos en una “combi” de un lado para el
otro». Con esa formación llegó al disco con “Virgen de la serranía” a dúo con
Echagüe y “La mentira”; volvió a la televisión e hizo una gira por Chile.
Cuando dejó el conjunto, tuvo una que otra actuación con
Osvaldo Requena y abandona el canto profesional. Hubo dos motivos, Fernando
estaba en la Sinfónica del Teatro Colón y llegaban los hijos. «Desde que
nacieron Leonardo y Cecilia, por mucho tiempo dejé de trabajar, pero cantar,
canté siempre».
Después de mucho tiempo, ya a fines de los ’70, a instancias
de un amigo médico armaron un conjunto de música latinoamericana. «No pasó nada
y duró poco, pero uno de sus integrantes, Amadeo Monges, me presentó al
pianista Mario Valdez, quien estaba buscando una voz para cantar sus temas. Con
él estaba Quelo Palacios. Grabé mucho con ellos, pero como hobby.
«Con Valdez, recuerdo haber tenido una actuación en la
ciudad de Tres Arroyos, donde él era el Director de Cultura. Grabamos su
“Cantata a Tres Arroyos”, que contenía una hermosa zamba: “La Tresarroyense”. A
los pocos años, también grabamos juntos: “Cantata a Santa Cruz” y “De sur a
norte”».
En 1986, al enterarse Requena que Beatriz había vuelto a
cantar y grabar, la conminó a hacerlo también con él, no con su orquesta sino
con la de Roberto Gallardo, a quien le hacía los arreglos. Fue solista
convocada de este conjunto con el que grabó “Caserón de tejas” y “El corazón al
sur”. Más tarde, hicieron un compacto, cantando a dúo con Oscar Larroca (h),
“Una lágrima tuya”, “Adiós pampa mía” y un tango de Gallardo con letra de
Margarita Marengo, “Volver al amor”. Como única voz, grabó “Cantando”.
También, se presentó con la compañía “Tango Session”, de
Requena, ofreciendo conciertos por varios países: Chile, Brasil, Ecuador,
México, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
En 1993, llegó su primer disco como solista, “Recuerdos de
bohemia”, con arreglos y dirección de Osvaldo Berlingieri, que le valió la
nominación al Premio ACE, como solista de tango.
Durante 1994, grabó “Flores negras” para el disco “Tangos
del Plata”, participó también en “Los Tangos de Saúl Cosentino”, volumen I y en
“Tributo a Cobián y Cadícamo”. Y dos años después, por dos meses consecutivos,
actuó en el Teatro Presidente Alvear, en el ciclo “Martes de Tango”, acompañada
por el trío de Berlingieri y compartiendo escenario con Nelly Omar.
En 1996, grabó su segundo disco como solista: “Tiernamente”,
con arreglos y dirección de Berlingieri y músicos solistas invitados, donde se
destaca su amplio registro vocal e interpretativo. El mismo contiene el tema
“Oblivion” en francés, (versión original). Posteriormente, para el sello Milán
Sur, grabó con el Quinteto Suárez Paz el disco, “Milonga del Ángel”.
A lo largo de su carrera artística, aparte de los ya
nombrados, cantó junto a los maestros Osvaldo Tarantino, Saúl Cosentino, Aníbal
Arias, Ricardo Domínguez, Osvaldo Montes, Néstor Marconi, Atilio Stampone, José
Colángelo y Baffa-Berlingieri, orquestas con las que recorrió el interior y
otros países.
Resultaría abrumador reseñar toda su trayectoria, pero
podemos afirmar que en la actualidad, sigue cantando y que resulta un placer
escucharla.
fuente: TODOTANGO.
fuente: TODOTANGO.
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OBLIVIÓN
LOS PÁJAROS PERDIDOS
AUSENCIA
TU VUELTA
VAMOS VAMOS ZAINO VIEJO
TAPERA
TEMBLANDO
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