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Tomado de la página webb
VOCES DEL FOLKLORE
Edición on line. (Nota de 1999)
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La Leyenda Continúa
Uno de los musicos mas talentosos de la Argentina
nos adelanta su vuelta a los escenarios y nos abre las puertas de su corazón.
Basta solo con entrar en su casa para respirar amor. Es lo que predomina en el
ambiente. Se lo ve en su mirada, se lo oye en su voz y se lo siente en su alma.
Este salteño de 58 años (en 1999) ha sabido dejar
atrás las adversidades y mirar hacia delante con esperanza y serenidad y lo ha
logrado todo gracias al amor. Al amor de su esposa Mónica, de sus hijos y de su
incondicional compañero: el público.
Hablar con Daniel Toro es remontarse en un maravilloso
vuelo a lo largo de su vida, una mítica vida que al descubrirla no solo nos
permite conocer a uno de los compositores más importantes de la música
argentina, sino que nos enseña a mirarnos hacia dentro y comprender cuan grande
es el poder del amor.
"Sinceramente creo que nací con un duende
compositor. Cuando llegue por primera vez a Salta capital, porque mi padre
había conseguido allí trabajo, conocí mi primera radio; así comencé a
familiarizarme con el repertorio de Magaldi y a cantar tangos. Cuando conocí a
Gardel me di cuenta de que me gustaba la composición".
Sin embargo, abrazó el folklore de su tierra, donde
empezó a escuchar atentamente la música de allí.
Inspirado en Yupanqui, Falú, Narciso Yepes, Almeida
y Andrés Segovia, el gran talento de compositor comenzó a florecer en el. Así
nació
“Para ir a buscarte” compuesta junto a Ariel
Petrocelli y con solo 17 años.
Después vendría El Antigal, La cotorrita perdida,
El Principito, obra que comparte con Néstor Cesar Miguens.
Desde su casa, Daniel Toro nos relato anécdotas de
su época de oro, nos hablo de su homenaje en el Congreso de la Nación y también
tuvimos el privilegio de escucharlo tocar la guitarra, un verdadero lujo.
Por circunstancias de la vida, solo pudo estudiar
hasta el quinto grado y a pesar de no saber leer ni escribir música, es autor
de casi 900 temas sin otra arma que la intuición y por supuesto, el talento.
La mayoría de sus creaciones son canciones y
reconoce que sus zambas casi no son para bailar ya que no le interesa que
tengan la medida justa y lo que intenta es que tengan el lenguaje universal que
caracteriza a la música. "Considero que la música que hago hoy habla por
si misma, porque pinta un paisaje o trasmite estados de ánimo”.
Cuando llega por primera vez a Córdoba?
Llegué cuando el Chango Rodríguez era lo máximo.
Después estaban Los Hermanos Di Fulvio, Edmundo Cartos, Correa, el Negro
Sandoval...
No había tantos festivales, solo peñas.
Exactamente. Yo llegue con varios conjuntos: Los
Tabacaleros. Los Forasteros, Los Vinateros y al último con Los Nombradores.
Ese conjunto se armo por poder. teníamos poder y
capacidad de armonizaciones, de voces, y se desarmó por no poder, porque la sed
de éxito nos llevó a algunas situaciones y mezquindades muy humanas dentro del
grupo.
En Cosquin éramos llevados en andas, pero después
los meses eran durísimos. Uno de los problemas era el repertorio. Yo planteaba
cambiarlo porque siempre me considere con visión para elegir temas. Ellos no
estaban de acuerdo y entonces me fui. El grupo duro un tiempo mas y luego se
disolvió.
¿Cuantos años estuvo en Los Nombradores?.
Del '62 hasta el '66. En el '67 presente el
repertorio que quería cantar y salí Consagración en Cosquín. Tenía que cantar
una (El indiecito dormido) y salí cantando veinte, que eran las que yo había
elegido para el repertorio de Los Nombradores. Yo subí para llenar el espacio
de un artista que no había llegado a tiempo y después el público no me quería
dejar bajar.
Era la época en que el público era el que consagraba
al artista.
Yo creo que puedo decir con orgullo y humildad que
fui el último artista consagrado por el público. Los demás fueron negociados.
Nunca mas hubo una comisión como la del doctor Wisner, Sarmiento, Casenave,
aunque el se oponía a que yo cantara...
¿La primera vez que llega a Cosquín es con Los
Nombradores?
Si, nos iba bien en Cosquín, pero nada más.
¿Por que se desvinculó?
Cuando yo decidí irme de Los Nombradores les dije:
“de acá a tres meses me voy del conjunto” y a los dos días me respondieron que
ya me podía ir porque ya me habían conseguido reemplazante.
Yo no los dejé, ellos me abandonaron a mí.
Ahí vino su despegue...
Al principio me pareció que todo se venía abajo,
pero rápidamente me recuperé. Uno de ellos me dijo: “Anda y alimentate bien así
nos llevás el año que viene en Cosquín” y sucedió al revés.
Fue entonces cuando el publico conoció y consagro a
Daniel Toro. ¿ Había empezado la época de los grandes éxitos?
Creo que si. Por esos años estaba en Music Hall
pero lo que pasó es que la grabadora no me apoyaba verdaderamente. Cuando pasé
a estar en otro sello fue que yo resurgí totalmente y pase a ser el solista
número uno de todos. De todos los lugares me reclamaban, vendí discos. Con
“Zamba para olvidarte” estuve casi dos años primero en el ranking. Pase el
millón de discos vendidos.
En la cumbre de su carrera artística, Daniel Toro
es alcanzado por la adversidad, de repente, y de modo inexplicable, el zorzal
salteño se vio envuelto por la oscuridad y el silencio. Era 1979, los médicos
le extirpaban un cáncer en la garganta y con ello, se llevaban sus cuerdas
vocales y el sueño de soltar su canto a los cuatro vientos. Recordar esa época
lo emociona tanto que Mónica (su actual esposa) toma la palabra.
"Fueron dos o tres años de estar enmudecido.
Después lentamente empezó a hablar en voz baja. Se quedaba afónico o sin voz
ante cualquier emoción. Fue una lucha tan grande que trajo aparejada una gran
depresión". "Tomaba para olvidar, porque encima veía que no tenia el
apoyo de los que estaban a mi alrededor” -continuó Daniel- y que de pronto un
hijo te diga “Papa, ¿Cómo te has dejado venir hasta este punto?” y ver las
lagrimas en los ojos de ese hijo fue suficiente para decir“¿quien me creo ya
que soy? Tengo que hacer algo por los que me quieren empezando por mis hijos y,
sobre todo por mi”.
“Hoy se mas que nunca porque y para quien canto,
para quien digo. Para Dios y para el público. No me interesa tener la voz de
antes mi camino es otro, es una misión sagrada que debo cumplir”
Así fue que desde lo mas profundo de su propio
ostracismo comenzó a renacer como el Ave Fénix. Fueron años en que su vida se
encontraba en un laberinto, llegaron a ser una pesadilla. Luchaba y luchaba por
reponerse pero el horizonte parecía lejano...
" Cuando caí me costó levantarme. De los
cientos de amigos que estaban en las buenas, solo quedaron dos o tres, como
Julio Fontana. Fue entonces que descubrí el amor de Dios y me aferré a su mano.
Preocupado por lo que me pasaba, había olvidado que existía el rocío, el cantar
de los pájaros, un mundo maravilloso que 'volvía a pintarse para mí. En ese momento
me sentí curado en espíritu y alma”.
¿Cuanto duró esa etapa dura de su vida?
Duro todo y no duro nada. Creo que supe capitalizar
la adversidad y salir adelante, en lo malo no todo es malo.
Por ello, en la época que no podía cantar se dio
cuenta que había una compañera que nunca le había fallado, su guitarra. Fue
allí que surgieron sus composiciones instrumentales y las décimas de Algo de mi
vida- su último CD. (1999)
Su relación con los militares
Durante el último proceso militar muchos artistas
argentinos debieron exiliarse o apelar a cambios de nombre para firmar sus
obras.
En SADAIC muchas de sus creaciones fueron
registradas con el
seudónimo de Casimiro Cobos.
Es cierto, el seudónimo surgió como una especie de
supervivencia. Cuando los militares metieron a todos los subversivos de la
canción dentro de la bolsa, me metieron a mi.
Me prohibieron actuar en las radios y hasta recibí
la famosa llamada “o te callas o sos tierra de cementerio”. No obstante, el se
les planto y les dijo: “A mi no me sacan, si hay alguien dueño de esta tierra,
ese soy yo. De acá no me mueven. ¿Sabes como me van a sacar? Solamente Muerto”.
Nunca lo sacaron, pero las matrices de sus discos
desaparecieron...
El soñado retorno
Cuántas veces desde su confinamiento se habrá
imaginado de mil maneras distintas su regreso a un escenario que lo aplaudiera
con admiración como en otrora lo hiciera. El destino quiso que ese momento
fuera el pasado 9 de diciembre de 1999 y en el Teatro Real. Allí volvió después
de muchos años a pisar nuevamente un escenario en un espectáculo presentado
junto al grupo Piuquen. El espectáculo fue presentado nuevamente en las noches
de la peña que junto a su hijo Facundo instalaron en Cosquín.
El regreso a los escenarios, seguramente le habrá
generado mayores inquietudes ¿Cuáles son ahora los planes para los meses que
vienen?
Por lo pronto apoyar la edición de Pompo Limón y el
niño, mi primer libro, que dio lugar a una Opera andina que queremos
presentarla este verano y que va acompañado por un compacts. Una experiencia
nueva que ya presente en Cosquín y que, gracias a Dios, salió bien. Además de
seguir con la difusión de Algo de mi vida. Tambien estoy haciendo Concierto de
amor para el mundo, una obra para 70 músicos y con diferentes interpretes, que
van a estar acompañados por una sinfónica y un coro mixto. Yo ya tengo todo acá
(se señala la cabeza).
El reconociminento en el Congreso de la Nación
El 27 de septiembre del 99, el Congreso de la
Nación rindió homenaje a los 40 años de trayectoria con la música folklórica
argentina a Daniel Toro. Los fundamentos presentados lo destacaban como
“…ejemplo refinado de un verdadero artista popular, que ha tenido la grandeza
de ir conformando un perfil que lo mantuvo vigente en los últimos cuarenta
años...”. Asimismo concluyeron en que Daniel Toro es un notable creador su obra
artística ha trascendido los limites del país, resultando el homenaje un
reconocimiento a su notable trayectoria.
Daniel Cancio Toro, hijo de Sixta Rosa Velásquez y
Daniel Toro, nació el 3 de enero de 1941 y desde su nacimiento manifestó
misteriosamente un destino extraordinario. Su hermano mellizo murió poco
después del parto, mientras que el, de mucho menor peso, sobrevivió. Es el
mayor de ocho hermanos y hoy se ha convertido en lo que el llama el iniciador
de una nueva generación.
¿Cuantas veces se caso?
Mi tercer y Ultimo matrimonio es con ella (Mónica).
Tengo 10 hijos.
¿Cuantos se dedicaron al folklore?
Tres."Los tres hijos mas grandes son los que
mas vivieron la época de oro de Daniel. Claudio lo acompañaba en casi todas las
giras. Facundo lo tuvo al padre siete años pegado en los escenarios. Carlitos
no tanto, dice Mónica su esposa, quien toma la palabra una y otra vez. Además,
ella nos contó anécdotas, le pregunto cosas casi como fuera una cronista mas y
reflexiono con y por el. La conexión entre ambos es tan fuerte que por momentos
parecen una sola persona. Se miran con amor, se hablan con dulzura y se nota
que la felicidad de tenerse el uno al otro los llena.
Entonces, quien mejor que ella para definir al
Daniel Toro hombre."Es por sobre todas las cosas un hombre de la casa,
compañero, atento, cariñoso. Adora a sus hijos, se preocupa si no llaman, se
desvive por ellos. Le encanta la sopa, el guiso, el asado. Le gusta salir a
caminar todos los días a la nochecita... "dice Mónica y retoma Daniel.
"Hoy se
mas que nunca por que canto, para quien canto, para quien digo. Para Dios y para
el publico. No me interesa tener la voz de antes. Mi camino es otro, es una
misión sagrada que debo cumplir”
Celeste Sosa y Guillermo Zapata
VOCES DEL FOLKLORE
Edición on line / Nota de 1999
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