CARLOS POSADAS
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Semblanza de NESTOR PINSON y BRUNO CESPI
publicada en la página webb TODOTANGO.
Violinista, guitarrista, pianista, compositor y director
2 de diciembre de 1874 - 12 de noviembre de 1918
Así cualquiera aprende!... Claro que con voluntad para el
estudio y una inclinación natural hacia la materia elegida. El hecho fue que
nuestro personaje era de carácter alegre y muy afable en el trato. Su profesor
de música fue su propio hermano mayor, Manuel (1860 - 1916) quien había
estudiado en Bélgica con el maestro Eugene Ysaye. Y, según cuenta la historia,
Manuel era de carácter grave y severo, tanto que en una oportunidad que su
hermano menor no acertaba con sus indicaciones, le rompió el violín en la
cabeza.
Carlos fue violinista, guitarrista, pianista, compositor y
director de orquestas. Nosotros podemos considerarlo solamente en su papel de
compositor, a través de sus partituras, que es el legado que ha llegado a
nuestras manos.
Ambos hermanos eran morenos como también lo eran sus padres.
El papá fue un apasionado de la música, se dedicó al periodismo y a la política
y participó en la guerra con el Paraguay, donde obtuvo el grado de sargento.
También intervino en las revoluciones de 1880 y 1890. Políticamente era hombre
del General Bartolomé Mitre.
Carlos, con los años, llegó a ser un buen ejecutante y un
músico de sólida formación académica. Dominó con comodidad la técnica de la
composición y tuvo numerosos alumnos entre los que cabe destacar a la
guitarrista de fama mundial María Luisa Anido.
Durante años fue concertino en la orquesta del Teatro
Avenida, que dirigía el maestro Penella, y que estaba consagrada especialmente
a la opereta y a la zarzuela. Como director estuvo a cargo de orquestas que, si
bien en los carnavales ejecutaban tangos, regularmente se dedicaban a otro tipo
de música. La atracción por el tango la pudo exteriorizar a través de sus
composiciones.
Se casó con Mercedes Sumiza y tuvieron seis hijos, cuatro
mujeres y dos varones, el menor se dedicó al jazz y en una ocasión conversó, a
fines de la década de los cincuenta, con León Benarós y dejó algunos detalles
sobre la vida de su padre, llevaba su mismo nombre, Carlos.
Recordaba la casa grande donde vivieron, en la calle
Talcahuano 280. Fue su padrino un amigo de la familia, a quien su padre había
conocido en la Asociación Guitarrística Argentina. Era Juan Bergamino
(1875-1959), uno de los pioneros del tango, quien como cantor y guitarrista
llegó al disco en varias oportunidades y fue autor del famoso tango
"Joaquina", dedicado a Joaquina Marán, la propietaria de un salón de
baile. «Mi padre era quien le trasladaba al pentagrama la mayoría de sus
composiciones y además le daba indicaciones técnicas para mejorar su
ejecución.»
Entre sus amistades dentro de la música hay dos apellidos
muy disímiles entre sí, el del "Rengo" Zambonini (autor de "La
clavada") por un lado y el de Juan José Castro por el otro. Este último,
había sido alumno de su hermano Manuel y, por cercanías de edad, trabó amistad
con Carlos y formaron un trío junto a José María Castro, para actuar en
servicios religiosos.
En el Teatro Ópera Posadas actuó como guitarrista, cuando se
presentó en el país la compañía teatral de Madame Rasimi.
«Era un hombre de grave aspecto -comentó alguna vez Benarós-
y desconocemos si fue melancólico en lo profundo, pero en lo exterior,
extremadamente bromista y cordial. Gustaba de la comida criolla, jugaba con sus
hijos poniéndose a la par de ellos y, en sus momentos de ocio, jugaba
"solitario" con las cartas.»
Quienes lo conocieron coincidieron que fue de frecuentar lo
de Hansen (bar y restaurante de Palermo) y también de organizar reuniones
alegres en lo de Laura (casa de citas del centro). No era infrecuente que por
puro gusto y también por dinero, varios de los músicos serios de la época, como
él lo era, amenizaran noches en los lupanares de mayor linaje.
Juan José Castro le dedicó un tango, "Qué titeo",
en cuya partitura dice: «A mi querido amigo Carlos Posadas.»
Su temprana muerte se debió a trastornos cerebro vasculares,
vivía entonces en la calle Esmeralda 215.
Su hijo Carlos le dijo finalmente a Benarós, que los temas
inéditos de su padre, fueron entregados a Aníbal Troilo.
Todo su conocimiento musical, ya afirmado a fines del siglo
XIX, nos revela el espléndido bagaje con que llegó al tango. Y agrega Benarós:
«A la riqueza melódica -de la más pura esencia criolla- suma una perfecta
escritura. Con alguna travesura graciosa en las más viejas composiciones o con
gravedad robusta en otras.»
Rubén Pesce también dio su opinión sobre sus obras: «Sus
tangos tienen una cuidada factura musical, difícil a veces, y una notable
inspiración. Sus temas melódicos y sus combinaciones rítmicas ofrecen
originalidad y personalidad. De la "Guardia Vieja", se destaca como
uno de los autores mas avanzados por su riqueza armónica y su mayor
musicalidad.»
Todas sus composiciones fueron tangos, a excepción de una
mazurca que se tituló "Mi comadre". Es indudable que cuatro títulos
son los que sobresalen: "Retirao", (primera grabación de Carlos Di
Sarli con su orquesta, el 11 de diciembre de 1939 y que también registrara
Troilo, el 10 de julio de 1957); "El jagüel", (Troilo lo graba en
1941; nuevamente Di Sarli, pero esta vez realizando tres versiones, la primera
en el año 1943, la segunda en 1952 y la última en 1956 y D'Arienzo en 1967);
"Cordón de oro", (Troilo en 1941, D'Arienzo en 1967) y "El
tamango" (Troilo en 1941 y D'Arienzo, en 1967).
En sus primeros tangos tuvo la ocurrencia de numerarlos como
fuera también costumbre de Alberico Spátola, sin prescindir de un título.
número 1: "El Toto" (está dedicado a su sobrino A. Valdéz hijo);
número 2: "El taita"; número 3: "El calote"; número 4:
"La llorona" (dedicado a la señorita Aída Campos); número 5:
"Igualá y largá"; número 6: "Si me querés, decime"; número
7: "El gringo" (dedicado a Juan Bergamino); número 8: "El
talero".
Juan Maglio, a quien Posadas le pasó al pentagrama algunas
de sus obras, le registró dos versiones de sus tangos: "El gringo",
"El Toto", "Igualá y largá" y una de "Si me querés,
decime".
Otros títulos suyos: "Tímido", "La
tacuarita", "Cordón de oro", "El chacarero",
"Guanaco", "Don Héctor", "El ventilador",
"Enriquito", "Fatal herida", "Indio muerto",
"Pituca", "Retirao", "Teodorito", "Un
reculié", "Marta", "El flaco", "Mi doctor",
"Mi Porota", "Mi ricurita", "Qué parada",
"Tené paciencia", "El simpático", "Catita",
"El calote", "El talento" y "El biguá".
Para los visitantes extranjeros, vale la aclaración de
algunos títulos que podrían no ser entendidos por su localismo.
Toto, igual que
Porota, son apodos que aún se siguen empleando tanto en masculino como en
femenino.
Biguá es un pato ordinario de plumaje negro y pico corvo que habita
en las lagunas, en España es el zaramagullón.
Taita es una voz del lunfardo que
significa hombre prepotente, pero de coraje.
Tacuarita es el diminutivo de
tacuara, caña que crece en el noroeste argentino y puede alcanzar hasta 25
metros de alto. Pituca, mujer elegante, aristocrática, o que presume de tal,
figura en este último sentido habitual en varias letras de tangos.
Catita,
diminutivo de Catalina.
Calote, deuda de poca monta que se contrae a sabiendas
de ambos intervinientes que no será pagada, en el lunfardo se aplica cuando se
realiza con éxito una estafa o robo.
Jagüel, pozo poco profundo o zanja, en
ambos casos llena de agua, formada naturalmente o por filtraciones del terreno.
En ella beben los animales que recorren las zonas llanas.
Talero, rebenque de
hoja ancha, más bien corta y de mango grueso.
fuente: TODOTANGO.
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FABIAN BERTERO - RETIRAO
EL SIMPATICO
ANIBAL TROILO - EL TAMANGO
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