LA PIRAMIDE DE MAYO.
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A un año de la llamada Revolución de Mayo, de aquel 25 de mayo de 1810, donde nacía nuestra PATRIA, se levantó este Monumento, el primer monumento patrio que tuvo la ciudad de Buenos Aires.
PIRÁMIDE ACTUAL
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fuente: WIKIPEDIA:
Historia
Inauguración
En marzo de 1811
la Junta Grande decidió que el 25 de mayo de ese año se celebre el primer
aniversario de la Revolución de Mayo, y pidió al Cabildo que dispusiera la
mejor forma de hacerlo. Este último decidió, el 5 de abril de 1811, aprobar el
programa de festejos, en el que se incluía erigir una Columna del 25 de Mayo,
con carácter transitorio. No ha quedado registro que permita saber por qué se
eligió la forma de obelisco para el monumento. Lo cierto es que a pesar de que
esa era su forma siempre se lo denominó con el nombre de pirámide.
La Plaza de Mayo
estaba en ese entonces dividida por la Recova, formando dos plazas: la que
estaba frente a la actual Casa Rosada se llamaba Plazoleta del Fuerte y la que
daba frente al Cabildo de Buenos Aires, Plaza de la Victoria, cuyo centro fue
elegido para levantar la pirámide.
Jura de la
Constitución de Buenos Aires (1854) Daguerrotipo atribuido a Fredericks. Se
puede ver la obra original antes de los cambios de 1856.
De su
construcción se encargó el alarife (como se la decía al maestro mayor de obras)
Francisco Cañete, por indicación del cual y de don Juan Gaspar Hernández,
profesor de escultura de Valladolid, el monumento se hizo con materiales sólidos,
entre ellos 500 ladrillos, en vez de utilizar madera como estaba proyectado
hacerlo inicialmente.
El 6 de abril de
ese año se colocaron los cimientos, mientras bandas de música contribuían a la
algarabía general.
El día 25 de mayo
de 1811 se inauguró la obra, a pesar de que se la terminó días después ya que
Cañete no logró cumplir con el tiempo estipulado. Se colocaron al pie de la
pirámide las banderas de los Regimientos Patricios, Arribeños, Pardos y
Morenos, Artillería, Húsares y Granaderos de la guarnición Buenos Aires. La
pirámide y la Catedral fueron profusamente iluminadas. La Recova se iluminó con
1.141 velas de sebo. Los festejos duraron cuatro días e incluyeron danzas, sorteos
y manumisión de esclavos.
El día de la
inauguración , María Guadalupe Cuenca, la señora de Mariano Moreno le escribió
una carta al marido, ignorante de que este ya había fallecido el 4 de marzo en
altamar, en la cual le comentaba con respecto al día de la inauguración
"Están en una gran función en acción de gracias por la instalación de la
junta; predica Chorroarín, han hecho arcos triunfales, una Pirámide en medio de
la Plaza, aunque no la han podido acabar". Ya antes, el 20 de abril, en
otra carta, le decía que "en la plaza principal están levantando una pirámide...",
esta carta es la primera referencia de un particular que se tiene sobre la
misma. Por su parte, Juan Manuel Beruti escribió sobre el festejo inaugural:
"En este mismo se construyó la gran pirámide que decora la plaza Mayor de
esta capital y recuerda los triunfos a la posteridad de esta ciudad la que se
principió a levantar sus cimientos el 6 de abril último; pero aunque no está
adornada con los jeroglíficos, enrejados y adornos que debe de tener por la
cortedad del tiempo que ha mediado, sin embargo a los cuatro frentes,
provisionalmente se le puso una décima en verso, alusiva a la obra y victorias,
que habían ganado las valerosas tropas de esta inmortal ciudad..."
Aunque nunca
fueron hallados los planos trazados por Cañete, estudios realizados
posteriormente llegaron a la conclusión de que era una pirámide hueca, pues por
la premura del tiempo no se hizo de mampostería compacta. Estaba fabricada de
adobe cocido, y tenía unos 13 metros de altura (montada sobre su pedestal
alcanzaba unos 15 m); tenía un zócalo sobre dos gradas, un pedestal sencillo de
cuatro ángulos entrantes y cornisa volada alrededor. Un globo decorativo
remataba el conjunto. Lo rodeaba una verja sustentada por doce pilares de
material terminados cada uno en una perilla redonda. En las cuatro esquinas de
la verja se colocaron en 1812 otros tantos postes, de los que colgaban
farolitos alimentados con grasa de potro.
En los días de
fiestas patrias se la adornaba profusamente con cintas, gallardetes, faroles de
papel y leyendas alusivas.
En 1826 el
presidente Bernardino Rivadavia proyectó erigir un monumento a los hombres de
la Revolución de Mayo, que consistiría en una magnífica fuente de bronce
“subrogando al que hoy existe”, con la inscripción: "La República
Argentina a los autores de la revolución en el memorable 25 de mayo de
1810". Se debatió entonces si correspondía eliminar a la Pirámide de Mayo.
Como sea el proyecto no se llevó a cabo debido a la renuncia de Rivadavia en
1827 y a pesar de que la ley fue sancionada por el Congreso.
En 1834 se
encontraba en ruinas, descascarada y desmenuzada y su cerca retorcida y
oxidada. El gobierno provincial contrató al albañil Juan Sidders y al herrero
Robert M. Gaw para repararlas. El arreglo terminó en enero del año siguiente,
dos meses después de que asumiese como gobernador Juan Manuel de Rosas.
En 1852 los
hermanos Jaunet, utilizando un pequeño gasómetro, la iluminaron con lámparas de
gas, dejando al público, que solo conocía de faroles alimentados con aceite de
potro, asombrado.
El 23 de mayo de
1854 se juró junto a ella la Constitución del Estado de Buenos Aires. Se
colocaron entonces cuatro pirámides adornadas y con inscripciones, de estilo
gótico, en sus cuatro ángulos y muchos adornos realizados con flores.
La nueva Pirámide
En 1856 se
encontraba nuevamente muy abandonada. El 3 de abril de ese año se instaló la
Municipalidad de Buenos Aires y la reparación del monumento fue una de sus
primeras medidas. Una comisión nombrada al efecto integrada por Domingo
Faustino Sarmiento, Felipe Botet e Isaac Fenández Blanco encomendó al pintor y
arquitecto Prilidiano Pueyrredón que la transformara. Este realizó un proyecto
con el deseo de hacerla más artística y grandiosa. Esta idea fue aceptada y se
construyó la actual, dejando parte de la primitiva en su interior al revestirla
con ladrillos y argamasa. Modificó el pedestal y el remate original, haciéndola
más alta y ancha. Se la dotó en su parte superior de una estatua de la
Libertad, cuya cabellera se cubrió con un gorro frigio (alegoría de La
Argentina). Dicha estatua, de 3,6 m de altura, fue realizada por el escultor
francés Joseph Dubourdieu utilizando una mezcla de material. Este artista
también se ocupó de realizar las simbólicas figuras de La industria, El
comercio, Las ciencias y Las artes que se colocaron en los cuatro ángulos del
pedestal.
En las caras del
obelisco también se añadieron: un sol que miraba al naciente (o sea, hacia la
actual Casa Rosada) en dorado, y en los restantes tres lados coronas de laurel
en altorrelieve. Pueyrredón también modificó el pedestal y capitel original
aumentándoles la altura y ancho. En los cuatro lados de la base se colocaron
las representaciones del escudo nacional argentino. Se colocó una nueva verja
que en cada uno de los vértices tenía un farol a gas. La obra fue finalizada el
27 de abril de 1856. Debió ser estucada imitando mármol para darle un aspecto
más rutilante, pero no se realizó con éxito, por lo que un año después se la
volvió a estucar.
El 21 de octubre
de 1860 fue testigo de la jura de la Constitución de la Nación Argentina por
parte de las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, encabezadas por
Bartolomé Mitre.

Jura de la
Constitución de Buenos Aires (1854)
Daguerrotipo atribuido a Fredericks.
Se
puede ver la obra original antes de los cambios de 1856.
En 1859, debido a
que el revoque usado no presentaba la duración esperada, se recubrió su base
con mármol. En 1873 se encontraban en muy mal estado las estatuas, que eran de
tierra cocida y estucada, motivo por el cual se retiraron y se reemplazaron por
unas esculturas de mármol de Carrara (La Geografía, La Astronomía, La
Navegación y La Industria) que se hallaban en el primer piso del Banco
Provincia en la calle San Martín. Estas permanecieron hasta 1912 en que, al
trasladarse la pirámide, fueron retiradas y pasaron a depósito municipal. El 6
de octubre de 1972 fueron ubicadas en la antigua plazoleta de San Francisco, en
la intersección de las calles Defensa y Alsina, a unos 150 m de la actual
ubicación de la pirámide, donde aún permanecen.

La Pirámide en medio
de la Plaza de la Victoria (1867).
En 1883, bajo la
intendencia de Torcuato de Alvear, se demolió la Recova y desde entonces las
dos plazas quedaron formando la actual Plaza de Mayo. El intendente consideraba
que el monumento debía ser demolido y en su lugar construido otro más
grandioso, por lo que pidió autorización al Concejo Deliberante para ejecutar
el proyecto. Este consultó la opinión de distinguidos ciudadanos: los ex presidentes
Bartolomé Mitre; Domingo F. Sarmiento y Nicolás Avellaneda; Vicente F. López;
Andrés Lamas; Miguel Estévez Seguí, que fuera Jefe de Policía y Presidente de
la Muncipalidad; Ángel Justiniano Carranza, Manuel Ricardo Trelles y José
Manuel Estrada. Cuatro de ellos, Avellaneda, Lamas, Estrada y Estévez Seguí, se
inclinaron por respetarla. Así, por ejemplo, Mitre opinaba que "Si ese
monumento existiese en su primitiva y severa sencillez, no hay duda que debiera
conservarse (...pero...) de tal manera ha sido adulterado en sus líneas
generales y en sus proporciones así como en su rústico estilo arquitectónico
(...) fuera de la tradición histórica que le dio significado (...) puede y debe
ser demolida como tal por ser una falsificación." Solo consideraba digno
de respetarse y conservarse el basamento.
Sarmiento
rechazaba las profanaciones hechas a la primitiva pirámide. El Dr. Nicolás
Avellaneda opinaba que debía restablecerse en su forma primitiva, despojándola
de los adornos añadidos más tarde, pero sin destruirla.
En cambio, para
Andrés Lamas, el monumento debía conservarse por varias causas:
porque el pueblo la vincula con nuestras
primeras victorias patrias y porque junto a ella se conmemoran todas las
fiestas importantes, lo que la convirtió en el Altar de la Libertad.
porque es la verdad de su tiempo, porque es
pobre porque los patriotas eran pobres pero libres.
porque para demolerla se necesita una ley
nacional que lo autorice ya que la municipalidad no tiene poder sobre ella.
Fueron tantas las
opiniones y las protestas periodísticas que el Concejo Deliberante y Alvear
prefirieron no innovar. No obstante el 25 de octubre el Congreso de la Nación
decidió eliminar el "triste monumento" e instalar "una magnifica
fuente de bronce", pero la iniciativa no prosperó.
El traslado

Traslado de la
Pirámide, en 1912.
En 1906 se
proyectó para el Centenario de la Revolución de Mayo un grandioso
"Monumento a la Revolución de 1810", con la idea, nuevamente, de que
encerrara en su interior a la Pirámide. Se realizó un concurso internacional
que fue ganado por dos italianos. La ubicación del monumento debía ser el
centro de la Plaza de Mayo para lo cual era necesario el traslado de la
Pirámide. Éste se realizó recién en 1912, bajo la dirección de Anselmo Borrel.
La Junta
Histórica y Numismática (antecedente de la Academia Nacional de la Historia)
realizó previamente un análisis que corroboró que la pirámide original estaba
bajo las adiciones realizadas en 1857. Primero, como se comentó anteriormente,
se le retiraron para siempre las estatuas de mármol que tenía a su alrededor.
Luego se la "encamisó" con maderas para protegerla durante el
movimiento. Se colocaron dos rieles a una distancia uno del otro de 4 m
sustentados en pilares de mampostería que debieron soportar el peso de 225 tn.
La tracción se realizó con guinches, colocándose debajo de la Pirámide una
plataforma de cemento que descansaba sobre sólidas ruedas. Así, paso a paso,
avanzó 63,17 m desde el 12 de noviembre al 20 del mismo mes, colocándose debajo
de ella, al finalizar la operación, una urna de metal con una leyenda referente
a su traslado. Sin embargo, el proyecto de encerrarla en otro gran monumento
volvió a quedar en la nada, en parte debido al inicio de la Primera Guerra
Mundial y en parte a las protestas de quienes no estaban a favor del
traslado. Así, en 1915, al cumplir con el pedido de los periódicos de reponer
las placas de homenaje que se habían retirado, todo volvió a estar como antes,
salvo por el traslado en sí y porque además de las estatuas se retiró la cerca
que fue sustituida por un suave foso cubierto de césped.
También después
se tuvo la idea de restituirla a su origen histórico, ajustándola en lo posible
a sus antiguas líneas. Además se le colocaron los peldaños y la reja que la
rodeaba, quitándole el "armazón de estuco y figuras inoportunas".
Pero resoluciones posteriores limitaron las reformas a colocarla al nivel del
suelo, renovarle la pintura y reemplazarle los escudos por el de 1813, además
de devolverle la reja primitiva.
El 25 de mayo de
1941 la Comisión de Monumentos Históricos descubrió, cerca de la base de la
Pirámide, del lado oeste, una placa referida a la nobleza del monumento, que
fue declarado Histórico por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional nº 120.412 del
21 de mayo de 1942.
fuente: WIKIPEDIA
Nota completa:
Nota:
En este sitio también hay muchas fotos con toda la historia de la PIRAMIDE DE MAYO, para conocer un poco más del tema:
página webb ARCON DE BUENOS AIRES
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