La Mesa del Café
Cosas y casos del campo
publicado en TODOTANGO
YAGUARETÉ
Cosas y casos del campo
publicado en TODOTANGO
YAGUARETÉ
Por: rolandomoro 30/11/2008
El Yaguareté es
el animal sagrado para todas las Etnias de América, imponente, soberbio,
hermoso. Las historias entre peones, puesteros y gente del campo, eran muchas y
de chico las oía casi a diario. Una vez hubo un revuelo grande entre los peones
y mi abuelo, pues uno de ellos había matado tres vaquillas y llegó el momento
de salir a buscarlo, en una “picada” perdida encontraron el rastro del último
animal muerto que había sido arrastrado por casi 200 metros, dicha picada
estaba cortada en un tramo pues había caído un árbol y bloqueaba el paso, el
Yaguareté había subido la vaquilla por arriba del tronco, la pasó y siguió unos
70 metros más, donde la tapó con ramas. La vaquilla casi duplicaba el peso del
felino.
Tenía 6 años y
acompañe a mi abuelo y dos tíos que nuevamente fueron al lugar, allí Don Éden
(mi abuelo), con una espina “Corona” que mojaba en un pequeño frasco que tenía
estricnina, fue pinchando todos los restos del vacuno.
A los tres días
se encontró a una gran hembra de Yaguareté muerta a pocos pasos, con la cara
puesta sobre las manos y sobre un cardo….Como si durmiese, me impresionó ese
cuadro.
Tuve el cuero en
mi poder hasta casi los años 70, que terminó por apolillarse pues nunca fue
curtido.
A comienzos del
setenta, fuimos con amigos hasta el impenetrable Chaqueño, cuando aun era
impenetrable. Caminaba una mañana (serían las 9 hs), por la picada número 5 que
YPF había hecho en tiempos de Perón para buscar petróleo. Al llegar a una
excavación para reserva de agua (en el medio de la nada), observé dos
yaguaretés bebiendo y al verme dieron un gran salto y se fueron, (zocaga de
aquellos me dieron), sumido en otros pensamientos internos, venía distraído y
me sorprendieron de gran forma, fundamentalmente sabiendo que frente a ellos no
tenemos la más mínima posibilidad si se disponen a agredir.
En otras ocasiones
viajando de noche por picadas de esa zona, vi. Cruzar a varios el camino, una
(era una hembra), se desplazo varios metros delante de la camioneta y pude
observarla perfectamente por un rato….Es una visión imponente!!.
Luego me
relacionaría directamente con estos ejemplares, al realizar denuncias directas
contra quienes comercializaban cueros o matanzas, poniendo trampas para que
asesinos con dinero viniesen desde Baires o el extranjero a “cazarlos”,
vulgares asesinos de plata fácil.
El último
encuentro ocurrió en Julio del 93, Habíamos hecho un campamento con tres amigos
más, a la vera del NAITÉ, (Formosa), un río “aliviador” del Pilcomayo, cercano
a la frontera del Paraguay.
Enorme cantidad
de animales y colgando de árboles, varias piezas de caza que consumíamos
durante los 15 días que permanecimos allí. Un frío insoportable esa noche de
luna llena que sería la última, pues al otro retornaríamos. Cercano a la media
noche comenzamos a sentir bramidos lejanos que tomaban rumbo al campamento (en
la zona se “sembraron” ciervos, para alimento del felino y muchos burros
salvajes), la vigilia duró como 45 minutos, hasta que el felino se detuvo en la
costa de enfrente del riacho. Sentíamos su respiración agitada, pero no salía a
la vereda de monte para que lo viésemos, el viento lo favorecía y percibía el
olor de alimentos y seguramente también el nuestro, sabíamos que desde la
espesura nos miraba, lo presentíamos. Cada tanto bramaba y se nos paraban los
pelos de la espalda, es inmovilizador por lo atemorizante….Armados hasta los
dientes, ni siquiera respirábamos, cada tanto mirábamos hacia atrás, no fuese
cosa que anduviese otro.
Iba y venía, el
frío nos calaba los huesos, nos mantuvo de esa forma como dos horas, pero no
atinó a cruzar el riacho (afortunadamente).
La historia es
mucho más larga, pero como complemento les diré que en el mismo lugar habían
ocurrido dos accidentes mortales con animales de este tipo.
Nunca más los
volvería a ver, pero luego al conocer el leopardo en el extranjero, puedo
asegurarles que parece un “gatito” al lado del Yaguareté.
Saludos
Por: Horacio de
Córdoba 30/11/2008
Estimados amigos:
Muy buenas las
historias. Agrego una pequeña pero referida a un puma, precisamente al que me
referì cuando hablaba de "la uña cazadora".
Se trataba de un
cliente mìo, muy cazador, que habìa salido a cazar vizcachas durante la noche.
Finalizada la
jornada y cuando se aprestaban a comer algo, uno de los cazadores advirtiò dos
ojos que brillaban atràs de los arbustos. Pensando que era una vizcacha, este
muchacho hizo punterìa y disparò. Se sintiò un rugido y un cuerpo que caìa.
Cuando fueron a
buscar "el trofeo" se encontraron con un puma muerto (la piel es la
que yo vì con la famosa uña).
Què hacemos?
preguntò uno de ellos.
Lo comamos
respondiò otro.
Le quitaron la
piel y lo asaron.
Cuando le
preguntè a mi cliente que tal era la carne me respondiò que era media dulzona.
No conozco esto porque nunca he comido pumas (creo).
Un abrazo.
Horacio
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