Seguimos publicando del libro "Las redes que tendimos"
de la querida Beatriz Bernardita Vallazza.
Hoy el prólogo, nada menos que de la poeta Ester de Izaguirre.
PROLOGO
Es muy difícil emitir un juicio breve
acerca de este excepcional libro de poemas de Beatriz Vallazza en el que muestra la total maduración del sentimiento.
La poeta le canta a la gracia de vivir
en su poema “Alegría”:
….los viejos pétalos
entre las páginas de libros olvidados.
En los versos de Beatriz Vallaza las
metáforas elevan al poema hasta su máxima belleza, como en “Ausencia”:
Fuiste el camino
hacia la rompiente.
Miel y sal,
su oscura transparencia.
Nada escapa a su maestría para
mostrarnos a nosotros mismos y al mundo, transfigurados por sus sentimientos.
El poema “La culpa” tiene el aliento y
la fibra de la verdad,
la confesión que rastrea nuevamente el
pasado de la inocencia.
En las palabras de “Déficit cero”
impugna a una Buenos Aires viva, en su dramático acontecer:
Suena un acordeón
compases de estampa
arañazos de miseria que Piazzolla no
compuso.
Como en un piano oprime las teclas de
todas las emociones. Cómo no cantarle a la despedida, si en la vida el tiempo
es una sucesión de despedidas.
Los abrazos se sorprenden del vacío
y en los labios se quiebra el
desaliento.
Innovadora fuerza, insólita hondura
sin alardes son las imágenes de su poema “El adiós”:
…y atrapado el corazón
por caminos de piedra y noche
nos queda en los puños apretados
la vigilia de miradas color suelo.
La riqueza de vocabulario de este
libro permite adecuar las palabras a sus sentimientos en “El miedo”
El miedo es un témpano
gigante.
Viaja en las arterias
crece
fagocita.
Cazador insomne
sin descanso.
Alerta.
Al leer estos poemas nos afirmamos en
la idea de que Beatriz Vallazza está entre los que ocupan un lugar de
privilegio en la poesía argentina por su lenguaje de belleza e imágenes
precisas, por la síntesis y la fuerza de sus metáforas, por los temas
tradicionales (la madre, la casa) y los de absoluta actualidad como
“Globalización” e “Irak 2003”, por su capacidad de renovar los grandes temas de
la poesía clásica.
Es inútil tratar de expresar con
palabras comunes, las virtudes de poemas fuera de lo común y que llegan a
nuestra sensibilidad porque no existen caminos rebuscados. Su modernidad es la
del talento poético, la sencillez de la expresión sincera.
Ester de Izaguirre.
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