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DE MAYO
1915 - Nace en Rafaela (Santa Fe), Remo Pignoni, músico, pianista, compositor. Se destacan entre sus temas “Amargo me gusta”, “Manojito de amancay”, “Zamba de las nubes”, la huella “Por el sol” y el gato “Pa’ la Dorita ”. La Escuela Municipal de Rafaela lleva su nombre. Muere a los 73 años.
EFEMERIDES FOLKLORICAS ARGENTINAS
de JUAN CARLOS FIORILLO.
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REMO PIGNONI.
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Rafaela, provincia de Santa Fe, Argentina, 4 de mayo de 1915
– Rafaela, 15 de mayo de 1988
Vivió siempre en su
pago, siempre entre sus vecinos, siempre con su piano, siempre de su trabajo
con la música. Desde su solar y su condición, Remo Pignoni trascendió a la
Argentina musical por una serie de admirables composiciones que produjo en un
lapso creativo de cinco años.
Hijo de piamonteses llegados de Udine a la Argentina, desde
que nació estuvo rodeado de música en su hogar. A un abuelo director de banda y
tíos músicos se sumó su papá, flautista, integrante de la banda municipal. En
esa agrupación puso a Remo a tocar el redoblante para que conociera todos los
ritmos. A sus doce años, Pignoni ingresó al conservatorio del maestro italiano
Luis Ricci, donde realizó todos los cursos teóricos e instrumentales de piano.
Apenas obtuvo su diploma, comenzó a dictar Cultura Musical en la Escuela Normal
Número 4 Domingo de Oro y en la Escuela Nacional de Comercio, las dos de
Rafaela, labor que realizó por más de cuarenta años, hasta su jubilación. Pero
Pignoni fue además pianista de varias orquestas típicas rafaelinas, como la de
Mario Platini, Cetta-Bainotti y Cetta-Pignoni con las que recorrieron pueblos y
ciudades animando bailes y fiestas, una rutina de los fines de semana que Remo
cumplió desde muy joven y durante años.
Gustoso de todos los géneros eruditos y populares, también
desarrolló una extensa labor en la orquesta típica local, que animaba los
bailes y las fiestas del Club Atlético Rafaela, y en la banda que tocaba en los
actos públicos de la ciudad.
Fue director, desde su creación, del Coro Estable del Centro
Ciudad de Rafaela, socio fundador del Círculo de Ajedrez Roberto Grau e
integrante de la primera Comisión de Cultura de la Municipalidad de Rafaela.
Contrajo matrimonio con Dora Bertolotti con quien tuvo tres hijos: Atilio, José
María y Remo.
El Remo Pignoni compositor asomó tarde, después de que en la
casa de Tucho Spinassi, en Rosario, escuchara tocar a su admirado Adolfo
Ábalos. La pianista y compositora Hilda Herrera, presente aquella noche,
recuerda que Pignoni habló: “Yo tengo que hacer esa música”.
Pignoni ha dicho de sí: “Cuando empecé a componer tenía 43
años. Lo hice porque ya me sentía ahogado, tocaba la música de los demás y no
podía comunicar mi propia música. Así es que trabajé cinco años fuerte, con
mucho amor, con muchas ansias. Fue como un grifo que se hubiese abierto al
máximo, soltando todo lo que el depósito tenía. Pero el depósito no era muy
amplio y se agotó”.
Sin embargo, la obra de Pignoni no es tan breve como el
propio autor sugiere, y luce el mérito infrecuente de una alta, constante
calidad. Las piezas que compuso son todas bellas, y muchas, además,
innovadoras.
Para expresarse, el músico eligió las formas populares, que
recreó iluminadas en melodías de alto vuelo, y arropó en armonías y contrastes
rítmicos de criolla astucia, con guiños de afecto por Claude Debussy, Alberto
Williams, Julián Aguirre y Carlos López Buchardo.
El buen gusto de Pignoni se manifestó, asimismo, cuando
eligió a los poetas que darían letra a sus canciones: Alfonsina Storni,
Margarita Durán, José Pedroni, Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, León
Benarós, Ariel Petrocelli, Guiche Aizenberg, Fortunato Nari, Mario Vecchioli,
Alberto Domenella, Emilio Alejandro Lamothe y Quintín Porporatto.
También rafaelino, Roberto Pincetti anota acerca de Pignoni:
“Fue amigo del alma del pianista y director Carlos García, compartió conciertos
con el Cuchi Leguizamón, admiraba a Carlos Guastavino y a Suma Paz, y mantuvo
ricas conversaciones e intercambios musicales con Ariel Ramírez, Horacio Salgán,
el Mono Villegas y muchos otros músicos”.
En le década de 1950, con el auge de la música de raíz
folclórica, Pignoni ya había asumido como suyos a todos los ritmos argentinos
y, con absoluta naturalidad, desde su santafesina Rafaela componía bailecitos,
carnavalitos, vidalas, zambas, chacareras, tonadas, cuecas, huellas, gatos,
milongas, malambos, triunfos, vidalas chayeras y aires del Litoral.
Hacia 1958, Editorial Lagos publicó sus Doce canciones
escolares infantiles, Ocho estudios para guitarra y Seis danzas tradicionales
para dos guitarras, que el autor ya había grabado con Iván Cosentino bajo su
sello Qualiton con el título de El habitante del silencio. Luego, bajo el sello
Irco, también de Cosentino, apareció De lo que tengo, un álbum doble de vinilo
con 28 temas suyos.
Al mismo Cosentino se debe también la publicación, en 1994,
del compacto Homenaje a Remo Pignoni, con veinte piezas. De ellas, ocho son
grabaciones del autor; las doce restantes son registros de Oscar Cardozo Ocampo
en piano y María Teresa Olmos en canto.
Para honrar la obra de Pignoni al cumplirse en 2008 veinte
años de su muerte, se unieron Iván Cosentino y Acqua Records en un mismo
proyecto discográfico dedicado al autor, el compacto Remo Pignoni inédito. El
sello Epsa Music editó en formato digital las partituras del disco, que grabó
Patricia Lamberti.
Son muchos los intérpretes que, en sus discos, han incluido
composiciones de Pignoni. Entre ellos, el extraordinario músico entrerriano
Carlos Aguirre, el guitarrista Enrique Núñez, el Coro Polifónico de Coronda, el
norteamericano Santa Fe Guitar Quartet, los grupos Clave de Canto, Buenos Aires
8, Opus 4, los solistas Rubén Durán, Marta Pirén, Miguel Martínez, Walter
Heinze, el Dúo Rosa y Jorge, el guitarrista Rubén Carlini, y el dúo de
guitarras Ernesto Snajer - Palle Windfeldt, de Copenhague.
De Remo Pignoni quedan aún unos ochenta trabajos inéditos,
entre los que hay canciones, piezas para dos guitarras y 17 estudios para
bandoneón.
El Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, en el
marco del programa Mapa Musical de Santa Fe, promovió en 2009 en el Teatro
Lasserre de Rafaela un concierto de homenaje a la obra de Remo Pignoni. Ese
concierto, producido por el colectivo rafaelino Otras Voces, reunió a variados
intérpretes (como los citados Aguirre y Carlini, entre otros) de la obra de
Pignoni.
Las piezas de su autoría que se conocieron después de su
fallecimiento, como toda su obra, fueron valoradas y bien recibidas por los
buenos oyentes, por los músicos destacados, y especialmente por los pianistas
jóvenes. El trabajo de difusión de su esposa Dorita merece ser destacado.
Compositor e intérprete de calidad, los rafaelinos lo
consideran uno de sus mayores orgullos y reconocen que no obstante esa
atmósfera que lo rodeaba por méritos propios fue siempre el mismo hombre
sencillo y amable que andaba por las calles de la ciudad, asistía a
espectáculos o aconsejaba a los músicos jóvenes con sinceridad y sin vanidades.
Dueño de una personalidad coherente y definida, conquistó el meritorio lugar
que su ciudad le dio.
Dijo de él el poeta Hamlet Lima Quintana: “El verdadero
creador enfrenta el problema en forma cotidiana. Y con esa misma cotidianidad
resuelve ser. Pese a todo: a las esperas, a las postergaciones, a los
desconocimientos, a los deslumbramientos, a los improvisados, a los impostores.
Este es el caso de Remo Pignoni, Quizás el auténtico habitante del silencio
creador”.
LA MUSICA DE SANTA FE.COM
http://www.lamusicadesantafe.com.ar/artistas.php?id=197
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