Tango 1922
Música: Carlos Vicente Geroni Flores
Letra: Samuel Linnig
En la orquesta sonó el último tango,
En la orquesta sonó el último tango,
te ajustaste nerviosa el antifaz
y saliste conmigo de aquel baile
más alegre y más rubia que el champán.
¿Cómo se llama mi Pierrot dormido?,
te pregunté, y abriendo tú los ojos.
en mis brazos, mimosa, respondiste:
"A mí me llaman Melenita de Oro...
¡Si fuera por la vida!... ¡Estoy tan sola!..."
¿Recuerdas? Parecía que temblabas
con ganas de llorar, al primer beso...
¡Ya mentía tu boca, la pintada!
Melenita de Oro,
tus labios me han engañado,
esos tus labios pintados,
rojos como un corazón...
Melenita de Oro,
no rías, que estás sufriendo,
no rías, que estás mintiendo
que anoche sufrió tu corazón.
En la almohada, como a una mancha rubia,
tu ausente cabecita creo besar
y mis ojos te ven (¿ya no te acuerdas?)
más alegre y más rubia que el champán.
Déjame; no, no quiero tus caricias;
me mancha la pintura de tus labios...
¡Todavía están tibios de otra cita!
¡Si se ve que recién los has pintado!
Apágame la luz, cierra la puerta...
No quiero verte más, mujer odiada,
déjame solo, solo con mi pena...
¡No quiero verte más!... ¡Vuelve mañana!
FLOREAL RUIZ
FLOREAL RUIZ
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