MARIO DEMARCO.
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Semblanza de GASPAR ASTARITA
publicada en la página webb TODOTANGO
BANDONEONISTA, ARREGLADOR, COMPOSITOR
Nombre completo: Mario Domingo Lapunzina
Músico de primera línea, tuvo la decisiva influencia de dos
escuelas tangueras de marcada individualidad y hondo arraigo popular, las de
Alfredo Gobbi y Osvaldo Pugliese.
Pero, este marcado esquema canyengue y evolucionadamente
milonguero podía llevarlo a la imitación, pero lejos de ello, este excelente
instrumentista creyó honestamente, y así lo demostró, que entre esas dos
posiciones estéticas, tan perfectamente manifiestas, podría caber su propia
formulación, y así resultó. Las veces en que incursionó con su propio conjunto,
mostró su propia definición estilística.
Hizo gala de un tango de grata y particular división rítmica
que lo afilió, inmediatamente, a la concepción de avanzada, con permanente
juego de figuras canyengues. Un linaje tanguero con fondo adusto, denso,
arrastrado por momentos, por el permanente y ceñido empleo del contrabajo ajustándose
al sector grave de la cuerda. Y todos, con prudente acentuación, amalgamándose
a la mano izquierda del piano, que hacía memorar por momentos al músico que
aportó esa rica y novedosa acentuación bordonera: Orlando Goñi.
Y el bandoneón cadenero del director, personal y vigoroso,
llevándose el conjunto tras de sí. Ahí está, para demostrarlo, la admirable
versión de su propio tango, "Solfeando", interpretado por la orquesta
que formara en 1965, que ratifica sin ninguna duda esta evaluación de su
particular estilo.
Nació en Buenos Aires. Estudió bandoneón con Joaquín
Clemente y, luego, armonía y contrapunto con el maestro Julián Bautista.
Antes de 1940, y sin descuidar sus estudios, comenzó a
trabajar profesionalmente como acompañante de cantantes solistas, para integrar
al poco tiempo las orquestas de Antonio Rodio y Juan Canaro.
En 1942, pasó a la orquesta de Alfredo Gobbi, conjunto en el
que comenzó a mamar su futuro y particular estilo y a perfilarse como hombre de
punta en la fila de bandoneones. Fue en esa orquesta donde se encontró de
pronto con el lenguaje musical con el cual se identificaba.
Con Gobbi arrancó en el local "Sans Souci" con la
siguiente alineación: Toto D'Amario, Deolindo Casaux, Tito Rodríguez y él en
bandoneones; Alfredo Gobbi, Bernardo Germino y Antonio Blanco en violines; Juan
Olivero Pro en piano; Juan José Fantín en contrabajo, y los cantores Walter
Cabral y Pablo Lozano.
Permaneció en esta agrupación hasta 1951 y en esa época dio
a conocer una de sus obras más perdurables: "Entrador", un bellísimo
tango instrumental de corte milonga, grabado por la orquesta de Gobbi y por la
de Osvaldo Pugliese.
Sobre los finales de ese año formó su propia orquesta: Mario
Demarco, Alberto Garralda, Tito Rodríguez y Ricardo Varela (bandoneones); Luis
Piersantelli, Antonio Blanco, José Singla y Jorge González (violines) -también
en algunas instancias José Carli y P. Cabrera-; Ernesto Romero (piano), Luis
Adesso (contrabajo) y los cantores Jorge Sobral y Raúl Quirós.
Actuó en el dancing "Casanova", en bailes y otros
lugares nocturnos, dejando grabados en el sello Pathé 18 títulos.
Tuvo buena acogida de los entendidos, pero con el gran
público no pasó nada, y tuvo que disolver la orquesta a mediados de 1953.
Ingresó en la orquesta de Julio De Caro en ese mismo año y, a principios de
1954, don Julio "dio las hurras", dispersándose una prestigiosa
escuadra de fuelles: Carlos Marcucci, Marcos Madrigal, Mario Demarco, Alfredo
Marcucci, Alberto Garralda y Arturo Penón.
En junio se incorpora a la orquesta de Osvaldo Pugliese para
cubrir el alejamiento de Jorge Caldara. También le tocó cumplir tareas de
arreglador y dejó en ese conjunto varios trabajos que ratificaron su
personalidad musical. Serafín Magna, vocero de la orquesta, comentaba su
arribo: «Nadie mejor que Demarco, para completar la fila de bandoneones pues es
bien reconocida su ductilidad como ejecutante, y que a la vez reforzará el
plantel de orquestadores integrado por Pugliese, Balcarce y Peppe».
Con esa orquesta, estrena otro de sus mejores tangos:
"Patancha", que graban en Odeon -el 13 de mayo de 1957-, con un
inmejorable arreglo propio y, curiosamente, en esa placa Osvaldo Pugliese
estuvo ausente, lo reemplazó Osvaldo Manzi. También hizo los arreglos de
"Suipacha", "Emancipación" y "Quejumbroso".
En 1959, se desvinculó de Pugliese porque la orquesta inició
una gira por China y la Unión Soviética, pero Demarco no pudo viajar, pues su
esposa estaba enferma. Lo reemplazó Julián Plaza. Finalizó ese año actuando y
como arreglador en las orquestas de Raúl Lavié y Héctor Stamponi.
Compuso además: "Sensitivo", junto a Máximo Mori;
"Aquella deuda" y "Pavada", con letras de Julio Camilloni;
"Astillas", letra de Jacinto Alí; "Sin un adios", con
Reinaldo Yiso; "Para Pirincho", con Santiago Adamini y "Barro y
asfalto", con Jorge Sobral y Roberto Vilar.
Entre 1960 y 1963 forma algunos conjuntos para acompañar a
cantantes solistas, entre ellos: Edmundo Rivero, (Discos Philips), Argentino
Ledesma (Odeon) y Jorge Sobral (Columbia).
En 1964, Alfredo Gobbi reagrupa su conjunto y lo vuelve a
convocar. Debutan en "Patio de tango", pasan a "Sans Souci"
y actúan en Radio Splendid. En esos días, estrena su tango más representativo:
"Solfeando". Pero esta nueva etapa de Gobbi concluye ese mismo año.
Siempre en 1964 pasa a la orquesta de Joaquín Do Reyes. La
fila de bandoneones la forman Máximo Mori, Mario Demarco, Santiago Cóppola y
Antonio Marchesse; en el piano Carlos Parodi, Osvaldo Monteleone en contrabajo
y los violines de Roberto Guisado, Aquiles Aguilar, José Nieso y Claudio
González y la voz de Ricardo Aguilar.
En agosto de 1965 formó orquesta propia con elementos
noveles, desconocidos casi todos en las grandes carteleras del tango, más el
valioso aporte del violín de Roberto Guisado. Para el sello Solfeando registró
4 temas instrumentales -de impecable interpretación: "Solfeando",
"Sensitivo", "A San Telmo" y "Muy picante", junto
a 4 cantados por Marcelo Soler y Jorge Román.
Toda su vigorosa personalidad artística quedó plasmada en esas grabaciones: su formación decareana, las influencias de Gobbi y Pugliese, sus conocimientos musicales, su fuerza interpretativa -milonguera y zapadora-,y al ejecutante de fibra, marcando su inconfundible canyengue a la orquesta, o fraseando desde su bandoneón, tierna y emotivamente.
Después de esta fallida experiencia vuelve a acompañar
cantores, rebuscándosela como mejor puede. En el año 1966 se destaca un disco
que graba con Rodolfo Lesica, en el que sobresalen dos títulos:
"Destellos" y "Quiero verte una vez más".
Al año siguiente lo tenemos en la cantina
"Ernesto", de Corrientes y Gallo -en pleno barrio del Abasto-,
formando un trío con Norberto Ramos en piano y Enrique Maldonado en contrabajo,
acompañando a una verdadera legión de cantores por noche. También vuelve a
acompañar a Edmundo Rivero en la grabación de un disco.
En 1968, siempre en actividad pero con marcados altibajos,
comenzó a grabar acompañando al cantor Gerardo Mancini, completando apenas la
mitad de la placa. Desde hacía un tiempo sentía fuertes dolores en una mano,
aviso de un grave mal que fue detectado más adelante. La rápida y desfavorable
evolución de la enfermedad obligó a la amputación de la mano izquierda.
La muerte lo sorprendió antes de lo esperado, tomando un
café en la confitería El Águila, al lado de SADAIC. Fue un paro cardíaco.
Se me ocurre, para finalizar esta breve reseña, que son
oportunos unos versos de Julio Camilloni: «Estrella que se apaga repentina y
dolorosamente... Bandoneón cadenero en toda orquesta y orquestador de tango,
tango y tango».
fuente: TODOTANGO.
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RONDANDO TU ESQUINA - JORGE SOBRAL
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