Lunes 18 de
octubre de 2004 | Publicado en edición impresa
Ultimo adiós:
falleció anteanoche
Susana Campos
brilló en teatro, cine y televisión
"Rosaura a
las diez" y "Brujas" son dos de sus trabajos más recordados
Los restos de la
actriz Susana Campos, que falleció anteanoche a la edad de 70 años en su
domicilio porteño, víctima de un tumor cerebral, fueron cremados ayer, en el
cementerio de la Chacarita.
* * *
Mesurada,
distinguida para asumir con responsabilidad cada uno de sus personajes. Así era
Susana Campos y así queda demostrado en cada una de sus actuaciones registradas
en casi sesenta producciones cinematográficas.
Había nacido el
31 de agosto de 1934, en Buenos Aires. En una época en que la industria
cinematográfica se prodigaba en títulos y se hacía necesaria la presencia de
rostros juveniles, Susana Campos, con apenas 18 años, tuvo su primera
oportunidad, según algunos registros, en 1946 con "Tres millones... y el
amor", de Luis Bayón Herrera. Otros investigadores establecen que su
carrera se inició en 1947, cuando fue seleccionada en un concurso para
acompañar a María Duval en "La serpiente de cascabel", de Carlos
Schlieper.
Lo importante es
que la joven actriz ya había decidido su vocación y su rostro tenía una buena
relación con la cámara. Vinieron otras participaciones cinematográficas que no
la colocaban en los papeles protagónicos, pero sí le permitieron foguearse en
personajes más desarrollados, como sucedió en "Fúlmine", "Cuando
besa mi marido", "El hermoso Brummel", "Los árboles mueren
de pie", "Caídos en el infierno", "Amor a primera
vista" "La cigüeña dijo sí", dirigida por Enrique Carreras,
director que la llevó al protagonismo en varias remakes, como "El día que
me quieras", "Los muchachos de antes no usaban gomina", en el
papel de la Rubia Mireya, "Los chicos crecen" y "Así es la
vida".
Pero en su vida
profesional hubo tres directores que iban a enriquecer su veta dramática:
Leopoldo Torre Nilsson, en "Graciela" (1956); Mario Soffici, en
"Rosaura a las diez" (1958), y René Mugica, en "El hombre de la
esquina rosada" (1962), donde interpreta a La Lujanera, otro film que le
permitió obtener un galardón en el Festival de San Sebastián.
La mejor síntesis
de su trabajo actoral se encuentra puntualmente en "Rosaura a la
diez", que adapta la obra de Marco Denevi, donde Susana Campos debió
interpretar a dos personajes con caracteres opuestos y muy disímiles: la joven
aristócrata de suaves gestos y mirada franca, y la vulgar mujerzuela que
aprovecha un equívoco para salvar su vida. Con la dirección de Soffici, la
actriz pudo demostrar su ductilidad y algo mucho más importante: la sobriedad
con que podía componer sin caer en excesos.
Fue esta cualidad
la que también la llevó al teatro. Subió al escenario de la mano de Enrique
Santos Discépolo, en "Blum"; luego sería el turno de "La muerte
de un viajante", de Arthur Miller, y "Culpable", junto a Narciso
Ibáñez Menta; "Diálogo de Carmelitas", para luego continuar con
"Poker de amor" (1969), "¿Quién soy yo...? (1970), de Luca, y
"Pato a la naranja" (1973). En 1974, junto a quien era su marido,
Rudy Carrié, alquila el teatro Colonial, y pone "Pijama de seda", de
Arthur Long, que luego llevó a Madrid. También tuvo el protagonismo en
"Muchas felicidades" (1980), de Sergio Jockymann; "El
farsante" (1976), de Richard Nash, y la inolvidable "Brujas".
Este año, Carlos Furnaro la convocó para interpretar una pieza de su autoría,
"Afectos compartidos", dirigida por Lía Jelín, pero fue un proyecto
que no pudo concretar.
A pesar de estar
radicada durante un par de años en la capital española, siempre trabajando, a
su regreso, no menguó su actividad. Además del cine y el teatro, también en la
televisión encontró su espacio en ciclos como "El hombre que volvió de la
muerte", "Estación Retiro", "Lo mejor de nuestra vida,
nuestros hijos", "Profesión ama de casa", "Jorchu",
"Los ángeles no lloran", "Milady" y últimamente grabó
"El Deseo", en una elogiada actuación.
De sus
matrimonios tuvo tres hijos: Javier Sola, que falleció en un accidente
automovilístico; Roxana Berco, que sigue los pasos artísticos de su madre; y
María Morena Carrié.
Actuó hasta el
final
En los primeros días de este mes, Campos
terminó el rodaje de "Cómo pasan las horas", de Inés de Oliveira
Cézar. Tras un paréntesis de casi una década, la actriz había vuelto al cine en
2002 a las órdenes de Gastón Biraben en la todavía inédita "Cautiva",
donde compuso a la abuela de una niña apropiada ilegalmente durante la última
dictadura militar. A pesar de que su salud se encontraba ya resentida, Campos
decidió participar del proyecto de Oliveira Cézar, personificando a Virginia,
una madre que ya al borde de la muerte, es invitada a compartir un día de campo
junto a su hija, interpretada por Roxana Berco, su hija en la vida real.
Susana Freire
fuente: LA NACION.COM.AR
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