LOS ESCRITOS DE ROLANDO
La Mesa del Café - MÁXIMAS...
publicado en la página webb TODOTANGO
Por: rolandomoro 07/05/2012
AQUELLAS MUJERES DEL AMANECER
“Muchísimas esposas, blancas, nativas, mestizas, negras y
mulatas, cargaron todas sus pertenencias y marcharon detrás de sus hombres para
pelear, ellas también en las guerras”.
LA CAPITANA
En las invasiones inglesas, María Remedios del Valle, que
era negra y pobre, formó parte del Cuerpo de Andaluces que defendió la ciudad
de Buenos Aires. Y en 1810 se incorporó al Ejercito Auxiliar para las
provincias del Norte, con su marido y dos hijos. Sólo ella volvió viva.
Fue parte del ejército de 1.500 hombres, de los que sólo 600
tenían armas de fuego. Se presentó ante Belgrano para solicitarle permiso de
atender heridos en primera línea de combate. El se lo negó: ella se filtró
entre las líneas de retaguardia y llegó al centro de la conflagración, donde
asistió y alentó a los soldados. Entonces Belgrano cambió de opinión y la
nombró capitana. Cayó presa de los realistas en Ayohúma y fue sometida a nueve
días de azotes públicos. Pero escapó y volvió a sumarse al ejército.
Años más tarde, una anciana negra mendigaba alrededor de las
iglesias de la Recova (hoy Plaza de Mayo). Se hacía llamar La Capitana y
mostraba cicatrices que decía se que se las habían hecho cuando combatía por la
patria. Algunos transeúntes le daban limosnas y todos pensaban que estaba loca.
El frío agosto de 1827 pasaba por esa misma plaza el general José Viamonte,
héroe de la independencia, y La Capitana extendió su mano para pedir limosna.
Viamonte se detuvo sorprendido: la cara de la mujer le resultaba familiar. Le
pregunto su nombre. Ella se lo dijo, luego de un silencio, Viamonte
exclamó….¡Pero si es la madre de la patria! Así la llamaban los soldados que
atendía en el frente de batalla.
Cuando Viamonte la reconoció, quiso ayudarla, y como
diputado de la Junta de Representantes presentó un proyecto para que se le
otorgara una pensión en reconocimiento por los servicios prestados. Se generó
un debate en el que otros diputados pedían pruebas. Tomás de Anchorena, que
había sido secretario del general Belgrano, se hallaba en el recinto y apoyó la
propuesta de Viamonte.
PROMESAS Y MÁS PROMESAS
Finalmente, acordaron en otorgarle a María de los Remedios
del Valle una pensión, además decidieron encargar una biografía y un monumento.
Pues bien, nunca le dieron la pensión, ni se escribió la biografía, ni se alzó
su monumento y murió en la miseria.
“Porque era negra, porque era mujer, porque era pobre y
porque hemos sido miserables”, dijo el miércoles 20 de abril de 2011 al
finalizar su discurso la diputada Lidia “Pinky” Satragno en homenaje al Día
Internacional de la Mujer.
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