JUAN CANARO.
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Semblanza de HORACIO LORIENTE
publicada en la página webb TODOTANGO
Extractado de: Loriente, Horacio: Ochenta notas de Tango.
Perfiles
Biográficos, Ediciones de La Plaza, Montevideo 1998.
Auspiciado por la Academia
de Tango del Uruguay.
BANDONEONISTA, DIRECTOR, COMPOSITOR
25 de julio de 1892 - 16 de marzo de 1977
Una vida al conjuro del tango. Transitada con sacrificio,
dignidad y superación.
Nacido en San José (Uruguay), reside desde niño en Buenos
Aires con su familia, afrontando momentos amargos cuando la epidemia de viruela
los alcanzó y perdió a una de sus hermanas.
Fue "canillita" junto a sus hermanos Francisco y
Rafael cuando eran vecinos de los Greco, en la barriada de San Cristóbal. Hacia
1903, Francisco Canaro interpretaba el mandolín, Vicente Greco el bandoneón, a
los que se sumaba un vecino de pieza apodado "Papanova" con su
guitarra. Juan, espectador de las tertulias, les cebaba mate.
En 1905, Francisco Canaro había adoptado el violín, en tanto
Rafael, el otro hermano, se desempeñaba como guitarrista acompañante de
payadores.
Un día llegó a la casa de la calle Sarandí un amigo de los
Greco, el bandoneonista Ricardo González, conocido por el sobrenombre de
"Mochila", autor del tango "La rosarina", ofreciendo unas
rifas de un bandoneón de 65 notas, a diez centavos el número. Juan Canaro no
tenía dinero y consiguió que le prestaran para comprar un número. A los pocos
días, "Mochila" le informó que había ganado el bandoneón. En
principio no logró sacar un sonido. Se desalentó y el instrumento estuvo
guardado dos años debajo de su cama.
Juan Canaro
Alrededor de 1907, su vecino y gran amigo Vicente
Fiorentino, que ya tocaba el violín en pequeños conjuntos, lo instó a Juan para
que se dedicara a estudiar el bandoneón, enseñándole algunas tonalidades
simples por cifras. Después de mucho esforzarse consiguió aprender dos temas.
Seguía estudiando pero sin atreverse a debutar en público. Lo hizo en unas
romerías junto a Vicente Fiorentino (violín) y Luis Martínez
"Papanova" en guitarra. Superado el trance tocaron luego en Junín y
Pergamino.
A partir de entonces siguió trabajando, con los más
populares músicos de la época. En 1913, unido a su hermano Rafael realizó una
larga gira por el interior argentino. Al retornar a la capital, los hermanos
tomaron distintos caminos.
Un año más tarde, convocado por Samuel Castriota, realiza
los bailes de carnaval de Santos Lugares.
Tiempo más tarde, su presencia en Montevideo, reemplazando a
Genaro Nerón Domínguez en el trío del pianista Pascual Cardarópoli. El violín
era Federico Lafémina y actuaban en el cabaret "Pigall".
Cardarópoli, el autor del tango "La sonámbula",
fue su verdadearo maestro, quien le enseñó solfeo, teoría y lectura de música
que le permitieron desempeñarse muy bien en la profesión, quedando habilitado
además para componer y arreglar partituras.
En su etapa montevideana, al desvincularse de Cardarópoli,
sustituyó a José Quevedo en el trío de Carlos Warren que se complementaba con
el violinista José Bondino. Luego pasa al quinteto de Enrique Delfino, con los
violinistas Eduardo Monelos y Miguel La Salvia y el bandoneonista Alberto
Rodríguez a quien posteriormente sustituyó Ernesto Di Cicco.
Quinteto Juan Canaro
De vuelta a Buenos Aires, en 1916, trabaja en pequeños
conjuntos hasta llegar el carnaval de 1917, cuando se incorporó al conjunto de
Manuel Pizarro.
Al regresar Francisco Canaro de Rosario, luego de los bailes
del teatro "Colón", reaparece en el cabaret "Royal Pigall".
Allí fue la primera vez que actuaron juntos Francisco y Juan Canaro. La
orquesta se complementaba con Julio Doutry, José Martínez, Osvaldo Fresedo y
Leopoldo Thompson.
Las actuaciones de Juan Canaro en la orquesta de su hermano
se prolongan hasta el carnaval de 1922, en que se aleja para formar su primer
conjunto. Dicho elenco lo formaban: Humberto Canaro (piano); Juan Canaro y
Roque Biafore (bandoneones); Rafael Tuegols y Antonio Buglione (violines);
Rodolfo Duclós (contrabajo). Cumplido su compromiso Juan Canaro viajó al
Brasil, solo, para agregarse a una orquesta de repertorio internacional,
retornando a Buenos Aires a fines de 1922, formando otro conjunto para actuar
en el "Casino Pigall".
En 1924, revista nuevamente en la orquesta de su hermano
Francisco al inaugurarse el "Tabarís" y graban en el sello Nacional
Odeón. En el "Tabarís" se estrena su tango "Ahí va el
dulce".
Al año siguiente viajan a Europa donde actúan con gran éxito
y, tras un breve regreso a Buenos Aires para contraer matrimonio en agosto de
1926, retorna a París. Luego viaja con varios músicos para presentarse en Nueva
York, volviendo a Francia para tomar la dirección de la orquesta junto con su
hermano Rafael, ante el retorno de Francisco Canaro a Buenos Aires.
En 1928 retorna a Buenos Aires y nuevamente se presenta en
el "Tabarís" con el pianista José Tinelli, los violinistas Adolfo
Muzzi y Ateo Dapiaggi y el contrabajista Hugo Baralis. Lo acompaña en el
bandoneón Alberto Cima.
Dos años más tarde, después de actuar una temporada con
Francisco se aleja definitivamente de su hermano. Desde entonces dirige
diversas orquestas, con excelentes músicos.
En 1931 inaugura el cabaret "Casanova" y luego el
"Maipú Pigall", llegando al disco por primera vez como director en el
sello "Victor". En 1932 realiza una temporada en el
"Tabarís", pasando al "Armenonville" en vísperas de su
cierre definitivo. Allí deja de actuar como bandoneonista, para ejercer
solamente tareas de dirección.
La orquesta de Juan Canaro realiza una gira por Brasil y
Uruguay en 1935. En Montevideo se presenta en el concurso "Carlos
Gardel", en el Estudio Auditorio del SODRE (ex Urquiza), con el cantor
Aldo Campoamor. Luego es contratado por la flamante Radio El Mundo y
posteriormente, forma rubro artístico con el cantor Fernando Díaz.
Hasta 1939 sigue su actividad artística que va espaciando
paulatinamente. En febrero de 1940 emprende una larga gira por América que se
prolonga hasta octubre de 1942 y estrena dos perdurables tangos: "Copa de
ajenjo" y "Cantando se van las penas".
Abriendo un camino artístico que mucho bien le hizo al
tango, realiza una gira por Japón en 1954. Vale la pena la mención de aquella
calificada embajada: Osvaldo Tarantino (piano); Alfredo Marcucci, Arturo Penón
y Ramón Torreira (bandoneones); Hugo Baralis, Emilio González y Henry Balestro
(violines); Rufino Arriola (contrabajo); María de la Fuente y Héctor Insúa (cantores)
y los bailarines Julia y Lalo Bello.
Cuatro años más tarde Juan Canaro repite el viaje que
resulta el broche final a su vida artística. A partir de entonces se radica en
Mar del Plata.
Finalmente, corresponde destacar su obra autoral que comenzara
con el arreglo en tango de "El pangaré " (1917) y su popular
"Mano brava" dedicado a Minotto. Fue "Ahí va el dulce" su
obra más representativa y entre las olvidadas "Delirio" de gran
belleza melódica y "Los Treinta y Tres", con letra de Jesús Fernández
Blanco. De sus exitosos y hermosos valses la sola mención de uno,
representándolos a todos: "La noche que me esperes", de 1937, cuya
dedicatoria dice: "A mi querida madre, con el cariño que se merece.
Juan".
Juan Canaro acumuló los méritos suficientes para ubicarlo
entre las figuras trascendentes del tango. Su deceso se produjo en Mar del
Plata y su sonrisa y su bonhomía nos siguen acompañando.
Extractado de:
Loriente, Horacio: Ochenta notas de Tango. Perfiles
Biográficos, Ediciones de La Plaza, Montevideo 1998. Auspiciado por la Academia
de Tango del Uruguay.
fuente: TODOTANGO.
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ANECDOTAS - MANO BRAVA
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