CHARLO.
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Semblanza de JULIO NUDLER
publicada en la página webb TODOTANGO
CANTANTE, MÚSICO, PIANISTA, ACTOR, COMPOSITOR
7 de julio de 1905 - 30 de octubre de 1990Nombre completo: Carlos José Pérez
Charlo es, después de Carlos Gardel, el cantor más
importante que dio el tango, aunque, a diferencia de aquel, no se convirtió en
un mito popular. Fue el vocalista que más grabó, en una parábola discográfica
iniciada en 1925 y concluida en 1967. Sin embargo, el grueso de sus registros
se concentran en apenas cuatro años, de 1928 a 1931. En muchas de esas
versiones alcanza un nivel parangonable al de Gardel. Como éste, contribuyó a
establecer un estilo emocional pero austero, exento de efectismos, de perfecta
afinación y cuidada musicalidad. Como compositor desplegó su gran talento de
melodista, creando obras importantes en la línea del tango romanza.
Nació en el paraje "Avestruz", una estación de
ferrocarril ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de Darregueira, partido de
Puán en la provincia de Buenos Aires, siendo su padre un empleado de una
empresa cerealera. Durante toda su vida cultivaría costumbres burguesas,
exhibiendo su estampa de dandy. Fue lo que los porteños llamaban un
"jailaife" (derivación de high-life), de elaborada apariencia
distinguida. Su refinado estilo dio origen a la moda Charlo, que abarcó la
indumentaria y otros enseres masculinos. Quizás insatisfecho con la humildad de
su apellido, Pérez, le añadió un pretencioso "de la Riestra",
erróneamente dado por bueno en reseñas y biografías. En cualquier caso, quedó
identificado por su nombre artístico, que le fue adosado en 1924 para su debut
radial y deriva de Charlot (Chaplin).
Su primer enseñanza musical, de piano y otros instrumentos,
la recibió en un conservatorio de Puan, pequeña ciudad austral, perdida en la
llanura bonaerense. Luego marchó a La Plata, moderna capital de la provincia de
Buenos Aires, de célebre universidad, diagonales y palacios oficiales
neoclásicos, donde cursó su bachillerato e inició estudios de abogacía que
abandonó. El traslado de su familia a la ciudad de Buenos Aires en 1922
propició el comienzo de su carrera de cantor, que en un principio se acompañaba
a sí mismo al piano. En rápida sucesión, debutó en 1924 en Radio Cultura, ocupó
la tarima del café "El Americano" en el porteño barrio de San
Cristóbal (donde su casi extravagante distinción contrastaba con la modesta
extracción social de los parroquianos) e inició su carrera de actor cantante
-que luego se trasladaría al cine- en una revista musical del céntrico Teatro
de la Comedia. En esa ocasión estrenó su ya olvidado primer tango, "Pinta
brava", de igual nombre que el sainete que integraba.
Charlo, de hermosa voz y clásica galanura, fue rápidamente
absorbido por la industria que se movía en torno del tango y la música criolla.
En 1925 graba sus primeros diez discos de 78 revoluciones, todavía por el
sistema acústico, para el sello Electra, acompañado por las guitarras de
Vicente Spina y Miguel Correa. En los carnavales de la ciudad de Rosario, la
segunda de la Argentina, canta con las orquestas de Francisco Canaro y Roberto
Firpo, dos de las más populares del momento. Y luego graba una placa para la
RCA Víctor.
En 1928 se inicia su catarática presencia en el disco para
el sello Odeón, tanto con la orquesta de Canaro como con la de Francisco Lomuto
-ambas muy populares-, aunque también con guitarras. En su copiosa discografía
con Canaro (más de medio millar de temas hasta 1931) se alternan el
protagonismo. En ocasiones, Charlo es apenas el estribillista del conjunto,
función consistente en entonar solamente la segunda parte -llamada estribillo o
refrán- de cada tango (por lo común, no más de ocho versos).
Pero la relación se invierte en otros casos, y Charlo
solista es acompañado por Canaro. Este suele ser el material más interesante,
no sólo porque incluye las letras completas, sino también porque el cantor se
vuelca en plenitud, mientras que en muchos estribillos se advierte a un Charlo
poco entusiasta. Este desinterés es explicable, porque era frecuente que el
estribillista ni siquiera fuese mencionado en la etiqueta del disco.
A lo largo de su extensa carrera fue acompañado
ocasionalmente por importantes figuras del tango: el guitarrista Roberto Grela,
la orquesta Demare-Vardaro (del pianista Lucio Demare y el violinista Elvino
Vardaro), un trío del que formaban parte el pianista Osvaldo Pugliese y el
bandoneonista Federico Scorticati, y sucesivas orquestas conducidas por Héctor
Stamponi (piano), Roberto Pansera (bandoneón) y Osvaldo Requena (piano). Entre
los guitarristas que lo secundaron en la década del '30 hubo uno llamado a
convertirse en uno de los cantores trascendentales del género: Edmundo Rivero.
La carrera cinematográfica de Charlo comenzó en 1935,
precisamente el año en que murió Gardel. Su primer film fue "El alma del
bandoneón". Un año más tarde, en la película "Puerto nuevo",
cantó dos tangos que están entre los clásicos de su repertorio:
"Olvido" y "Yo también soñé". "Carnaval de
antaño", de 1940, es otro de los recordados filmes de los que fue
estrella, aunque ninguno descolló por sus valores cinematográficos. Lo mismo
vale para el paso de Charlo por la escena.
Tal como sucedió con Gardel, en los años '30 su arte fue
cambiando el color local por una tesitura más universal. Esta transformación
-de la que da claro testimonio su melódico tango "Ave de paso", que
con letra de Enrique Cadícamo compuso en Río de Janeiro en 1935- lo ayudará a
triunfar en toda América, España y Portugal. Sus prolongadas giras y sus
períodos de residencia en el exterior le restaron presencia en el tango
argentino.
En su significativa obra de compositor, de rara aptitud para
expresar musicalmente el drama humano y el arrebato romántico, sobresalen los
siguientes temas. Con letra del cineasta Luis César Amadori, los tangos
"Cobardía", "Rencor" y "Tormento". Con José
González Castillo, "El viejo vals", una pieza de rara perfección,
inigualable en la versión del propio Charlo. Con José María Contursi, "Sin
lágrimas". Con Cátulo Castillo, "Sin ella". "Fueye" y
el hermoso vals "Tu pálida voz" llevan versos de Homero Manzi. Y con
Cadícamo, además de "Ave de paso", se destacan tres tangos de gran
valor, pero muy diferentes entre sí: "Rondando tu esquina",
"Viejas alegrías" y "La barranca".
fuente: TODOTANGO.
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