Las infinitas palabras, Lucia Carmona
La liturgia
Mi sed de carnaval
está en cáliz de Pascua.
Me he quedado dormida
en el insomnio
de arder en pedestal
y estar de ríos.
Soy como el destructor
de su colmena
porque la miel me sabe
a salmo diluido.
Y llueve densamente
donde el lecho
en que extiendo el laurel
toca mi carne.
En estos días bebo
la sed eucaristía de los muertos.
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