jueves, 10 de octubre de 2013

OSIRIS RODRIGUEZ CASTILLOS, ROMANCE DEL MALEVO



ROMANCE DEL MALEVO
OSIRIS RODRIGUEZ CASTILLOS



Yo no atrancaba la puerta

de mi rancho, ni durmiendo;

¿pa qué! si del lado de ajuera,

por malo que juese'l tiempo,

la enrejaba de colmillos

el coraje de mi perro! ...

Cimarrón; medio atigrao.

Lo hallé perdido en las sierras,

boquiando de agusanao.

Malo, como manga'e piedras!

Tuve que trairlo enlazao

pa curarle las bicheras.

Y... a'i se quedó: aquerenciao.

Compañero de horas lerdas...

Trotiando abajo'el estribo

ni carculaba las leguas!

y ande afluejaba la cincha,

se echaba a cuidar las priendas.

Eso sí ¿eh! Muy delicao!...

¿Manosiarlo? Ni le cuento!

Se ponía de ojo estraviao

y se l'erizaba'l pelo.

Conque... tenía bién ganao

su apelativo:"el Malevo".

¡Que animal capacitao

pal trabajo en campo abierto!

Había que verlo al mentao

trajinando en un rodeo...

De ser cristiano, clavao

qu'era dotor aquel perro!

¿Yo echar tropilla'l corral?

Le chiflaba entre dos dedos,

y embretaos en el chiflido

me los traiba clin al viento;

y era un abrojo, prendido

de los garrones de un trueno!

Una vez, bandiando tropa

con much'agua en el Río Negro,

cai quebrao di un apretón

entre un remolino e'cuernos

y me ganó la mollera

l'escuridá y el silencio...

Cuando golví'abrir los ojos,

cruzaba una nube'l cielo...

Gemidos y lambetazos

llegaban como de lejos...

Redepente compriendí!

Medio me senté en el suelo,

pa darle gracias:

"Hermano! "

d'esta, te quedo debiendo.

"No me halla ni el pan bendito "

si no me sacás, Malevo!

Y una inmensa gratitú

se me atracó en el garguero!!



Güeno; la cosa pasó.

Yo dentré pal casamiento.

Hice l'horno, la cocina...

Mi rancho estiró un alero

y en su chúcara clinera

charquió el arroró, y el rezo.

A los dos años, gatiaba

mi gurí sobre un pelego!

O andaba pol guardapatio,

prendido a la cruz del perro;

ah! porqu'el me le sacó

las cosquillas al Malevo!



...Lo habrá tomao por cachorro

de su cría, el pendenciero...

Le soportaba imprudencias,

se priestaba pa sus juegos,

y ande amenazaba cáirse

se l'echaba abajo'el cuerpo!



La cosa jué tan de golpe

que hasta me parece cuento...

Jué dispués de un mediodía,

como pa fines d'enero:

Yo me había echao en el catre

pa descabezar un sueño;

La patrona, trajinaba...

prosiando con el borrego;

y un redepente, aquel grito

como de terror:- "Rosendooo!"

y ya me pelé pal patio

manotiando el caronero.



Ella, estaba contra l'horno

tartamudiando en silencio;

tenía al gurisito, alzao,

tembloroso contra'l pecho;

y avanzando, agazapao

como una fiera, mi perro!



Enseñaba unos colmillos

como puñales! Los pelos

se le habían parao di un modo,

que costaba conocerlo;

y en las brasas de sus ojos

se habían quemao los recuerdos!



De un salto me puse enfrente:

le pegué el grito: "Malevo!"

lo ví soltar una baba;

-"Está rabioso, Rosendo!!"

- "No te me acerqués hermano!

¡echá p'atrás!¡¡ Juera perro!!"



Redepente me saltó:

ladié pa un costao el cuerpo,

sentí como que la mano

lo topaba contra el pecho,

y cayó; cuasi sin ruido;

como una jerga en el suelo...



...Cuando lo miré, los ojos

se le habían puesto muy güenos,

como dándome las gracias!

Se le acortaba el resuello!



Se arrastró, lambió mis pieses,

y... me brotó un lagriméo: ...

"No tenía pa elegir "hermano!

'tabas enfermo... "Jué pol cachorro ¿sabés?

"de nó no lo hubiera hecho!!"

Menió la cola una vez,

dos veces, y quedó muerto!



Por eso es que desde entonces

no me gusta tener perro;

y cuando voy de a caballo,

me parece que lo siento

seguir abajo'el estribo

trote y trote por el tiempo!


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