Afeites
Aletear de silentes mariposas
en rostros encremados.
Esponjas restañan ayeres
remueven penas,
desamores incrustados.
Fluye la ilusión de los potes
y enmascara pálidas verdades
que trizan los espejos.
La piel se apaga, no así el deseo,
se desliza la vida por inercia
en su tersura hasta agrietarla.
Va a destiempo la portada con los
sueños.
Pero la gracia del vuelo de unas manos
intenta perpetuar el reflejo en el
azogue
antes de que la muerte lo reclame.
María Cristina Sorrentino.
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