Pavesse que fue ayev
Vendrá, ya lo intentó
tres veces
Pensará que ha hecho
cosas
Pero no las hizo
La muerte como la
soledad,
son compañía
en los verdaderos
silencios
y tendrá que vestirse
de nuevo
acaso con las mismas
ropas
Tus ojos se estarán
luciendo
pergeñando guiños
certeros
Esta muerte que cambia
de escena
acto tras acto
que nos acompaña
de ilusiones tardías
de la mañana a la
noche
de la noche al viento
insomne en cada
víspera
inmutable como un
presagio
sorda, como un viejo
remordimiento
o un vicio absurdo
Lo gritan, lo están
gritando
Tus ojos noblemente
inmaduros
Cómplices de mi
entelequia
Serán una palabra vana
La alegoría de mi
garganta
Un grito acallado en
las sombras
El mensaje inesperado
Un silencio
Así los ves cada
mañana
Saciados hasta los
huesos de estrellas
Me ves desde lo húmedo
Cuando te inclinas
sola ante el espejo
¡ Oh querida esperanza
Infierno lento
También nosotros aquél
día
En que nacemos de
infidencias
Sabremos que eres la
vida y la nada!
La muerte tiene una
mirada para todos
La tuya se me quedó
incrustada
Ni siquiera pudo
matarme
Tres veces lo intentó
Vendrá la muerte y
tendrá tus ojos
Será como abandonar un
vicio
Devolver los escarnios
Como ver que emerge de
nuevo
La vida en la memoria
La perpetuidad en el
recuerdo
Un rostro muerto en el
espejo
Ese olor vacante de tu
cuerpo
Como escuchar un labio
cerrado
Un beso tardío
La base para unas
lágrimas
Descenderemos al
remolino, mudos
Para que nada de lo
que te nombraba
Ya te nombre
Y que si viene otra
vez la muerte
Y trae en sus manos
tus ojos
Los deje en mi mirada
Para que yo decida.
ESTEBAN CHARPENTIER.
............................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario