Un día como hoy... 31 de marzo...pero de 2009... fallecía
el Dr. RAUL RICARDO ALFONSIN.
......................................................
NOTA DE LA NACION.COM 1 de abril de 2009
Miércoles 01 de abril de 2009 | 02:32
Falleció el ex presidente Raúl Alfonsín
Lo confirmó su médico personal Alberto Sadler; "todo
ocurrió en un marco de mucha tranquilidad", dijo; el ex mandatario murió a
las 20.30; tenía 82 años; será velado mañana en el Congreso, a partir de las
10; estará abierto al público hasta las 20
El ex presidente, en septiembre del año último, en el salón
de los bustos de la Casa Rosada.
Foto: Archivo
El ex presidente Raúl Alfonsín falleció esta noche en su
domicilio de la Capital Federal.
Padecía un cáncer de pulmón desde hace más de un año.
Raúl Ricardo Alfonsín nació el 12 de marzo de 1927, en
Chascomús, un pueblo del este bonaerense tranquilo como las aguas de su laguna.
Su padre, Serafín Raúl Alfonsín Ochoa, era hijo de un
inmigrante gallego republicano, fundador del almacén de ramos generales que
Serafín heredó y trabajó toda su vida. Su madre, Ana María Foulkes era criolla
por rama materna y de ascendencia inglesa y noble por rama paterna. De ellos,
decía Alfonsín, heredó su pasión por la política, su respeto por el disenso y
su convicción democrática.
Como tantos ex presidentes, fue un liceísta, pero más por la
búsqueda familiar de la calidad educativa que por convicción militar. En 1945
egresó del Liceo Militar General San Martín como subteniente de reserva. José
Luis Romero, Vicente Fatone y Julio Caillet Bois fueron algunos de los
profesores que sembraron las ideas que siempre lo acompañaron.
Afiliado a la UCR desde 1946, tres años más tarde se casó
con María Lorenza Barrenechea, su mujer de toda la vida, y en 1950 se recibió
de abogado en la Universidad de Buenos Aires, después de rendir libre buena
parte de las materias y sin abandonar Chascomús. Su falta de contacto con la
gran ciudad politizada no le impidió la militancia local, y desde el Movimiento
de Intransigencia y Renovación de la UCR, en 1951 fue electo concejal.
En los años siguientes pasó por todos los estadios de la
vida política y partidaria hasta convertirse en Presidente. Fue diputado
provincial, nacional y ya después de su gestión, senador. Empezó presidiendo el
comité de Chascomús y llegó a jefe máximo de la UCR, lugar que ocupó varias
veces en la práctica, pero espiritualmente, hasta que murió.
Detenido por la dictadura de Juan Carlos Onganía en 1966,
los violentos años 70 encontraron a Alfonsín buscando su propio camino. Su
pensamiento socialdemócrata y progresista lo llevó a fundar en 1972 el
Movimiento de Renovación y Cambio, enfrentado internamente al balbinismo.
Sergio Karakachoff, Federico Storani, Leopoldo Moreau,
Marcelo Stubrin, Facundo Suárez Lastra, Luis "Changui" Cáceres y
Enrique Nosiglia eran algunos de los que encabezaban las juventudes radicales
que lo siguieron con pasión desde ese momento.
Sus ideas humanista, su fluida relación con la Internacional
Socialista, su adhesión al ideario latinoamericano de autodeterminación de los
pueblos y su rechazo terminante a la lucha armada lo convirtieron en referente
dentro y fuera de su partido.
Sin embargo, en 1973 perdió las internas ante Balbín, y
hasta que él murió, en 1981, no pudo liderar la UCR.
Tres meses antes del golpe militar de 1976, Alfonsín fundó
la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, la primera organización que
denunció la violencia de la Triple A primero y de la dictadura después.
En la reunión fundacional lo acompañaban el obispo Jaime de
Nevares, Alicia Moreau de Justo, Adolfo Pérez Esquivel y Alfredo Bravo, entre
otros. Durante la dictadura defendió gratuitamente a detenidos, y denunció las
desapariciones en el exterior.
El 30 de octubre de 1983 la fórmula Raúl Alfonsín-Víctor
Martínez le ganó a la que integraban Italo Luder-Deolindo Bittel por el 51,7%
de los votos, contra el 45% que sacó la dupla peronista. El primer sorprendido
fue Alfonsín, que compartía la sensación generalizada de que volvería a
triunfar el peronismo, como en 1973.
Asumió el 10 de diciembre de ese año, Día Internacional de
los Derechos Humanos, y ante la Asamblea Legislativa anunció los ejes de su
gestión: Derogación de la ley militar de autoamnistía y fin de la Doctrina de
Seguridad Nacional, reforma del Estado y de la universidad pública, protección
a la industria, un Plan Alimentario Nacional (PAN) para los más necesitados, un
intenso programa de alfabetización y obra pública.
En la campaña había denunciado un pacto militar-sindical
para garantizar impunidad a los dictadores y la misma semana que asumió ordenó
por decreto juzgar a las juntas militares y las cúpulas guerrilleras. También
creó la comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) que
documentó las violaciones a los derechos humanos en el libro Nunca Más,
testimonio fundamental para los juicios que concluirían dos años más tarde con
la condena a los militares.
Pero la herencia de la dictadura estaba lejos de morir. En
la Semana Santa de 1987 Alfonsín soportó la primera de tres sublevaciones
militares que encabezaron Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín.
"La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina.
Felices Pascuas", saludó el Presidente, terminada la sublevación, desde de
la Casa Rosada a los miles que se habían movilizado para defender la
democracia.
Pero la casa no estaba en orden, y Alfonsín, que ya había
sancionado la ley de punto final (fijaba un límite de 60 días a las acciones
penales contra militares) creó la ley de obediencia debida, que exculpaba a los
oficiales que actuaron obedeciendo órdenes.
No alcanzó y las fuerzas militares amenazaron permanente su
gobierno, que sólo gracias a la templanza y la convicción de Alfonsín logró
inaugurar el mayor período democrático que recuerde nuestra historia.
Entre sus logros en materia internacional, Alfonsín lanzó la
unión económica entre Brasil y la Argentina, antecedente del Mercosur, y selló
la paz con Chile por el Canal de Beagle.
En la lista de sus frustraciones se anota el plan de
trasladar la Capital a Viedma (un intento por descentralizar el país) y su
política económica, que después del Plan Austral y el Plan Primavera (ambos
fallidos) desembocaron en la hiperinflación y los saqueos que lo obligaron a
adelantar el traspaso del poder a Carlos Menem.
Pero su vida política no terminó cuando dejó la Presidencia,
y, para bien o para mal, siguió digitando los destinos de su partido.
En 1994 firmó con Menem el Pacto de Olivos, que le permitió
modernizar la Constitución, pero favoreció el bipartidismo y habilitó la
reelección presidencial. Sus detractores siempre se lo reprocharon, igual que
las leyes que favorecieron a los militares y su retiro anticipado del poder.
Aunque Alfonsín se sabía un hombre afortunado, la vida no
siempre le sonrió. En junio de 1999 tuvo un grave accidente automovilístico y
fisicamente no volvió a ser el mismo. Cinco años después sufrió la perdida de
su nieta de 15 años, Amparo Alfonsín.
Después del estruendoso fracaso del gobierno de Fernando de
la Rúa, pasó sus últimos años tratando de reconstruir la UCR. Cansado de pedir
diálogo al matrimonio Kirchner, en 2007 ideó la candidatura presidencial de
Roberto Lavagna y últimamente promovió el regreso al partido de Julio Cobos y
otros ex radicales.
En el tiempo que la política le dejaba, recibió
condecoraciones de universidades y gobiernos de todo el mundo. Su país también
decidió homenajearlo en vida, y en 2008, fue declarado ciudadano ilustre de la
provincia en un gigantesco acto multipartidario en La Plata; la Presidenta
Cristina Kirchner descubrió un busto con su imagen en la Casa Rosada y la UCR
le hizo un homenaje en el Luna Park por los 25 años de su triunfo electoral.
A lo mejor porque fue el mayor de 6 hermanos, Alfonsín
eligió tener una familia numerosa. Tuvo seis hijos, que le regalaron 24 nietos
y 11 bisnietos, que lo llenaron de felicidad hasta el último momento de su
vida.
El siempre decía que de todos los presidentes post
dictadura, a él le había tocado bailar con la más fea, por la inestabilidad
institucional de aquellos años. Pero esta vez le tocó bailar con la peor de
todas, la muerte.
Sin embargo, tanto en 1983 como ahora salió victorioso: la
historia lo eligió para convidarle el elixir de la inmortalidad, un privilegio
que le otorga a muy pocos.
LA NACION.COM 1 de abril de 2009
.........................................................
velatorio, llegada del féretro al Congreso
Jorge Rial despide al Dr. Raúl Alfonsín
31 Marzo (2009)
A los 82 años
Muere Raúl
Alfonsín
Abogado y
político, fue diputado, senador nacional y Presidente de la Nación. Activista
de los derechos humanos, promovió un histórico juicio a las juntas militares,
el funcionamiento de la Comisión Nacional de la Memoria y los procesos por
secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas, lamentablemente
empañados por sus posteriores leyes de Obediencia Debida y Punto final. Primer
presidente constitucional luego de la dictadura, supo revalorizar la vida en
democracia y preservar la paz, amenazada por un conflicto limítrofe con Chile.
Heredó una gigantesca deuda externa y una estructura de servicios públicos
artificialmente endeudada. Luego de un enfrentamiento inicial con el FMI, se
avino a sus dictados, con lamentables consecuencias para el país, para el pueblo
y para su propio gobierno: en medio de una hiperinflación incontrolable, fue
víctima de un "golpe de mercado" y tuvo que anticipar su salida del
poder, lo que redundó en su desprestigio. Hombre de fuerte carácter y estilo
confrontativo, defendió con tesón sus ideas hasta en situaciones sorprendentes,
como trabar una polémica cara a cara en Estados Unidos con el presidente Reagan
o subir al púlpito de una iglesia para retrucar un sermón que le había parecido
ofensivo. No obstante su retroceso frente a las presiones militares, elPacto de
Olivos con Carlos Menem o el acuerdo con Eduardo Duhalde para la pesificación
asimétrica, en sus últimos días, disfrutó elreconocimiento general que tanto
merecía. Había nacido en Chascomús el 12 de marzo de 1927.
Efemérides de TELAM.
......................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario