martes, 16 de diciembre de 2014

EUGENIO MANDRINI, LOS MISTERIOS DE LA POESIA



Microrrelato de Eugenio Mandrini: 
Los misterios de la poesía
 
Leo con sumo placer el excelente libro de microrrelatos que la editorial Menoscuarto ha publicado en fechas recientes del escritor argentino Eugenio Mandrini, Las otras criaturas, un universo de narraciones tan breves como sabias con la fauna (la animal y la humana) con denominador común.
Reproduzco una de las piezas que más me han gustado, “Los misterios de la poesía”, texto que supone una revisión desmitificadora de ciertos resortes maximalistas del proceso de creación literaria.

LOS MISTERIOS DE LA POESÍA
Eugenio Mandrini
El poeta Ezra Kiesinsky, famoso por sus visiones que la realidad prontamente imitaba, hacía meses que no escribía una sola línea, ni una palabra o sílaba o letra. Se estaba allí, de pie frente a la ventana que daba al patio de su vieja casa, esperando una sorpresa: la caída de algún fragmento de otra dimensión, de una hoja de otoño vestida de escarcha, o de una gota del sudor del sol, en fin, algo, alguna de esas súbitas apariciones que, como solía sucederle, le abrieran la puerta de entrada al tembladeral del poema. Entonces vio al elefante, que lo miraba desde el patio. Era de un color gris violáceo y tan enorme su edificio de carne que pareció cubrir de sombra la ventana y aun la casa entera. Debía pesar, se dijo, más de tres toneladas.
Antes de que la sobrenatural imagen desapareciera tan súbitamente como había llegado, el poeta Ezra Kiesinsky se sentó, puso una hoja bajo su mano y, sin agitar la respiración, escribió un admirable poema sobre una insignificante hormiga.

Eugenio Mandrini, Las otras criaturas,
Menoscuarto, 2013, página 28. 

La llave secreta de Eugenio Mandrini, uno de los grandes cultivadores actuales del microrrelato hispanoamericano, es bifronte: causa placer y al tiempo produce estupor, una mezcla no demasiado común de precisión narrativa con encantamiento poético. Se trata, por tanto, de intentar llegar a esa frontera donde el autor y el lector se funden para hacer de la literatura otro modo de imaginada locura, quizás otro posible camino de salvación. Estas criaturas —le dice Mandrini al lector cómplice— pueden ser tuyas, pero atrévete a no cerrar los ojos. Saltan. Enceguecen. Golpean con manos de caricia. Vuelven.
“Las otras criaturas”, de Eugenio Mandrini, en Grandes Libros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario