EDOUARD MANET.
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Édouard Manet (fotografía por Nadar h. 1867-1870.)
Nacimiento 23 de enero de 1832, París,Francia
Fallecimiento 30 de abril de 1883 (51) París, Francia
Nacionalidad Francesa
Área Pintor
Educación alumno de Thomas Couture, un pintor muy estrecho de miras como profesor.
Allí estuvo durante casi seis años y, al mismo tiempo, pudo copiar en el Louvre
Édouard Manet (23
de enero de 1832 - 30 de abril de 1883) fue un pintor francés, reconocido por
la influencia que ejerció sobre los iniciadores del impresionismo.
Édouard Manet nació en París el 23 de enero de 1832, en una familia acomodada.
Primeros años
Sus días
escolares pasaron sin acontecimientos destacables y terminó su formación sin
obtener la calificación necesaria para estudiar derecho, para decepción de su
padre, que era magistrado.
A los dieciséis
años viajó a Río de Janeiro como marinero en prácticas, con intención de
ingresar en la Academia Naval Francesa.
Se interesa por
el arte
Cuando vio que su
proyecto no tenía éxito decidió dedicarse al arte, pasando a su regreso, hacia
1850, casi seis años como alumno de Thomas Couture, un pintor muy estrecho de
miras como profesor. Allí estuvo durante casi seis años y, al mismo tiempo,
pudo copiar en el Louvre cuadros no sólo de Tiziano y Rembrandt, sino también
de Goya, Delacroix, Courbet y Daumier. De Couture aprendió que para ser un
gran maestro hay que escuchar las enseñanzas de los que lo han sido en el
pasado, pero por desgracia, Couture era un antirrealista fanático y convencido.
Enfurecido por las mofas que Manet hacía con respecto al Premio de Roma,
Couture le dijo que nunca llegaría a ser otra cosa que el Théodore Rousseau de
su época. Después de esto, Manet hizo su propia síntesis personal de la
historia de la pintura y de lo que podía aprender viendo grabados japoneses. Y
es que el pintor fue siempre un extraño ecléctico.
Viaja por Europa
Desde 1853 hasta
1856 Manet se dedicó a viajar por Italia, los Países Bajos, Alemania y Austria,
copiando a los grandes maestros.
Contrae
matrimonio
El 28 de octubre
de 1863 contrajo matrimonio con la pianista holandesa Suzanne Leenhoff, con la
que mantenía relaciones desde 1850. A pesar de la boda, el que casi con
seguridad era su hijo, León, nacido en 1852, siguió llevando el apellido de la
madre, y pasando por hermano de ésta.
Descubre a Diego
Velázquez
En agosto de 1865
emprendió un viaje por España, organizado por su amigo Zacharie Astruc, en el
que descubrió la pintura barroca española, en particular a Diego Velázquez, que
tendrá una enorme influencia en su obra.
Su única alumna
En 1869 tomó como
discípula a Eva Gonzalès, hija de un conocido novelista, que le había sido
presentada por un marchante de arte. La joven, que no carecía de talento, pero
a la que le faltaba iniciativa, fue la única alumna de Manet, quien la retrató
en 1870.
Guerra
Franco-prusiana
Al estallar la
guerra franco-prusiana Manet, junto con otros impresionistas, fue movilizado.
envió a su familia a Oloron.Ste.-Marie, en los Pirineos, y envió trece cuadros
a Duret, antes de entrar como teniente al servicio de la Guardia Nacional
durante el sitio de París.Tras la declaración del armisticio, en 1871, formó
parte, junto con otros catorce pintores y diez escultores de la federación de
artistas de la efímera Comuna de París.
Primera
exposición de pintores impresionistas
En 1872
Durand-Ruel adquirió por 35000 francos veinticuatro obras de Manet y organizó
la primera exposición de pintores impresionistas, que no tuvo éxito comercial.
Sin embargo, entre estos artistas iba surgiendo una conciencia de grupo que los
llevaría a formar la Société Anonyme des artists para realizar exposiciones
colectivas.
Relación con
Monet
En esta época, en
la que tuvo mucha relación con Monet, empezó Manet a adoptar las técnicas
impresionistas si bien rehusará participar en las exposiciones colectivas. En
cambio, organiza una exposición de sus obras en su propio taller de la parisina
calle de St. Petersboug, que gozó de bastante popularidad, rumoreándose en la
época que había tenido unas 4000 visitas.
Deterioro de su
salud
Hacia 1880, su
salud empezó a deteriorarse a causa de un problema circulatorio crónico, que no
mejoró a pesar de someterse a tratamientos de hidroterapia en Bellevue. En esta
época fue reconocido su talento con una medalla de segunda clase concedida por
el Salón, y fue nombrado también Caballero de la Legión de Honor.
Muerte
El 20 de abril de
1883, a causa de su enfermedad circulatoria crónica, le fue amputada la pierna
izquierda y diez días más tarde falleció a los 51 años de edad.Tumba de Manet en el cementerio de Passy de París.
Trayectoria
artística
De todos los
artistas de su tiempo, Manet era quizás el más contradictorio. Aunque se le
consideraba un personaje controvertido y rebelde, Manet se pasó casi toda su
vida buscando la fama y la fortuna, y lo que quizás sea más importante, un
pintor que ahora es aceptado como uno de los grandes, solía mostrarse inseguro
de su dirección artística y profundamente herido por las críticas hacia su
obra.Tuvo que esperar al final de su vida para conseguir el éxito que su
talento merecía. Pese a que se le considera uno de los padres del
Impresionismo, nunca fue un impresionista en el sentido estricto de la palabra.
Por ejemplo, jamás expuso con el grupo y nunca dejó de acudir a los Salones
oficiales, aunque le rechazaran. Afirmaba que «no tenía intención de acabar con
los viejos métodos de pintura ni de crear otros nuevos». Sus objetivos no eran
compatibles con los de los impresionistas, por mucho que se respetaran
mutuamente.
La notoriedad de
Manet, al menos en las etapas tempranas de su carrera, se debió más a los temas
de sus cuadros, considerados escandalosos, que a la novedad de su estilo. No
fue hasta mediados de la década de 1870 que empezó a utilizar técnicas
impresionistas. En este sentido, Bownes se muestra bastante convincente al demostrar
que, de joven, sin llegar a considerarse un innovador, Manet sí trataba de
hacer algo nuevo: Buscaba crear un tipo libre de composición que estaría, sin
embargo, tan herméticamente organizada en su superficie como los cuadros de
Velázquez.
En 1859 presentó
por primera vez al Salón su Bebedor de absenta, un cuadro que permitía sin
problemas adivinar su adoración por Frans Hals, pero que provocó una turbulenta
reacción en el público y en el jurado, inexplicable sin duda para un Manet que
durante toda su vida lo único que buscó fue el éxito dentro de la
respetabilidad.
En los años
sesenta, sin embargo, su pintura de tema español, tan de moda por entonces en
Francia, fue bastante bien acogida y en 1861 el Salón aceptó por primera vez un
cuadro suyo, el Guitarrista español.
El tono general
de la obra de Manet no es el de un pintor radical únicamente preocupado por el
mundo visual. Él es un sofisticado habitante de la ciudad, un caballero que se
ajusta en todo al concepto decimonónico de dandi: un observador distante,
refinado, que contempla desde una elegante distancia el espectáculo que le
rodea. Desde este punto de vista, Manet concluye el que será, sin duda, uno de
sus cuadros más escandalosos, rechazado en el Salón de 1863 y expuesto en el de
los Rechazados, Almuerzo sobre la hierba.
Este cuadro
obtuvo la repulsa unánime del público y la crítica. Sólo lo aceptaron y
comprendieron sus compañeros, los jóvenes pintores del momento. Lo que
escandalizó no fue el desnudo en sí, sino el modo de presentación con
vestimentas modernas y un cuerpo femenino vulgar, lejos de la perfección. El
crítico Ernest Chesneau (que años después sería el mayor entusiasta de la obra
de Manet) escribió lo siguiente:
"El señor Manet tendrá talento el día
en que aprenda dibujo y perspectiva; tendrá gusto el día en que renuncie a los
temas que escoge con miras al escándalo... No podemos considerar como una obra
perfectamente casta el sentar en el bosque, rodeada de estudiantes con boina y
gabán, una joven vestida solamente con la sombra de las hojas... El señor Manet
quiere alcanzar la celebridad asombrando a los burgueses."
Sin embargo, pese
a la aparente unidad del grupo, cada figura es una entidad separada, absorta en
su propia actitud o meditación, de manera que ningún tipo de conexión narrativa
puede explicar el conjunto. Y esta sensación de ruptura hace que el cuadro
parezca desintegrarse en una especie de collage de partes independientes que
sólo por un instante se agrupan gracias a su parecido, prestado, con el orden
renacentista.
Pero más
escandalosa todavía fue la Olympia, pintada en 1863 pero no presentada al Salón
hasta 1865, donde fue rechazada. Entre las razones por las que este cuadro iba
a resultar chocante no son las menos importantes el hecho no sólo de que es una
clara parodia de una obra renacentista, (la Venus de Urbino del Tiziano), sino
también una flagrante descripción de los hábitos sexuales modernos.
Manet sustituye
en él a una diosa veneciana del amor y la belleza por una refinada prostituta
parisina. Pero lo que realmente desconcertó a los críticos de la época es que
Manet no la sentimentaliza ni la idealiza, y Olimpia no parece ni avergonzada
ni insatisfecha con su trabajo. No es una figura exótica o pintoresca. Es una
mujer de carne y hueso, presentada con una iluminación deslumbrante y frontal,
sobre la que el pintor muestra un perturbador distanciamiento que no le permite
moralizar sobre ella.
Ambas obras
entusiasmaron a los pintores más jóvenes por lo que suponían de observación
directa de la vida contemporánea, por su naturalidad y por su emancipación
técnica. Manet se convirtió así, casi sin quererlo, en el personaje principal
del grupo que se reunía en el Café Guerbois, la cuna del Impresionismo.
En 1867, hacia la
época de la Segunda Exposición Universal en París, Manet, muy desalentado por
su mal recibimiento en el Salón oficial, decidió seguir el ejemplo de Courbet
unos años antes y dispuso, con su propio dinero, un pabellón donde presentó
cerca de cincuenta obras sin, desde luego, ningún éxito público.
En el prólogo del
catálogo es muy probable que le ayudara su amigo el novelista Zola porque, de
hecho, para su pintura durante toda la década de 1860, Manet contó con el apoyo
escrito de Zola desde su puesto de crítico de arte para la revista semanal
L'Evenement. Bajo estas circunstancias Manet pintó de él en 1867-68, un retrato
a la vez extraño y programático.
Ningún pintor del
grupo impresionista ha sido tan discutido como Manet. Para algunos, fue el
pintor más puro que haya habido jamás, por completo indiferente ante los
objetos que pintaba, salvo como excusas neutras para situar un contraste de
líneas y sombras. Para otros, construyó simbólicos criptogramas en los que todo
puede ser descifrado según una clave secreta, pero inteligible. Para algunos,
Manet fue el primer pintor genuinamente moderno, que liberó al arte de sus
miméticas tareas. Para otros, fue el último gran pintor de los viejos maestros,
demasiado enraizado en una multitud de referencias histórico-artísticas.
Algunos creen
todavía que fue un pintor de deficiente técnica, incapaz completamente de
conseguir una coherencia espacial o compositiva. Otros piensan, por fin, que
fueron precisamente estos "defectos" los que constituyeron su
deliberada contribución a las drásticas y enormemente fructíferas
transformaciones que introdujo en la estructura pictórica.
fuente: WIKIPEDIA.
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89douard_Manet
fuente: WIKIPEDIA.
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89douard_Manet
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