domingo, 21 de febrero de 2016

RAIMUNDO ROSALES, AL FNAL DE LA TORMENTA



AL FINAL DE LA TORMENTA

Canción

Música: Tato Finocchi

Letra: Raimundo Rosales



Ha llovido en las noches y los días

como llueven los ángeles eternos,

en las calles heladas y en los parques,

en los patios del alma y los desiertos.



La ciudad se nos fue volviendo blanda

bajo el agua irredenta de la furia,

no hubo mares más altos que esa lluvia

ni tristeza más íntima y brutal.



Pero un día el tiempo se detuvo

y una paz llorada y frágil

descendió por los jardines

como un viento tibio entre los dedos.



El sol desanudó las horas rotas;

el árbol se miró sus ramas muertas;

y un pájaro desnudo de milagros

tejió su nuevo arpegio en el silencio.



Al final de la tormenta...

había que empezar todo de nuevo.



En las calles ahora se perciben

los latidos que asoman a la vida,

los cadáveres brunos de las flores

y una foto del tiempo, malherida.



Me detengo un instante en el naufragio,

en las cien soledades de este invierno,

y en sus ojos rebeldes y serenos

que han llorado y que tiemblan, pero están.

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