En una palabra - Eugenio Mandrini
En el ocaso de la vida, cuando había
superado las
mil tonalidades del color, y los diez
mil instrumentos
del sonido, y las cien mil miradas que
dan
forma y consistencia al mundo, el
poeta escribió
su última obra con menos de dos
palabras: un
poema en verdad musical y sugerente,
que no nombraba
al universo, ni a la libertad, ni a la
paz, ni
al amor siquiera, y que sin embargo
podría persuadir
a todos por igual: a amantes, a
místicos, a
revolucionarios y a dioses domésticos.
La palabra era
Oh
Se burlaron mucho de él, algunas
piedras
picotearon sus últimos huesos, y no lo
dejaron descansar
ni a la orilla del río.
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