Un día como hoy...11 de septiembre...pero de 1862...nacía
O.HENRY.
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O. Henry
Nacimiento:11 de septiembre de 1862,
Greensboro, Estados Unidos
Fallecimiento: 5 de junio de 1910, 47 años
Asheville, Estados UnidosNacionalidad: estadounidense
Ocupación: Farmacéutico, escritor, periodista, editor, cuentista
Cónyuge: Athol Estes
Hijos: Margaret
Biografía
Nació en Greensboro, Carolina del Norte. Su padre, Algernon Sidney Porter, era médico. Cuando William tenía tres años, su madre murió de tuberculosis y él y su padre se trasladaron a la casa de la abuela paterna. William era un gran lector y alumno estudioso que se graduó en la escuela elemental en 1876. Más tarde se matriculó en el Instituto Calle Linsey. En 1879 empezó a trabajar como contable en la farmacia de un tío suyo y en 1881, a los 19 años, obtuvo el título de farmacéutico.
Nació en Greensboro, Carolina del Norte. Su padre, Algernon Sidney Porter, era médico. Cuando William tenía tres años, su madre murió de tuberculosis y él y su padre se trasladaron a la casa de la abuela paterna. William era un gran lector y alumno estudioso que se graduó en la escuela elemental en 1876. Más tarde se matriculó en el Instituto Calle Linsey. En 1879 empezó a trabajar como contable en la farmacia de un tío suyo y en 1881, a los 19 años, obtuvo el título de farmacéutico.
La juventud del
escritor fue tormentosa. Se trasladó al condado de LaSalle, Texas en 1882,
trabajando en un rancho de ovejas. Posteriormente, en 1884, se trasladó a la
ciudad de Austin, donde residió en casa de un amigo durante tres años. Uno de
los habitantes de esa vivienda era un gato llamado Henry, y de la expresión
“¡Oh, Henry!” surgió el seudónimo que inmortalizaría al futuro narrador. Es en
esta época cuando comienzan sus problemas con el abuso en el consumo de
alcohol; también es cuando aprende a dominar el idioma español. En 1887 se fugó
con la joven Athol Estes, hija de una familia adinerada. En 1888 Athol dio a
luz a un niño que murió. En 1889 nació una nueva hija: Margaret.
En 1894, Porter
fundó un semanario humorístico llamado The Rolling Stone. En ese mismo año
sería despedido de un banco de Austin por malversador. Al venirse abajo The Rolling
Stone, el escritor se mudó a Houston, donde fue periodista en el Houston Post.
En Austin, O.
Henry desempeñó diversos oficios, entre ellos trazador de planos en la General
Land Office y desde 1891, como cajero del First National Bank, en donde se produciría
el suceso más trascendental de toda su vida: O. Henry fue acusado en 1895 de
apropiarse de un caudal de dinero que tenía bajo su responsabilidad. Si bien
muchos autores ponen en tela de juicio la culpabilidad del escritor, lo cierto
es que tras advertir que sería arrestado por desfalco, en la víspera del juicio
O. Henry decidió abandonar su país en julio de 1896 y se embarcó via Nueva
Orleans con destino a Honduras.
Pasó cerca de
siete meses viviendo en Honduras, principalmente en Trujillo. Más tarde
escribió cuentos cortos que tenían lugar en el pueblo de Coralio (basado en el
pueblo real de Trujillo) en un ficticio país de América Central llamado
Anchuria (basado en el país real de Honduras). La mayor parte de esos cuentos
aparecen en el libro Of Cabbages and Kings.
Poco o nada se
conoce de su vida en Centroamérica, hasta que en febrero de 1897 se entera de
que su mujer estaba agonizando en la ciudad de Austin, por lo que O. Henry
debió tomar la decisión de volver a EE.UU. para estar junto a su esposa poco
antes de su muerte, acaecida el 25 de julio de 1897. Menos de un año después,
el escritor es capturado por la justicia por el desfalco del First National
Bank y condenado a una pena de 5 años de prisión en la penitenciaria nacional
de Columbus (Ohio), en la que ingresó en 1898 y donde estuvo detenido por tres
años, hasta que se le concedió la libertad por buena conducta.
O. Henry comenzó
a escribir relatos cortos durante su estancia en la cárcel para poder ganar el
dinero para mantener a su hija. En 1899, uno de sus relatos, Whistling Dick’s
Christmas Stocking, llegó a ser publicado por una conocida revista de la época:
el McClure´s Magazine.
Cuando cumplió su
pena, en 1901, cambió definitivamente su nombre, William Sydney Porter, por el
de O. Henry, acaso con la intención de borrar las sombras de su pasado. Se
trasladó ese mismo año a Nueva York en donde vivió hasta su muerte.
En Nueva York, la
ciudad que el escritor amaba y escenario de muchas de sus narraciones, O. Henry
obtuvo el reconocimiento por parte del público, aunque su relativa fama y su
éxito literario nunca le brindaron un bienestar económico, en gran medida
debido a su afición a la bebida. En efecto, existe una anécdota que dice que su
relato más famoso, El regalo de los Reyes Magos (considerado por los críticos
como uno de los mejores), fue escrito bajo la presión de un plazo de entrega,
en tan solo tres horas y acompañado de una botella entera de whisky.
Desde diciembre
de 1903 hasta enero de 1906 escribió una historia a la semana para el New York
World.
Contrajo nuevas
nupcias en 1907 con su novia de la infancia, Sarah Lindsey Coleman. Ni este
matrimonio ni el éxito que obtuvo rápidamente con sus relatos cortos (o tal vez
precisamente por esto último) impidieron que cayese en el alcoholismo. Sarah lo
abandonó en 1909. O. Henry, uno de los más grandes maestros del relato corto,
murió un 5 de junio de 1910 a causa de una cirrosis hepática, llevando en sus
bolsillos solo veintitrés centavos de dólar.
Se celebró su
funeral en New York City, y después fue enterrado en Asheville, Carolina del
Norte. Su hija, Margaret Worth Porter, murió en 1927, siendo inhumada junto a
su padre.
Obra
En la mayoría de
los mejores cuentos de O. Henry, escritos en los primeros años del siglo XX, se
valora principalmente el final imprevisto y los giros repentinos de la trama al
final del relato. Muchos cuentos tienen lugar en la ciudad de Nueva York y
retratan generalmente personajes normales y corrientes como dependientes,
policías, camareras. Su obra más conocida, Los cuatro millones, hace referencia
al número de habitantes de la ciudad de Nueva York a comienzos del siglo XX, y
al hecho de que cada uno de estos habitantes constituía para O. Henry "una
historia digna de ser contada".
El trabajo de O.
Henry es en lo fundamental un producto típico del tiempo en que vivió. El
escritor supo captar a la perfección el sabor de su época y de su
circunstancia. Ya fuese deambulando por los pastos de Texas, indagando en el
arte de los timadores o investigando las tensiones de clase en la gran ciudad,
el toque del escritor para aislar cada elemento de la sociedad, describiéndolo
con suma parquedad y gracia lingüística, era inimitable.
Son muy conocidas
sus antologías Heart of the West (Corazón del Oeste), The Four Million (‘Los
cuatro millones’) y Of Cabbages and Kings (‘De reyes y repollos’) en las que
exhibe algunos de sus mejores relatos. La tercera, menos conocida, comprende
una serie de cuentos, cada uno de los cuales explora cuidadosamente, en base a
una compleja estructura, un aspecto concreto de la vida en Anchuria un
anquilosado país de Centroamérica.
Otros grandes
relatos de O. Henry, traducidos al castellano son: Best seller, Memorias de un
perro amarillo, Un amante tacaño, Regalo de Reyes, Déjeme tomarle el pulso,
Vocación mesiánica, El oro que relucía. También existe una colección antológica
de O’ Henry traducida al español, Obras selectas, en dos tomos.
En uno de sus
relatos situados en el Salvaje Oeste creó el personaje Cisco Kid que con el
tiempo se convirtió en una popular figura en películas, series televisivas y
comics.
En las
narraciones breves de O. Henry se han querido ver prefigurados algunos de los
grandes personajes de la escena literaria estadounidense como J. D. Salinger,
Truman Capote, Tom Wolfe, Raymond Carver, etc.
Jorge Luis
Borges, que lo admiraba profundamente, escribió sobre él: “Edgar Allan Poe
había sostenido que todo cuento debe redactarse en función de su desenlace; O.
Henry exageró esta doctrina y llegó así al trick story, al relato en cuya línea
final acecha una sorpresa. Tal procedimiento, a la larga, tiene algo de
mecánico; O. Henry nos ha dejado, sin embargo, más de una breve y patética obra
maestra”.
fuente: WIKIPEDIA.
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