miércoles, 18 de septiembre de 2013

DON EDEN


LOS ESCRITOS DE ROLANDO
La Mesa del Café - Folklore
Botica renovada
publicado en la página webb TODOTANGO
   
Por: rolandomoro    17/09/2013
 
Estimados GRACIELA y COCO


Muchos fueron los años de luchas entre los nativos e inmigrantes, que llegaban a nuestras tierras con el afán de hacer una gran nación….¡¡Su nueva tierra, su nuevo hogar!!

En provincias nuevas, muy jóvenes, los sentimientos se veían mezclados continuamente, pues compartían el vivir, originarios y aquellos que bajaban de los barcos- no con afán de luchas y muertes- pues sus armas eran los arados y los hijos.

Suelo expresarme con mucho cariño hacia mis abuelos inmigrantes, de los cuales solo conocí a dos (los padres de mi madre), los otros partieron antes de mi nacimiento.


Algún día, dos hombres y parte de su familia partieron de DAE (Austria), vía Trieste con rumbo sur, al nuevo y esperanzado mundo. Ya en el barco se juramentaron crear cada uno una escuela.

Destinados a Reconquista (Santa Fe), cumplieron a pocos años con su promesa y levantaron en Avellaneda la primer escuela que hoy es colegio con nivel secundario, dependiente de la nación y donde aun hoy perdura el aljibe de agua (que abrieron a fuerza de palas y picos), de donde bebían los educandos.


Luego comenzaría a poblarse el Chaco y uno de los hermanos, con sus hijos se radicó en esas tierras. 
Éden, uno de los mayores fue mi abuelo, que siguiendo la promesa de sus mayores, también creó una escuela.

Fui su nieto mayor, concordante con la edad de su hija menor, con quien la abuela nos crió como hermanos en el campo del cual nunca quise salir.

En principio los chicos del monte, hijos de peones, nativos y pobladores perdidos en pena selva. Concurrían a la casa del abuelo, donde una maestra pagada por el viejo, les proveía de las primeras nociones de letras hasta que la escuelita estuviese construida. Con mucho esfuerzo se fue levantando y hoy lleva el número 542 y de la cual poseo mil anécdotas de infancia.

Cuando se cumplieron los 25 años de vigencia, con plantel docente completo, su directora Sra. Elena Saquer, pronunció las labras que compartiré con ustedes y como memoria a aquel viejo que me daba todos los gustos, por ser su “gurí”, regalo del cielo, su primer nieto.


Abrazón


LA ESCUELA PERPETÚA LA FIGURA DE DON EDEN PITTERI



-Para acceder al escenario en donde tuvo lugar una historia de auténtica grandeza humana, de las tantas que florecieron en nuestro Chaco en su etapa fundacional, vamos a regresar a la primera década del siglo y adentrarnos en el entonces bravío territorio nacional.


-Abandonemos para ello las rutas pavimentadas de 1979 y afrontemos todas las dificultades de los senderos y picadas que en 1909 nos llevarán al casco de una estancia situada a cuatro leguas de la incipiente colonia “El Zapallar”


-Por entonces y mil kilómetros al sur, Buenos Aires, la orgullosa capital del Plata, estación terminal de la inmensa riqueza que fluía del vientre ubérrimo de las pampas, vive los nerviosos preparativos del primer centenario de la Patria cuya celebración, un año después, la pondrá a consideración y admiración del mundo..

-Pero aquí, en el Chaco 1909, por entonces la trastienda de la patria, todo está por hacerse.

-Y en sus bosques y cañadas, en sus abras, todavía se entrecruzan la rubia cabellera del gringo, con la mirada del indio, tan similar a la pupila vigilante del guazuncho.


-En ese marco, a cuatro leguas de la colonia El Zapallar, más exactamente en la legua 107-Don Éden Pitteri-quien lleva en su sangre el osado impulso de la milenaria Italia, la Italia de la legiones romanas que conquistaron el mundo conocido, entonces guiados por sus cónsules y generales-Don Éden Pitteri-heredero de ese pasado de gloria, comienza aquí, en este joven territorio de la joven América, a sentar las bases de su vida de trabajo.


-Las bases de su explotación ganadera, más que una realidad, una esperanza de domar a fuerza de sacrificios, para que abandonase el galope libertario de los sueños.


-Por entonces, la soledad del monte chaqueño tenía para Don Éden Pitteri, puntos de descanso en sus vecinos, Lino LESTANI, Julio PERRANDO, Esteban MARTINEZ, con quienes quebraba el frío silencio de la ausencia de una voz amiga.


-Así pasan los años, las décadas de trabajo, alegrías, desalientos, terquedad para proseguir, de dudas y guapeza. Mientras la familia se agranda hacia el ancho territorio de la ternura, levados de la mano de los hijos y del amor de su esposa.


-También se ensancha la tierra en la que Don Éden Pitteri, deja su esfuerzo día a día. Ya en 1930 incursiona en la agricultura y la explotación forestal, dos actividades que requieren de mayor mano obra.


-Entonces ve cómo sus campos se pueblan de peones y hacheros, que levantan las paredes de sus ranchos, siguiendo la filosofía arquitectónica que Dios confió a los horneros.

-Y peones y hacheros, en los misterios de la luna nueva, en brazos de sus chinas multiplican el plenilunio de los hijos.


-Es cuando una centuplicada risa de gurises, hace añicos definitivamente el tenue cristal de silencio que escuda el monte.

-Y esa risa de gurises cala hondo en Don Éden…..¿Que será de ellos, caritas, carillas blancas en que la vida recién empieza a escribir sus caracteres?


-¿Cómo salvar esa promesa dibujada en cada rostro de niño, en un medio en que todavía no se han abierto picadas para que pueda levantarse, a la distancia, el horizonte de la esperanza de una educación mejor?


-Hay que levantar una escuela, seguro soporte a la esperanza, a la patria del mañana, a los hombres del mañana, que hoy balbucean toda su picardía bajo la sombreada arboleda que rodea cada casa.


-Éden Pitteri, ahora junto a sus hijos, hace suyo el problema, esos gurises caritas sucias tendrán su escuela, abrirán el vallado de palotes para que transite la esperanza de una vida mejor.

-Y así comienza a tomar forma un primer saloncito de 5 por 8 metros, paredes de estantes, piso de ladrillos, techo de tejas.

-Rustica carpintería, bajo árboles añosos, proveerá bancos, mesas y hasta coqueto y “lujoso” pizarrón.


-Fue entonces cuando Don Éden se apercibió de que junto con la albura de las tizas, faltaban todos los útiles para la escuelita.

-Y que costaba para un espíritu como el suyo, desandar quince días de almanaque, para ir y volver de Resistencia con sus alforjas cargadas del precioso don de tizas, lápices, borradores, cuadernos y en otra caja….¡¡La bandera Argentina!!. Porque para él , la educación comenzaba por el amor a la patria, a esa patria que le había entregado la Juventus de las nuevas tierras.


-Pero la alegría de la gestación de la nueva escuela, se empañaba por la imposibilidad de contar con un maestro que luego de adquirir un título, muy preciado por aquellos días, decidiese ir a ocultarse en la soledad de su apostolado, en un paraje que sólo surcaba día por medio, el trencito Quijano.


-Fue su dilecto amigo, don Pedro Hounsfield, quien le llevó su hijo, maestro normal, para que se hiciese cargo de la escuelita recién nacida y de sus 24 alumnos inscriptos en la precariedad de un cuaderno.


-Y fue en el mes de marzo de 1942, que por primera vez se izó la enseña Patria en el mástil de aquella escuelita, acompañado por el hondo fervor de los pobladores de la zona y del nervioso vaivén de algunos chicos que estrenaban guardapolvos.


-Pasará nuevamente el tiempo, con su canción de río que no regresa, las clases de labores dictadas por Elba, hija mayor de Don Éden, que enseño a tantas niñas, hoy madres y abuelas, atender a la ropa de los suyos. También la inquietud del fundador de esa escuela, hija orgullosa del ensimismado rostro de ese Chaco hostil e indomeñable, que en pleno siglo xx, se resistía aún a abrir sus venas para que corriera la sangre nueva.


-Pero Don Éden Pitteri ensanchaba espacio a sus sueños, quizá golpeteado por la centuplicada risa de esos primeros gurises que le dieron voces al anterior silencio de su estancia y desea formar un gran establecimiento educacional.


-Así nació la escuela ( 7 ) de la provincia, con una esperanza inicial de 10 alumnos a un kilómetro de distancia de su establecimiento, en un predio de dos hectáreas donadas por Don Éden, y la comisión de trabajo que integraron César Pitteri, Ignacio Bogado, Blanca Pitteri y la primera maestra Adela Yapur, integrada a la familia


-El ininterrumpido camino del tiempo seguirá su curso transformando a la antigua escuelita número 7, en la hoy 542 con sus 70 alumnos cumpliendo sus Bodas de Plata.


-De 1909 a 1979 corrieron setenta años, desde que el joven Éden Pitteri quemó las naves de su espíritu, para hacer fructificar las vírgenes tierras cercanas a la antigua colonia El Zapallar.


-Hoy ya no se ve su estampa gringa, recorriendo los senderos del monte o la quietud de las obras, espoleando los caballos de la naturaleza para hacerla madre de ganaderías y sembrados.


-Hoy ya no se ve su estampa gringa, pero tan legítimamente nuestra, desandando picadas tras el sueño de una escuela en su campo, para que los gurises de peones y hacheros, andando el tiempo, fuesen padres de médicos, de abogados, de profesionales y técnicos de la Argentina de hoy.


-Pero hay una imagen que entre sus hijos, entre quienes lo conocieron y entre nosotros, los que nos acercamos a su figura en la aproximación que nos brinda su vida, ha quedado grabada para siempre.


-La del hombre apacible e inteligente que por sobre el tajo de las sementeras, por sobre el vapor del ganado antes que despunte el sol, por sobre la oscura herida del quebracho antes de morir, descubrió para siempre, la sonrisa de un niño en su campo y le dio el albergue de una escuela para que esa sonrisa tuviese, un mañana mejor.


-DIOS sólo sabrá…Don ÉDEN PITTERI…porqué la vida del hombre es tan efímera que hoy no lo podemos contar entre nosotros para festejar las Bodas de Plata de la escuela 542


-Pero estamos seguros que desandando kilómetros en un trencito Quijano celestial, se apeará en la estación de nuestro cariño, allá en la legua 107 de la antigua colonia El Zapallar, para festejar con todos nosotros, los 25 años de SU ESCUELA…..con mayúsculas SU ESCUELA!!


-Y habrá seguramente una tiza, de las que trajo en su primer viaje a Resistencia, para escribir su nombre en el pizarrón de honor del establecimiento.


-Y una bandera Argentina, hija de la que transportó en una humilde caja para ser izada por primera vez en su escuela, hoy se elevara al cielo para confundirse con él.


-¿Sabe una cosa Don Éden? Nosotros, hombres del 79, de carreteras y jets, quisiéramos confundirnos con su espíritu para abrevar en él, toda su grandeza.


-Porque tenemos verdadero temor de que caiga la tarde sobre nuestra generación, sin que hayamos vivido el gozo supremo del sacrificio vital, de la audacia, del amor, sin haber tenido verdaderamente….un hijo, sin haber plantado un árbol y sin haber creado una escuela. Quédese con nosotros, hoy más que nunca Don ÉDEN PITTERI, para que no caiga sobre nosotros el anochecer de una civilización……….



*Elena Saquer* (Directora escuela 542-1979-)


LOS ESCRITOS DE ROLANDO
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