Un día como hoy... 16 de julio... pero de 1925... nacía
ROSITA QUINTANA.
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Semblanza de ABEL PALERMO
publicada en la página webb TODOTANGO
CANTANTE, ACTRI, POETISA
16 de julio de
1925
Nombre verdadero:
Trinidad Rosa Quintana Muñoz
Apodo: La Dama de
América
Nació en el
barrio de Saavedra en la ciudad de Buenos Aires. Desde niña demostró un ángel
especial para la actuación, participando en las fiestas escolares y barriales.
Al finalizar la primaria, sus padres la inscribieron en el conservatorio de los
hermanos Emilio y José De Caro, donde cursaría canto y actuación.
A los 15 años
debutó en la orquesta de los hermanos Alberto y José De Caro, junto al cantor
Félix Gutiérrez, pasando luego con el sexteto de Mario Azzerboni, actuando
exitosamente una temporada, en el histórico Café Nacional de la calle
Corrientes.
A mediados de la
década del cuarenta pasó a actuar como solista, con el acompañamiento del
conjunto de guitarras de José Canet, con el que viajó a Chile, compartiendo
espectáculos y radio con la orquesta del bandoneonista Gabriel Clausi, “El
Chula”, que estaba radicado allí y también, con la del maestro trasandino
Porfirio Díaz.
Durante esa
visita fue contratada para actuar un mes en México, en el renombrado local de
la capital azteca,"El Patio". Su talento y belleza deslumbraron al
público y a los empresarios que la requirieron para diversos espectáculos de
teatro y también para el cine. A causa de ello, Rosita decide radicarse en el Distrito
Federal. Por esta razón se desvinculó de José Canet con quien mantenía además,
una relación sentimental.
Una vez
aclimatada a su nueva circunstancia, inició un fuerte romance con el director y
productor cinematográfico, el mexicano Sergio Kogan, con quien contrajo
matrimonio y tuvo dos hijos Sergio Nicolás y Paloma. Mientras tanto su vida
artística continuaba creciendo. En esos días compartía la cartelera de los
teatros y los elencos de las películas, junto a las figuras más importantes de
América: José Mojica, Jorge Negrete, Pedro Vargas, Arturo de Córdoba, Pedro
Armendáriz y Cantinflas, entre otros.
Sus actuaciones
eran presenciadas por importantes figuras del nivel de Agustín Lara, del joven
y consagrado escritor Mario Vargas Llosa —quien la llamaría “La Dama de
América”— y de un nutrido grupo de admiradores. En su repertorio como cantante
no hacía únicamente tango, también agregaba temas mexicanos e internacionales.
Su vida privada y
sentimental fue intensa y movida, luego de su divorcio con Sergio Kogan, se
casó con su secretario Julio Chapira y, unos años más tarde, con el cineasta
Jorge D’Arnell.
En México actuó
en diecinueve películas, las dos primeras de 1948: “Ahí vienen los Mendoza” y
“Calabacitas tiernas”; la última en 2005, “Club Eutanasia”. Pero la más
recordada fue sin duda, “Susana, carne y demonio”, dirigida por Luis Buñuel en
1950.
A principios de
la década del sesenta, regresó a la Argentina. En sus primeros espectáculos
participó acompañada por mariachis. En 1964, fue requerida por René Mugica para
hacer dos films: “El octavo infierno, cárcel de mujeres”, con Leonardo Favio y
Lautaro Murúa y “El demonio en la sangre”, con Ubaldo Martínez y Ernesto
Bianco, curiosamente, ambas películas fueron producidas por su ex marido Sergio
Kogan.
Realizó, además,
algunas presentaciones en “Caño 14” con el acompañamiento de Héctor Stamponi,
con quien grabaría un par de discos de larga duración y a quien conocía muy
bien porque ya la había acompañado en México, cuando era la orquesta de otra gran
triunfadora en ese país en los años cuarenta, Amanda Ledesma.
Otra actuación
digna de mención fue su papel protagónico en “Mi bella dama”, en el Teatro
Nacional. También, sus actuaciones en “El Rincón de los Artistas” y su
participación en la telenovela “Abrázame muy fuerte".
En el año 2000,
Ediciones Pentagrama editó en México un compacto: “Charlemos Buenos Aires”, con
grabaciones realizadas en la Argentina en 1965. Resulta muy interesante la
integración de la orquesta que acompañó a Rosita, un verdadero seleccionado:
Enrique Mario Francini (violín), Roberto Grela (guitarra), Osvaldo Berlingieri
(piano), Domingo Federico (bandoneón), José Bragato (viola), “Quicho” Díaz
(contrabajo), los arreglos a cargo de Héctor Stamponi y la dirección de Carlos
García. Se destaca el tema que da nombre al disco, con música de Stamponi y
letra de la cancionista.
Tuve la fortuna
de verla en varias oportunidades en “Caño 14” y en “El Rincón de los Artistas”
y fue, a mi criterio, una artista de alto nivel, con una hermosa voz y una gran
técnica interpretativa pero, por sobre todas las cosas, una mujer de una jerarquía
y una belleza sin igual.
Por último,
parafraseando a Aníbal Troilo, Rosita Quintana fue una mujer que nunca abandonó
el barrio. Lo confirma ella misma en uno de sus poemas: “Me reclaman tu suelo,
mis raíces, cada vez que estoy lejos, mi Buenos Aires”.
fuente: TODOTANGO.
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