JOSE GARCIA.
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Semblanza de EMILIO J. PICHETTI
publicada en la página webb TODOTANGO
DIRECTOR, VIOLINISTA, COMPOSITOR
22 de julio de
1910 - 5 de abril de 2000
Nombre completo:
José Francisco García
Nacido en el barrio de Barracas (ubicado en el sur de la
ciudad de Buenos Aires), desde que tuvo uso de razón se despertó en él, su
afición por la música y tocaba varios instrumentos, entre ellos el piano,
violín y bandoneón. Sus aspiraciones no fueron en realidad como ocurrieron,
convertirse en director de una orquesta típica. Sus miras eran otras muy
diferentes, pero la realidad enseña que lo más común en la vida, es que se
modifiquen planes y trayectorias concebidos en momentos en que el futuro se
mira con ese gran optimismo que a todos nos invade en la juventud.
Cursó estudios en el Conservatorio Nacional y tuvo, como era
lógico, por maestros a las figuras musicales más prestigiosas de la época. Él
también pensó que, con el correr del tiempo, podría transformarse en un
violinista famoso. Ese instrumento fue el que aprendió y al que se consagró con
todo el entusiasmo y vehemencia que son necesarios para conseguir el triunfo.
Poco después de finalizar sus estudios, José García
estableció un Conservatorio en Lanús. De los conocimientos que él había
adquirido mediante no pocos sacrificios, trataba de hacer partícipe a unos
muchachos que en esa localidad sustentaban algunas inquietudes musicales y
pronto el entusiasta y flamante profesor se vio favorecido por un gran número
de fervorosos alumnos.
En 1926, formó una orquesta infantil íntegramente compuesta
por alumnos de su Conservatorio, de los cuales algunos formaron luego en su
afiatado conjunto Los Zorros Grises.
La orquesta de José García
Fueron sus compositores favoritos: Schubert, Beethoven y
Gounod, y tuvo una habilidad paralela que el público nunca conoció: la pintura
artística.
Transcurría al año 1930, época en que diferentes emisoras
porteñas trasladaron sus estudios a los teatros, ofreciendo espectáculos
variados y atrayentes, pero marcaron el principio de la decadencia de los
artistas del micrófono. José García que más que profesor era un amigo de sus
alumnos, observó el éxito circunstancial de tales espectáculos y se dedicó a
formar una orquesta típica integrada por animosos muchachos, que la
convirtieron en un interesante matiz del espectáculo que se brindaba en el
teatro San Martín de entonces.
En vísperas de debutar se concretó un detalle importante, el
de la indumentaria de los componentes de la orquesta. En aquel tiempo se
vendían unos trajes de franela gris a un precio tentador, pues no llegaban a
los treinta pesos, y la orquesta se uniformó inmediatamente. El público recibió
a ese núcleo de muchachos cordialmente y, como consecuencia del color de los
trajes, los denominó "los grises". Aceptó García tal denominación
pero, al poco tiempo, ya no le satisfizo y entonces se le ocurrió anteponer lo
de "zorros". De allí nació el nombre de "José García y sus
Zorros Grises", utilizando el tango de Rafael Tuegols "Zorro
gris" como presentación y cortina musical.
El primer conjunto de 1936 estaba constituido por la
siguiente nómina de músicos: Juan Carlos Barbará (piano); Rodolfo Morán
(contrabajo); Francisco Caamaño (pistón); Hipólito Morán, Juan Aprobat, Domingo
Perego y Mario Lali (violines); Héctor González, Alfredo Ponce, Roberto
Quiroga, Luis Mastorini y Alfredo González (bandoneones); Augusto Gothier y
Nilda Wilson (cantores). Como director, José García, quien inicialmente
ejecutaba el violín y posteriormente llevó la batuta solamente.
Fue ese un conjunto bien disciplinado, perfectamente
afiatado que a fines de la década del '30, compitió con las mejores orquestas
de la época en un momento en que todas ellas se fueron renovando como en el
caso de Juan D'Arienzo, Miguel Caló, Osvaldo Fresedo, Francisco Canaro y cuando
se iniciaban las orquestas de Aníbal Troilo, Ricardo Tanturi, Carlos Di Sarli y
Lucio Demare.
Perteneció la orquesta de los Zorros Grises a los conjuntos
denominados rítmicos, con compás bien remarcado y con la particularidad de
agregar al género netamente típico, otros alegres ritmos bailables no
tradicionales como corridos, rumbas, boleros, marchas, etcétera, lo que le dio
gran aceptación del público y gran popularidad.
En 1938 su pianista Juan Carlos Barbará dejó a los Zorros
Grises y creó su famosa orquesta característica. Lo reemplazó Rodolfo Lozano.
Las principales actuaciones del conjunto se pudieron
apreciar también en confiterías y bailes de Carnaval de los grandes clubes
deportivos con gran suceso, manteniendo siempre su afiatado estilo. En radio se
consagró en el llamado "Palacio" de Belgrano 1841 que ocupaban tres
emisoras, y luego de debutar en Radio Porteña, fue contratado como artista
exclusivo de Radio Belgrano.
En 1941 figuraba como cantor del conjunto Carlos Alberti, al
año siguiente se incorporó Alfredo Rojas, que fue su cantor más popular y
estable, cuyo verdadero nombre es Asdrúbal Sterla Webster, excelente y
agradable voz de buena potencia y perfecta modulación.
El conjunto cambió varios de sus músicos en 1943 y la
formación quedó así: Carlos Figari (piano); Rodolfo Morán (contrabajo); Elías
Slom, Rodolfo Filoso, Carlos Deambroggio e Ítalo Morán (violines); Nicolás
Castillo, Luis Masturini, Héctor González y Pablo García (bandoneones); Alfredo
Rojas (cantor). Ese fue el momento de su máxima popularidad.
La orquesta llegó tardíamente al disco. Fue contratada por
el sello Odeon y el 23 de enero de 1942 grabó el tango de Horacio Pettorossi
"Fea", que cantó Alfredo Rojas. Entre esa grabación y el 16 de abril
de 1945, grabaron 40 temas de los cuales, 33 fueron cantados por el mencionado
Rojas, 1 por Nilda Wilson, 2 a dúo por Rojas y Wilson y 4 fueron
instrumentales.
Otros cantores que lo acompañaron en su última época -1945 a
1947- fueron: Luján Cardillo, Osvaldo Cordó y Alberto Santillán.
Como compositor, José García hizo 28 temas, destacándose los
tangos: "No pudo ser", "Nocturno de tango", "Esta
noche de luna", "Si escucharas mis amores", "Jesús de
Nazareth" y "Desolación"; el vals "María Triniá" y un
corrido que le reportó la mayor popularidad y beneficio económico titulado
"El mentiroso".
Director de una de las mejores orquestas típicas, en lo que
respecta a su calidad artística, disolvió su orquesta en 1950. Al paso de unos
años se mudó a Córdoba y se dedicó a la hotelería. Siguió tocando con
agrupaciones pequeñas en diferentes escenarios de esa provincia, pero su
actividad fue disminuyendo progresivamente y, como tantos otros valores, hoy es
injustamente olvidado.
Pero como nadie es profeta en su tierra, su música fue mucho
más apreciada en Colombia donde editó 3 discos Larga Duración. Y otro tanto
Chile, país en el que el público siente por él gran admiración y respeto.
fuente: TODOTANGO.
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