miércoles, 10 de julio de 2013

-ERNESTO PONZIO, MÚSICO

Un día como hoy... 10 de julio... pero de 1885... nacía
ERNESTO PONZIO.
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Semblanza de JUAN SILBIDO
publicada en la página webb TODOTANGO

VIOLINISTA, COMPOSITOR
10 de julio de 1885 - 21 de octubre de 1934
Apodo: El Pibe Ernesto

Porteño, nacido en aquel barrio denominado Tierra del Fuego (ubicado entre la demolida Penitenciaría y la Recoleta). Su padre, Antonio Ponzio, como buen napolitano, era músico. Ejecutando el arpa falleció víctima de aneurisma, repentinamente se desplomó en el mismo escenario durante un recital. Su esposa era uruguaya, Casilda Casafú de Ponzio.

Al desaparecer su padre, Ernesto, que cursaba estudios de violín en el conservatorio Williams, debió suspenderlos. El hogar urgido de recursos aceleró el comienzo de su actuación. Fondas y cantinas constituyeron su primer escenario; cumplida su labor desfilaba jovial y decidido platillo en mano, cuyo producto se destinaba a engrosar la estrecha economía familiar.

Según averiguamos, el famoso tango “Don Juan” fue, al parecer, escrito en 1898. Agreguemos que la 2ª edición posee letra de Ricardo J. Podestá. Según diferentes autores ha sido estrenado en la casa de bailes de Concepción Amaya “Mamita” (Lavalle 2177) aproximadamente en 1900. Entusiasta difusión logró tanto en el restaurante de J. Hansen (Av. Sarmiento) cuanto como en el quiosco “Casares”.

Ernesto Ponzio se hallaba vinculado por amistad con los jóvenes Savino. En cierta ocasión que visitara el domicilio de éstos contempló a una niña que dormía dulcemente. Le causó tal impresión que dirigiéndose a la madre dijo así: «¡Señora!... ¿me la guarda?...» Cumplió su palabra, pasó a retirarla el 9 de junio de 1906, día en que desposó a la bella durmiente: señorita Adela Savino.

Cumplió su labor de violinista en los más variados escenarios: “La Batería”, sita en Retiro, la citada casa de bailes “Mamita”; “El Tambito", ubicado entre la arboleda palermitana. Le acompañaban: Eusebio Aspiazú (guitarra), moreno ciego y muy hábil con su instrumento, a quien Ponzio dispensó siempre afecto entrañable; el trío se completaba con el “Tano” Vicente Pecci (flauta).

Merece comentarse el origen del título del tango “Ataniche”, obra cuyos compases fueron de los primeros que se oyeron en “El Tambito”. Allí llegaba por las noches, conducida en una victoria adornada con pequeñas campanillas de plata que se agitaban sonoras, una bella concurrente ataviada con llamativa elegancia. Su presencia despertaba general admiración; ello inspiró al “Pibe Ernesto” que con fértil inventiva musical brindó el magnífico “Ataniche”.

Calle Europa hasta 1908, con dicha denominación se conocía la actual Carlos Calvo. Casi al llegar a Jujuy aún puede contemplarse la fachada tal como era antaño de la casa de bailes de María “La Vasca”. Ponzio actuó allí frecuentemente; por ella pasaron asimismo Manuel Campoamor y Vicente Greco.

Nos describe la señora Adela Savino de Ponzio con estas palabras a su marido:

«Ernesto era de estatura mediana, gallardo y apuesto. Fácilmente se dibujaba en su rostro amplia sonrisa. Le caracterizaba un sentimiento de generosidad extremada. Recuerdo que frecuentemente llegaban hasta él músicos que se hallaban con el bolsillo exhausto; si su situación no le permitía ayudarles con dinero, les cedía alguna partitura que había compuesto, o en su defecto la escribía delante del atribulado que balbuceaba conmovido palabras de agradecimiento.»

Manifiesta la señora de Ponzio que luego se trasladaron a Lanús oeste; allí, en la esquina de José María Moreno y Lavalleja, instalaron un negocio de almacén: “El Pibe”. Optaron algún tiempo después por otra de las esquinas y allí se ubicó el almacén “Los Paraísos”. El citado comercio parecía más bien una entidad benéfica, ya que su dueño entregaba mercadería al fiado con tanta frecuencia que la caja concluyó por oxidarse. Felizmente los favorecidos procuraban amortizar sus deudas, pues los esposos Ponzio gozaban de general estimación en la barriada.

La sala del teatro El Nacional constituyó el último escenario de actuación del “Pibe Ernesto”, acompañado por músicos veteranos, asimismo dilectos y antiguos amigos suyos. Citémosles: Ernesto Ponzio y el “Pardo” Alcorta (violines), Juan Carlos Bazán (clarinete), “El Tano” Vicente Pecci (flauta), “Yepi” (bandoneón) y el siempre fiel Eusebio Aspiazú (guitarra de once cuerdas).

El domingo 21 de octubre de 1934, al mediodía, sufrió Ernesto Ponzio cierto malestar opresivo, de resultas del cual falleció instantes más tarde. Se diagnosticó aneurisma del corazón. Recuérdese que similar dolencia arrebató la vida al padre del mismo.
Su figura dotada de relieves propios y su obra de compositor han conquistado bien merecida fama entre los máximos creadores del tango. Hemos citado “Don Juan” y “Ataniche”; a ellos debemos agregar los títulos siguientes: Tangos: “De quién es eso”, “Don Natalio” (dedicado al director del vespertino Crítica), “18 kilates”, “Culpas ajenas”, “Cara dura”, “Trovador de arrabal”, “Avellaneda” (dedicado a Don Alberto Barceló), “Quiero papita” y “La milonga de mi barrio”. El estilo: “Tardes pampeanas”. Los tangos siguientes son los últimos que compusiera: “Contámela que te escucho” y “No te lo puedo decir”.

fuente: TODOTANGO.
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