Un día como hoy... 19 de julio...pero de 1958... nacía
ALFREDO SAEZ.
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ALFREDO SAEZ, un cantor
nacional de nuestros días
Entrevista de NESTOR PINSON
publicada en la página webb TODOTANGO
CANTOR
19 de julio de 1958
Si hablamos en el tango, de una corriente recuperadora de lo
nuestro, su máximo exponente varonil es Alfredo Sáez. Este concepto deslizó el
periodista Julio Nudler, al día siguiente de que yo realizara esta entrevista,
en un artículo sobre el tango.
Alfredo Sáez nació el 19 de julio de 1958 en la localidad de
San Martín, en el conurbano de Buenos Aires.
Registro de barítono, cantor de corte gardeliano, afinado,
tranquilo en el decir, no necesita recurrir a falsos tics - supuestamente
"ganadores" - para expresar su sentir, solamente apela al genuino
recurso de su voz y su buen gusto.
"Siempre tuve dos pasiones: el canto y los
"fierros", por eso hoy, aparte de lo que puedo ganar con el canto, me
mantengo como mecánico de autos.
"Empecé como la mayoría, cantando en la escuela,
primero el folklore. Aprendí algo de guitarra gracias a un compañero que
estudiaba y me dio la dirección de su profesora, entonces pude acompañarme en
mis canturreos. Luego aprendí música como para leerla y atreverme, pero para mi
solo, a sacar algo en el piano. En la escuela se formó un grupo de chicos
cantores, una pequeña embajada que actuaba en otras escuelas, en algunos geriátricos
y otros lugares donde nos invitaran.
"En 1980 comencé a frecuentar peñas, hasta que en una
de ellas tuve continuidad, era la del cantor Orlando Medina. Me aportó lo suyo
dándome canciones con los tonos y yo practicaba en mi casa.
"Ese mismo año viene mi despegue con el tango. Un
amigo, sin consultarme, me inscribió en un concurso que se realizó en el club
Villa Pueyrredón. Lo gané y allí conocí a Raúl Videra, luego gran amigo, estaba
vinculado al canal 13 de televisión y por su gestión actué en varios programas
importantes.
"Gané otros concursos más, luego salí segundo en
"Rumbo a la fama", que conducía en TV Leonardo Simmons. Más tarde
comencé a presentarme por invitaciones en la bodega del Café Tortoni y el
representante de Donato Racciatti me propone integrar la orquesta. Estuve allí
un año, y cuando llegaba la oportunidad de grabar Racciatti se enfermó y
regresó a Montevideo.
"Seguí dando vueltas y tanto en 1986 como en 1989 gané
el "Gardel de oro" y en la entrega de premios me sorprendía verme
rodeado de personajes importantes del medio. En esa época con Racciatti había
otro cantor llamado Pablo Javier.
"Ahora recuerdo que antes del tango canté de, 1978 a
1980, con el conjunto "Los Inca Huasi". Una noche, después de una
actuación, unos amigos me presentan a un señor mayor: "¿Sabés quién
es?" Respondí que no. ¡Era Charlo! Me felicitó y me dio un consejo sutil.
Yo en una mano tenía el anillo de compromiso y en la otra otro anillo y una
pulserita. "Si quiere úselos -me dijo-, pero todo en una sola mano, porque
si no se puede dispersar la atención de la gente".
"Era pibe cuando un tío me hizo escuchar un disco.
"¿Quién es?", me preguntó. De inmediato le respondí: "Ignacio
Corsini". "No -me dijo-. Es Enzo Valentino". Y me hice hincha
suyo sin conocerlo. Años más tarde actuaba en el viejo Salón La Argentina
acompañado por la orquesta de un tal Maury, cuando el locutor interrumpe para
aprovechar la presencia de Valentino, quien cantó varios temas. Fue emocionante
para mí. Con el tiempo actuamos varias veces juntos.
"Más tarde conocí a un grupo de gente que pertenecía al
personal civil de la aeronáutica. Estaban formando un conjunto tanguero, lo
dirigía un señor Pedro Mancini y como buscaban un cantor me incorporaron. Las
presentaciones eran en aquellos actos y diversas reuniones para el personal
aeronáutico. Y se atrevió a grabar un cassette.
"En cuestión de grabaciones en 1991 saqué otro
cassette, pero esta vez íntegramente mío, lo titulé "Vamos tango
todavía" y tuvo una mejor difusión, siempre por cuenta propia. Me
acompañaron el cantor y guitarrero Carlos Ríos y el bandoneón de
"Choli" Soria.
"Siempre me ayudaron mucho los muchachos del grupo de
coleccionistas, Bruno Cespi, Héctor Lucci, Antonio D'Agostino. Éste me llama un
día porque un brasileño que conocía me había visto actuar en "Aquel buzón
carmín", donde la figura era Beba Pugliese, y quería ubicarme. Resultó ser
Luis Addé, guitarrista y organizador de espectáculos, residente en la ciudad de
Pelotas, el caso que viajé tres veces con buena recepción, incluso pude hacer
temas folclóricos, porque en el sur de Brasil son muy apegados a lo argentino.
"En 1993 me convocan por parte de la Municipalidad de
Buenos Aires para una obra en el teatro Alvear: "El chalet de
Gardel". Muy original, porque comenzaba en el hall entre el público
próximo a entrar, allí cantaba acompañado por unos mimos y recreando un lugar
de comienzos del siglo 20, luego entrábamos y continuaba en el esenario. La
dirigía el actor Carlos Moreno. A raíz de esto, unos meses más tarde,
justamente Bruno Cespi me habla que un bailarín argentino radicado en
Valladolid, España, había visto el espectáculo y quería hacer algo similar
allí. Se llama Carlos Sanjo, finalmente actuamos en España, también fue Cespi
con sus partituras, tan atractivas por sus portadas y su colección de
fotografías. El espectáculo se tituló "Patio de conventiyo" y se
ofreció en el teatro Zorrilla, frente a la Plaza Mayor.
"En 1996 llegó "For ever Tango", gracias a
Luis Tarantino quien me propone a Luis Bravo, el "capo" de la companía.
La orquesta era dirigida por Lisandro Adrover, estaba el bandoneonista Víctor
Lavallén entre los muchachos. Anduve con ellos por Norteamérica, luego por
Canadá: Toronto y Vancouver, y luego Boston. Fue un año de actuación.
"En el 2000 apareció mi primer compacto, gracias
nuevamente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que estaba editando una
serie con diversos ritmos y necesitaban justamente tangos,valses y milongas. Me
acompañaron cuatro guitarristas bajo la dirección de Roberto Calvo, también estaban
Angeleri y Gustavo Margulies. Gracias al disco el diario Clarín, en su resúmen
artístico anual, me nombró revelación tanguera del año. Por este motivo me
llamaron de varias emisoras de radios y TV, incluso de la provincia de Córdoba,
donde me entregaron una placa recordatoria... ¡muy lindo!
"Con respecto a Gardel, siempre aclaro que no soy un imitador suyo, lo cual sería imposible, sino un estudioso de su canto. Fue el maestro, el creador del tango cantado y por lo tanto no se lo puede obviar sin escucharlo con atención todo el tiempo necesario. Su escuela, el freseo, la melodía, su forma de respirar. Gardel fue único. Estudiarlo ayuda a resolver dificultades que parecen imposibles. Esa es la causa principal por la que incorporo temas suyos en mi repertorio.
"Cuando debo elegir un tema nuevo me tiene que gustar,
y entonces lo leo hasta interiorizarme con el personaje, tratando de encontrar
por qué le agradó al cantor que ya lo había grabado. Me gusta mucho cantar
acompañado por guitarras, en algunas notas periodísticas me clasifican como
cantor nacional, pero reconozco que las guitarras me limitan para un arreglo o
para la elección del repertorio. Claro que con orquesta es mejor, pero la faz
económica limita.
"En los últimos tiempos seguí con algunas
presentaciones en el Tortoni y también estuve en el Café Homero, en el café y
librería "Clásica y Moderna" un tiempo y en el nuevo Caño 14 el
tiempo que resistió. Me hubiera gustado "tocar" con Troilo. Y digo
"tocar" porque el cantor debe considerarse un instrumento más en la
formación".
Y así nos despedimos de este excelente cantor, que mantiene
la esencia del mejor tango y que es uno de nuestros preferidos.
fuente: TODOTANGO.
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