miércoles, 12 de junio de 2013

LAS TRES GRACIAS... LA FORESTAL...

LOS ESCRITOS DE ROLANDO
La Mesa del Café - MÁXIMAS
publicado en la página webb TODOTANGO


Por: Fernando de Boulogne  27/07/2012

Salud La Barra: Maravillado tras la lectura del relato de Rolando, y la enseñanza de vida de sus amigos Roberto y Miguel, hombres ciegos...pero solo de los ojos, (como dijo alguna vez una niña de su padre no vidente) me sumí en una larga cavilación (reflexión) sobre el tema que se plantea a partir del término "discapacidad"... En esa especie de soliloquio en que me encontraba inmerso, el nombre de aquel pueblito (Haumonia) leído alguna vez en algún lado, trajo a mi memoria otro nombre... "La Forestal"... empresa , o gran negocio, de ‘dueños’ ingleses, alemanes, y franceses, que les gatillaban sus salarios a sus obreros con vales de canje en las proveedurías de la propia empresa…

Estos señores, seguramente instruidos, probablemente sensibles a la armonía de las diversas artes, muy seguramente conocedores de la ‘etiqueta’, y hasta quizá temerosos de Dios, han sido señalados por la historia de diversas maneras, pero no como “discapacitados”… y ciertamente lo han sido...


La avaricia , pecaminosa discapacidad que priva de comprender y ejercitar la solidaridad, o mejor, como a algunos nos gusta expresar, ‘Justicia social’, era inexistente en sus cerebros discapacitados también de amor al prójimo. Ciegos ellos, aún mas que Miguel y Roberto, asesinaron a mas de 2.000.000 de hectáreas de vírgenes montes de quebrachales…El Árbol, tal el ‘sobrenombre’ con que el lugareño reconoce a su hermano vegetal el quebracho, derramaba su sangre de tanino junto a la sangre de los trabajadores explotados, para que juntas, curtieran el cuero de las botas de montar de estos caballeros de ‘capacidades intactas’… Sordos, tampoco tuvieron la capacidad de escuchar el llanto de la tierra…



Nuestra Tierra…



Otros capaces y vernáculos hombres se lo permitían…



Gracias Rolando por traer tus amigos.- Fernando.-




No son Máximas, ni mínimas, podemos encuadrar esto entre ‘las otras’…En fin, son dos fragmentos de dos escritores españoles que pueden ensamblar con todo esto que venimos comentando. Ojala les guste…



Fuerte abrazo.- Fernando.-





" Un ciego de nacimiento tropezó, por casualidad, con cierto objeto que llegó a ser su única posesión sobre la tierra. No pudo nunca saber qué cosa fuese, pero le bastaba que sus dedos lo tocasen en un punto y, a partir de este principio, recorriesen el maravilloso nacer de las formas unas de otras en sucesivos regalos de increíble gracia. Pero en realidad no le bastaba, porque la parte que sabía no era más que la sed de lo perdido, y comprendiendo que jamás llegaría a poseerlo enteramente, lo regaló a un sordo, amigo suyo de la infancia, que lo visitó por casualidad una tarde.

-¡Qué hermosas muchachas!-, vociferó el sordo.

-¿Qué muchachas?-, gritó el ciego. -¡Ésas!-, aulló el sordo, señalando el objeto. Al fin comprendió que no se entenderían nunca de aquel modo y le puso al ciego el objeto entre las manos. El ciego repasó el peso familiar de las formas. -¡Ah, sí, las muchachas!-, murmuró. Y se las regaló al sordo.

El sordo se las llevó a la casa. Eran tres muchachas, cogidas de las manos. Gráciles e infinitas respondíanse las líneas de los cabellos, los brazos y los mantos. Eran de marfil casi transparente. Vetas de lumbre atravesábanla por dentro.


El sordo, cuyos ojos eran de águila, sorprendió en el pedestal un resorte. Al apretarlo comenzaron a danzar las doncellas. Pero luego el sordo comprendió que jamás llegaría a poseerlas enteramente, y regaló las tres danzantes a un amigo que vino a visitarlo.

-¡Qué hermosa música!-, dijo el hombre, señalando a las doncellas. -¿Cómo?-, dijo el sordo. -¡La música de la danza!-, explicó el hombre. -Sí -dijo el sordo-, música entendí, pero no sabía que hubiese.- Y regaló al hombre las tres danzantes.

El hombre se las llevó a la casa. Era la música como el soplar del viento en las cañas: agonizaba y nacía de sí misma, y su figura eran las tres danzantes. Maravillado, el hombre contemplaba la perfecta unidad de la figura, la música y la danza. Pero luego comprendió que jamás llegaría a poseerlas enteramente y las regaló a un sabio que vino a visitarlo.

-¡Las Tres Gracias!-, exclamó el sabio. -¿Sabe usted lo que tiene? ¡Son las Tres Gracias que hizo Balduino para la hija del Duque de Borgoña!- El hombre comprendió que aquéllos eran los nombres del misterioso apartamento que había en los rostros de las danzantes. -Usted piensa en ellas-, confirmó, señalándolas. Y el sabio se llevó las Tres Gracias a su casa.


Allí, encerrado en su gabinete, las hacía danzar y les pensaba en alta voz los nombres verdaderos, las secretas relaciones de sus cuerpos en la danza y de la danza y los sonidos, el mágico nacimiento de sus cuerpos, hijos de la divinidad y el amor del artesano. Pero a poco murió el sabio, llevándose la angustiosa sensación de que jamás, por mucho que viviese, las poseería enteramente.

Su ignorante familia vendió las Tres Gracias a un anticuario, no menos ignorante, que las abandonó en el escaparate de los juguetes. Allí las vio un niño, cierta noche. Con la nariz pegada al vidrio se estuvo largo tiempo, amargo porque jamás las tendría. Así había de ser, porque, a poco de marcharse el niño a su casa, un incendio devoró la tienda, y, en la tienda, las Gracias.

Esa noche el niño las soñó al dormirse. Y fueron suyas, enteras, eternas. "



Eliseo Diego

(Del objeto cualquiera)






Por: Fernando de Boulogne  27/07/2012

"Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, según decían, de siete años y, después los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa."



Miguel Delibes

El camino (fragmento)





Por: rolandomoro  27/07/2012

Gracias GRACIELA.

Gracias FERNANDO.

Algún día hablaremos de lo que significó “La Forestal”, aquel imperio económico que reinó en nuestros Lares durante tantos años- como tantos otros-País dentro de otro país, autoridad, dentro de la autoridad, hegemónico dentro de la libertad.

Trenes, puertos, estancias, pueblos, policía, moneda y destino sin rumbo de los poriahú.

La Forestal, Dreyfus, Anderson y Clayton, y una capital agitando banderas azules y blancas, siempre lejanas y ausentes.

Abrazón



Por: rolandomoro  27/07/2012

La “herencia” musical que dejó “La Forestal”, fue grabada a fuego en toda la música del norte del país. Muchos chamamé reflejan el dolor y abandono donde fue sumida nuestra gente profunda.

Recordaré algunas letras de lo que comentamos aquí.

Villa Guillermina fue la capital de La Forestal, en terrazas de los Chalets de los funcionarios, se tomaba el Té (Five O´Clock), o jugo de pomelos, para luego ir al Court de tenis.



Por: rolandomoro  27/07/2012


A VILLA GUILLERMINA



Como olvidarte oh Villa Guillermina

si entre tus calles soñé por vez primera

en tus veredas aromas de azahares

que perfumaron mi loca juventud.

Entre el follaje de tu selva bravía

forje ilusiones y trace mil caminos

tuve la dicha de amores y cariños

como olvidarte Villa Guillermina.

-Estribillo-

Yo soy uno de tus hijos

que en la distancia siempre recuerdo

y ahora escucho en mis oídos

voces y cantos tan queridos.

Despertaba la mañana el trinar de pajaritos

el arroyo Los Amores fue testigo de mi adiós.

II

Bailando juntos con esa china amada

sentí en mi pecho latir una esperanza

esos amigos, recuerdos de la infancia,

esa maestra que bien me aconsejo.

Como olvidarte oh Villa Guillermina

si en tu cielo es tan azul, divino,

y las estrellas las fulgurantes

es manto eterno que cubre mi orfandad.



(Molina Gregorio y Ricardo Visconti Vallejos)





Por: rolandomoro  27/07/2012

AHÁ POTAMA



Chaco Santafesino,

errabundo y dolorido

siempre buscando tu luz

me vio cruzar tu floresta

con esta guitarra a cuestas

como cristo con la cruz.

I parte

Adiós Colonia Florencia,

Guillermina y el Rabón

adiós che gente pora

don Rogelio Lamazón.

Adiós Don Luisito Bentos,

Villa Ana y Tartagal;

adiós ingenio

Las Toscas y la zona Forestal.

Adiós capataz de playa,

perdona che despedida,

usté sabe que una moza

se fue llevando mi vida.

De luto quedan los campos

muy tristón el malezal

si alguna noche en el monte

hasta me oyeron llorar.

Le conté de mi desgracia

a la Virgen de Itatí,

a la cruz Francisco López

que es milagro guaraní;

opaitéma che esperanza

ocañi che linda moza

imposible con los santos

y la virgen milagrosa.

II parte – bis

Dejé que pasara un año

dejé que pasara el tiempo...

adiós mi sargento Aranda

arecó un presentimiento...

Adiós para siempre, adiós

que llore el que me ha querido

y aquel que me tuvo antojo

que no me eche al olvido.



Letra y música de Evaristo Fernández Rúdaz

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