viernes, 24 de mayo de 2013

EL AROMO, ATAHUALPA YUPANQUI



EL AROMO

Romildo Risso / Atahualpa Yupanqui



Hay un aromo nacido

en la grieta de una piedra.

Parece que la rompió

pa’ salir de adentro de ella.



Está en un alto pelao

no tiene ni un yuyo cerca

viéndolo solo y florido

tuíto el monte lo envidea.



Lo miran a la distancia

árboles y enredaderas,

diciéndose con rencor

¡pa’ uno solo, cuánta tierra!



En oro le ofrece al sol

pagar la luz que le presta

y como tiene de más,

puñao por el suelo siembra.



Salud, plata y alegría

tuíto al aromo le suebra

asegún ven los demás

desde el lugar que lo observan.



Pero hay que dir y fijarse

cómo lo estruja la piedra,

fijarse que es un martirio

la vida que le envidean.



En ese rajón el árbol

nació por su mala estrella,

y en vez de morirse triste

se hace flores de sus penas.



Como no tiene reparo

todos los vientos le pegan,

las heladas lo castigan,

l’agua pasa y no se queda.



Ansina vive el aromo

sin que ninguno lo sepa

con su poquito de orgullo

porque justo es que lo tenga.



Pero con l’alma tan linda

que no le brota una queja

que no teniendo alegrías

se hace flores de sus penas.

Eso habrían de envidiarle

los otros si lo supieran.



Pero con ‘l alma tan linda

que no le brota una queja,

que no teniendo alegrías

se hace flores de sus penas.



                                                                

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