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Antonio Berni en
1971 por Anatole Saderman
Nombre completo: Delesio Antonio Berni
Nacimiento: 14 de mayo de 1905, Rosario
(Argentina)
Fallecimiento 13 de octubre de 1981 (76 años) Buenos Aires
Antonio Berni fue un pintor argentino, (n. Rosario, Santa Fe; 14 de mayo de 1905 - Buenos Aires; 13 de octubre de 1981). Sus padres eran de origen italiano: su padre —Napoleón Berni— era sastre nacido en Italia, y su madre —Margarita Picco— era argentina hija de inmigrantes italianos radicados en Roldán, un pueblo de la provincia de Santa Fe, a 30 km de Rosario. Berni nació en calle España 288 (entre Salta y Catamarca). Una placa con bajorrelieve indica el sitio.
Berni fue un
artista representativo de la época que vivió; lo caracterizó el fuerte
contenido social de su obra. Con una galería de personajes entre los que se
destacan Juanito Laguna y Ramona Montiel, representantes de los sectores más
bajos y olvidados. Su obra estuvo influenciada por los acontecimientos
históricos que vivió a lo largo de su vida.
Biografía
Primeros Años
Antonio Berni
nació en la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe) el 14 de mayo de 1905. Su
padre, Napoleón Berni era sastre y fue uno de los tantos inmigrantes europeos
que se instalaron en Rosario. Su madre se llamaba Margarita Picco era
argentina, hija de italianos radicados en Roldán. En 1914 ingresó como aprendiz
en el taller de vitrales Buxadera y Cía, donde recibió las enseñanza de su
fundador, N. Bruxadera, un artesano catalán.Primeros Años
Poco tiempo estuvo en este taller
ya que entre 1914 y 1915 su padre volvió a Italia, entonces Berni es enviado a
la casa de sus abuelos en Roldán. A pesar de que Antonio se alojó en Roldán,
estudió pintura en el Centre Catalá de Rosario con los maestros Eugenio
Fornells y Enrique Munné. En 1920, a los 15 años, expuso sus cuadros por
primera vez, en el Salón Mari. La muestra constó de 17 óleos (paisajes
suburbanos y estudio de flores). Expuso nuevamente sus obras en 1921, 1922 y
1924. En 1923, también expuso pero esta vez en Galería Witcomb de Buenos Aires.
Antonio Berni en
1920
Ya por ese
entonces recibía los halagos de los críticos en varios artículos publicados el
4 de noviembre de 1923 en los diarios La Nación y La Prensa.
Sus primeros
cuadros respondieron al impresionismo y al paisajismo.
Viaje a EuropaEn 1925 consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de Rosario para estudiar en Europa y en noviembre de ese año llegó a Madrid.
En febrero de
1926, el Salón de Madrid expuso "Puerta cerrada", es un paisaje
madrileño que llamó mucho la atención, como si nadie antes hubiera pintado así
la ciudad. Más tarde pintó otros temas españoles, "Toledo y el
religioso" (1928), y "El Torero calvo" (1928).
Estando en esta
ciudad advirtió que en realidad era París la cuna de la pintura española. Por
eso decidió trasladarse a la "Ciudad Luz".
En la París
asistió a los cursos de los pintores franceses André Lhote y Othon Friesz, en
la Academia libre de la calle Grande Chaumiere. Y aunque sólo estudió unos
meses allí, su influencia se dejó sentir en una serie de desnudos figurativos.
Hacia 1927 se
instaló en Arcueil, a 6 km al sur de París, en el valle del río Biévre. Se
conocen dos paisajes de Arcueil de 1927.
De ese año son
"Paisaje de París", también los óleos: "El mantel
amarillo", "Desnudo", "La casa del crimen",
"Naturaleza muerta con guitarra".
Terminada la
beca, Berni volvió por unos meses a Rosario, pero al poco tiempo retornó a
París, ahora con un subsidio del Gobierno de la provincia de Santa Fe.
A fines del
invierno de 1928 hizo una exposición individual en la Galería Nancy de Madrid.
Participó junto
con Libero Badii, Héctor Basaldúa, Horacio Butler y Lino Enea Spilimbergo de
una muestra que organizó Butler y trajo a Buenos Aires con destino a la
Asociación Amigos del Arte.
La exposición,
que fuera visitada por el entonces Presidente de la República, Marcelo T. de
Alvear, recibió el beneplácito del público e inclusive se vendió una obra de
cada expositor. Berni concurrió personalmente a la Casa de Gobierno de
Argentina para cursar dicha invitación.
En 1929 Berni
presentó una muestra individual en Amigos del Arte y luego en el Museo
Municipal de Bellas Artes de Rosario. Además intervino en el XVIII Salón
Nacional (Buenos Aires), allí exhibió su obra "Toledo o el
religioso".
En 1928 conoció a
Louis Aragón, poeta, novelista y ensayista francés, uno de los líderes del
movimiento dadaísta y del surrealismo. Aragón lo acercó al surrealismo y
también a André Bretón, poeta y crítico de arte.
Por otra parte
Berni en ese año se relacionó con el joven pensador Henri Lefebvre, uno de sus
mejores amigos franceses, quien lo iniciará en la lectura de Marx. También
conoció a Max Jacob, con quien aprendió la técnica del grabado.
Sin lugar a dudas
la retrospectiva de Giorgio de Chirico y el conocimiento de las obras de
Magritte serán los elementos fundamentales que llevarán a Berni a ingresar al
surrealismo.
Para Berni el
surrealismo "es una visión nueva del arte y del mundo, la corriente que
representa a toda una juventud, su estado de ánimo, su situación interna,
después de terminada la Primera Guerra Mundial. Era un movimiento dinámico y
realmente representativo".
Berni ayudó a
Aragón en su lucha antiimperialista, en un Pais donde abundaban los chinos,
africanos, vietnamitas, Berni ayudó a distribuir un periódico para las minorías
asiáticas y colaboró con ilustraciones para otros diarios y revistas.
Estudió las obras
surrealistas, leyó a los poetas y escritores de este movimiento y también a
Freud.
En 1930 conoció
al ensayista y poeta francés Tristán Tzara.
Berni iniciará su
pintura surrealista, pero no pertenecerá, ni al automatismo de Miró, ni al
onirismo de Dalí. En realidad tomó la pintura de De Chirico y le dio un
contenido propio. "La Torre Eiffel en la Pampa", de 1930 es un
ejemplo de ello. Nunca se supo si esta obra la realizó en Rosario o en París.
Por entonces,
después del golpe de Estado de 1930, ya casado y con una hija decidió volver a
la Argentina.
Al regresar,
vivió por unos meses en una chacra de la provincia de Santa Fe, para luego
instalarse en Rosario y trabajar como empleado municipal.
Tomó parte activa
de la vida cultural de la ciudad, organizó la Mutualidad de Estudiantes y
Artistas Plásticos y se adhirió por un tiempo al partido comunista.
En 1932, en
Amigos del Arte expuso sus obras surrealistas de París, y algunos óleos como
"Toledo o el religioso". Esa muestra fue la primera exposición de ese
movimiento en América Latina y también la primera en exponer collage. Se tituló
Primera exposición de Arte de Vanguardia. El público no estaba acostumbrado y
la muestra resultó difícil. La crítica en pleno la rechazó.
Tanto Europa como
América, por entonces sufrían la crisis de 1929 en Estados Unidos y Argentina
con la revolución del 30 había comenzado la llamada "década infame".
Rosario es un
lugar especialísimo en esos años. Ahí se asentó la mafia, la de Chicho Grande y
la de Chicho Chico, y la prostitución que tuvo su imperio en el barrio de Pichincha.
En 1932 Berni se internó en ese universo para colaborar como fotógrafo en una
nota periodística encargada a Rodolfo Puiggrós, futuro dirigente comunista. Era
una zona de garitos y varités, que desaparecieron en 1937.
Y fuera de esta
miseria humana que observó Berni estaba la otra, la del hombre que vivía en las
zonas rurales entre los chacareros. Este mundo era totalmente distinto al de
París de los años 20 y de los artistas surrealista.
No pudo dejar de
sentir una gran conmoción interior. De alguna manera dejó en parte el
surrealismo ya que sufría la desazón, la desesperanza de la gente. Decidió
asumir un compromiso con su país.
"El artista
está obligado a vivir con los ojos abiertos y en ese momento (década del 30) la
dictadura, la desocupación, la miseria, las huelgas, las luchas obreras, el
hambre, las ollas populares crean una tremenda realidad que rompían los
ojos", diría en 1976. Así comenzó la etapa del "realismo
social".
Berni era un
hombre con gran sentido del humor y sentía una gran necesidad del mundo de los
justos. Luchó por ello siempre, pero lo hizo con gran ternura y con un
trasfondo casi épico. Se identificó y se integró a ese mundo del que nunca se
desligó.
De París trajo
una gran carga política, influida sin duda por su intensa vinculación con los
artistas surrealistas. Ese mundo de decadencia pintado casi de fantasía ahora
le era real, lo tenía ahí en su pueblo, en su país. Bretón decía "lo
imaginario es lo que tiende a convertirse en real". Y Berni lo tenía ahí
en los hechos cotidianos.
En 1934 Berni
comenzó a mostrar la problemática social de la década del 30 con sus obras
"Desocupados" y "Manifestación".
No sólo la
Argentina está en crisis. La desocupación, la pobreza, el comienzo del nazismo
y fascismo, la Guerra Civil Española, espantan a Berni.
El retrato es una
de las formas más importantes del realismo humanista, en Berni predomina el
retrato humano, tanto en la década de 1930 como en la de 1940.
"Figura"
fue primer premio del XXX Salón Nacional (Buenos Aires, 1940) y "Lily",
el Gran Premio Adquisición XXXIII Salón Nacional (Buenos Aires, 1943). Esto
significó obtener el máximo galardón de entonces.
También pintó
"La mujer del sweater rojo" en 1935, "La muchacha del
libro" de 1936, "Nancy" 1941, "La chica del balón" de 1934,
"La niña de la guitarra" de 1938 y "Figura de chico" de
1941. Además hizo autorretratos, uno en 1934, otro en 1938 y el último en 1945.
En "Paula y Lily" de 1941, pinta a su esposa de entonces y a su hija.
Hacia fines de la década del 50 realiza algunos retratos que tienen como modelo
a la poetisa tucumana Ariadna Chaves, una de sus musas argentinas.
En
"Retrato" de 1946 muestra dos chicos de clase media acomodada,
antítesis de sus personajes posteriores, Juanito y Ramona.
En 1937 presentó
"Club Atlético Nueva Chicago" y en 1954 "Team de fútbol o
Campeones de barrio".
Respecto al
tango, pintará "Orquesta típica" en 1939, para recrearla en 1974 y
1975.
Otros aspectos
tienen que ver con la vida cotidiana, como por ejemplo en "Primeros
pasos" de 1936.
Berni inicia sus
representaciones en Argentina de lo que será típico de la década de 1950:
"La siesta" y "La fogata de San Juan".
Antonio Berni.
Berni, en la
década del 30 tuvo su experiencia muralista al intervenir en la construcción de
"Ejercicio Plástico". Ya él había fundado el grupo "Nuevo
Realismo".
Entre diciembre
de 1941 y mayo de 1942 recorrió Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia con la idea
de realizar estudios precolombinos por pedido de la Comisión Nacional de
Cultura. Su obra "Mercado indígena" de 1942, la basó en fotos que
tomó durante este viaje.
El mundo de la
década del 40 será tan conflictivo como el del 30. Una nueva gran guerra
sellará sus días. En América, en Costa Rica se produjo una guerra civil. En
Panamá se instaló una dictadura. En Venezuela se derrocó al presidente Rómulo
Gallegos y surgió la dictadura de Laureano Gómez. En Bogotá hubo una
insurrección popular por el asesinato del dirigente liberal izquierdista Jorge
Gaitán. Argentina no queda al margen de este tipo de acontecimientos. Se
produjo en 1943 el golpe militar, con la destitución del presidente Ramón
Castillo.
Berni de
exquisita sensibilidad, observará y reflejará en su pintura esa realidad. En
1944 apareció la revista Arturo, que desatará un gran cambio, ya que introdujo
definitivamente el arte geométrico adelantado por Emilio Pettoruti.
Berni también
manifestó su dasagrado por la situación de 1945. Con un grupo de artistas
decidió exponer sus pinturas en el subsuelo del edificio de la Sociedad Rural,
en Florida al 400. En el catálogo explicaban que las obras estaban destinadas
al XXXV Salón Nacional pero que había decidido hacer una muestra al margen del
Salón en adhesión a los anhelos democráticos del los intelectuales del país.
Berni mientras
tanto pintará "Masacre" (1948) y "El obrero muerto" (1949).
En 1951 hizo otra "Manifestación": mujeres y niños llevan un lienzo
blanco en el que está dibujada la paloma de la paz, con un ramo de olivo en el
pico. Ese año es el del primer ensayo de la bomba de hidrógeno, por parte de
Estados Unidos, en el Pacífico. Todo esto influye en el ánimo de Berni. Por
otra parte todavía estaban en él los ecos de la 2º Guerra Mundial.
Durante 1951,
1952 y 1953 Berni se fue a Santiago del Estero donde realizó la serie
"Motivos santiagueños". Santiago del Estero sufrió la tala
indiscriminada de sus bosques. Ya por 1942, 20 firmas obrajeras eran dueñas de
1.500.000 ha. Pero la situación venía desde muchos años atrás, ya que la madera
como la del Chaco sirvió para los durmientes de las vías del ferrocarril y como
combustible vegetal, también para los ferrocarriles. La depredación ecológica
existió, pero también, la social. Los beneficios obtenidos por los empresarios
no volvieron a los trabajadores. La tierra, poco a poco se agotó y también el
hombre.
Esta realidad la
palpó Berni y, como lo hizo siempre, la expresó a través de su pintura. Así
aparecerán "Los hacheros" (1953), "La marcha de los
cosecheros", "La comida", "Escuelita rural" (1956);
"Migración", "Salida de la escuela", "El
mendigo", "Hombre junto a un matrero" y "El almuerzo".
En el período
1955-1956, hará la serie "Chaco". Estas pinturas las expondrá en
París, Berlín, Varsovia y Bucarest. Aragón inclusive lo presentó en Moscú en la
Galería Creuze, en 1955. También realizó multiples exposiciones en el país,
tanto individuales como colectivas. Expuso con otros grandes pintores
contemporaneos a este periódo, Pedroni, Santieri, Giovanni Bressanini, Mónaco,
Luis Videla, Cerrito, Borgarello, Robirosa, Alonso etc.
Por entonces
Berni pintó algunos paisajes del suburbano: "Villa Piolín", "La
casa del sastre" (1957); "La iglesia", "El tanque
blanco", "La calle", "La res" "Carnicería"
(1958), "La luna y su eco" (1960) y "Mañana helada en el páramo
desierto". También de esa época son "Negro y blanco" (1958);
"Utensilios de cocina sobre un muro celeste" (1958) y "El
caballito" (1956).
Mientras el mundo
sufría la guerra de Corea en 1953, la invasión a Hungría por parte de la Unión
Soviética en 1954 y en Argentina caía Perón, el mundo interior de Berni se
componía de nuevas imágenes. A su vuelta de Santiago del Estero comenzó a
hurgar hasta que en 1958 surgió claramente su nuevo personaje, Juanito Laguna,
y poco tiempo después aparecerá también, Ramona Montiel. La historia de estos
dos seres lo envolverán por tiempo y con ellos trascenderá mucho más. Tanto los
"Juanitos" como las "Ramonas" se cotizaron en el mercado
exterior a precios incalculables.
Desde su cargo
como Director de Relaciones Culturales de la Cancillería (1960) durante el
gobierno de Arturo Frondizi, el crítico y amigo Rafael Squirru envió los
grabados del artista a la Bienal de Venecia, donde recibieron el Primer Premio.
Al ser nombrado Squirru Director de Cultura de la Organización de Estados
Americanos en 1963, promovió nuevamente la obra de Berni organizando
exposiciones importantes como la de 1966 en el New Jersey State Museum de
Trenton.
En 1965 hace su
muestra en el Instituto Di Tella, La voracidad o la pesadilla de Ramona.
En 1976 Berni se
va a Nueva York. Allí pintó, hizo grabados, collage, y presentó en la Galería
Bonino una muestra titulada "La magia de la vida cotidiana". Durante
su estadía en esa ciudad hizo 58 obras que quedaron en la Galería para una
muestra en Texas que nunca se realizó. En 1982, después de su muerte, llegaron
a Buenos Aires.
En esa época
también pintó tres óleos referidos a Juanito y a Ramona, "Juanito en la
calle", "Juanito Laguna going to the factory", "El sueño de
Ramona".
Preocupado por el
mundo que lo rodeaba, en Nueva York quiso conocer a su gente, saber de sus
costumbres, de sus posibles necesidades. Así fue como salió a la calle, observó
y pintó. Entonces conoció una sociedad opulenta, consumista, donde la
publicidad es la mejor vendedora, donde él siente que hay riqueza material y
pobreza espiritual, muy distante de la de Juanito, o de la de Santiago del
Estero. Entonces decidió hacer un arte social con ironía.
De esta época es
"Aeropuerto", "Los hippies", "Calles de Nueva
York", "Almuerzo", "Chelsea Hotel" y "Promesa de
castidad".
Entre abril y
mayo de 1981 Berni tocó el tema del Apocalipsis al exhibir los murales
realizados para la capilla del Instituto de San Luis Gonzaga en General Las
Heras.
También ese año
da testimonio del gran tema de su vida: "el destino del hombre".
"Cristo en el garage" es un hombre común, que ocupa el centro del
espacio. En el techo hay una claraboya por donde se ve el cielo, a la derecha
una ventana abierta permite ver el paisaje de las fábricas y al otro lado se
observa la motocicleta. Berni posiblemente quiso aludir a las torturas y las
matanzas del mundo.
Por otra parte,
en 1981, año de su muerte, Berni pintó una mujer desnuda en la arena,
contemplando el cielo de una noche de luna. Es la mujer y la naturaleza, tal
cual los creó Dios. Solo que un avión, objeto del hombre, pasa por el lugar
para invadir el momento de paz y de armonía.
Estos fueron sus
últimos óleos, ya que el 13 de octubre de 1981 Antonio Berni dejaba este mundo.
Unos días antes
de su muerte, Berni en una entrevista decía: "El arte es una respuesta a
la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una
de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la
pintura, es una forma de amor, de transmitir los años en arte."
fuente: WIKIPEDIA.
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IMAGENES DE OBRAS DE ANTONIO BERNI
TOMADAS DE INTERNET PARA DIFUSION:
ANTONIO BERNI, PINTOR -
14 de mayo de 1905 - 13 de octubre de 1981
IMAGENES DE OBRAS DE ANTONIO BERNI
TOMADAS DE INTERNET PARA DIFUSION:
ANTONIO BERNI, PINTOR -
14 de mayo de 1905 - 13 de octubre de 1981
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