sábado, 13 de abril de 2013

-MERCEDES CARNÉ, CANCIONISTA

Un día 12 de abril... pero de 1908... nacía
MERCEDES CARNÉ.
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Semblanza de NESTOR PINSON Y GUADALUPE ABALLE
publicada en la página webb TODOTANGO

CANCIONISTA
12 de abril de 1908 - 21 de septiembre de 1988
Apodo: La Bella Goyita

Sus padres, cantantes líricos, integraban la compañía del barítono español Luis Sagi Barba que actuaba en Brasil. De regreso al país, en un barco de esa bandera, se produce el nacimiento de la hija, durante el trayecto. En antiguas notas sobre la artista se cita el año 1912 y que el hecho había ocurrido en la ciudad de Río de Janeiro. Pero en un par de reportajes la protagonista aclaró las dudas.

Se destacó por su elegancia en el vestir, un par de ojos renegridos y una voz bien timbrada. La llamaron "gracia morena hecha canto" y "un corazón que canta". Cultivó el tango y también la canción sentimental y melódica.

El legado de sus registros discográficos nos permite el hallazgo de una muy apropiada cancionista, que no pudo encontrar una clara ubicación en el mundo del tango, algo que bien hubiera merecido, allá por el año 1931, cuando realizó la mayoría de sus grabaciones.

Es posible que haya llegado tarde, sus predecesoras habían nacido unos años antes aunque no todas- y ya estaban tan consolidadas que a lo largo de las décadas siguientes y hasta el presente, fueron muy pocas las que pudieron agregarse al grupo de estrellas conformado por Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Ada Falcón, Rosita Quiroga, e incluso Tania y Tita Merello. Todas ellas comenzaron a grabar en la década del 20.

Un párrafo aparte para otra grande de esa galería, Mercedes Simone, con quien Carné se emparenta, no sólo por el nombre, también por su voz "tanguera", y un estilo cómodo que se le asemeja.

Su debut en un escenario debe haber sido el más precoz de la historia. Su padre actuaba en la obra lírica "Los magyares" y, en una parte, el personaje que interpreta debía entrar a escena con un niño en sus brazos, como norma lógica se hacía con un muñeco, pero en una oportunidad lo hizo llevando a su hija Mercedes, quien sólo tenía 15 días de nacida y 12 desde su arribo al país.

No más de seis años tenía cuando debuta en el teatro. Canta algunas tonadillas y fragmentos de cuplés que había impuesto con gran éxito en Buenos Aires, la cantante española "La Goya", en el año 1914. Por esta actuación la propia actriz y cantora, sorprendida por el descaro de la niña, le puso "La Bella Goyita". Resulta interesante la historia del apelativo de esta artista, cuyo verdadero nombre era Aurora Jauffret de Borrás, alumna de José Padilla, el autor de "La violetera" y "El relicario". Cuentan que, para una importante presentación, tuvo la ocurrencia de ataviarse tal como la maja de la pintura de Goya.

Sus padres ya retirados del teatro, instalaron en la ciudad de La Plata una panadería. El emprendimiento no resultó y quedan en una precaria condición económica. A consecuencia de ello y todavía adolescente, Mercedes comenzó a cantar en el Bar Guaraní, primero acompañada por un guitarrista Rodríguez y los hermanos Casals, más adelante por el trío Ángel Greco, Ciacio y Buscaglia.

Luego, se trasladó a la Capital y consiguió un trabajo en Radio París. Según los memoriosos, el primer tema que cantó fue el tango "No me escribas", de Bardi y Caruso. Después se incorporó al Teatro Nacional como "figuranta", en la obra titulada "Sunchales". Hasta que repara en ella el director de la orquesta, Salvador Merico y la incorpora al coro que dirigía el maestro Antonio Lozzi. Allí canta el tango de Filiberto "Amigazo".

En 1930 filmó con éxito el cortometraje "Canción de cuna", que se exhibió durante treinta días consecutivos en el Cine Porteño; este film había estado dirigido por Héctor Bates, a quién Mercedes se unió sentimentalmente, depositando en él la guía de su carrera.

Nuevamente de figuranta actuó en "Tu cuna fue un conventillo", el lanzamiento definitivo de Libertad Lamarque, donde en algunas escenas vuelve al canto con el tango "Malevaje", de Filiberto.

Por ese entonces, ya había pasado por diversas emisoras. En 1931 formó parte del elenco de "Juancito de la Ribera", de Vaccarezza donde cantó "El poncho del amor" de Antonio Scatasso y del autor de la obra. Entre la concurrencia estaba un directivo del sello Brunswick, que le ofrece grabar. Así es que, con el acompañamiento del sexteto de Carlos Di Sarli, registró 22 temas a lo largo de ese año y parte del siguiente. En la etiqueta de los discos no figura el nombre del maestro porque tenía contrato con el sello Víctor. Algunos decían que la orquesta era la de Fresedo. El testimonio de fotografías y de la propia intérprete, aclaró la confusión.

Es también destacable su presentación en el Teatro Smart, para una obra de la compañía encabezada por Enrique Muiño, donde cantó con el acompañamiento de la orquesta de Juan Maglio.

Su labor a veces fue bastardeada por la ínfima paga, hasta llegó a actuar bajo la carpa de un circo, en la ciudad de Quilmes, acompañada musicalmente por una banda, pero ya entrados los años treinta su economía había mejorado ostensiblemente.

Debió haber sido una mujer sencilla, decía querer a los animales domésticos, especialmente perros y gatos, le encantaba el asado, el churrasco y la ensalada de lechuga. Cultivaba un hobby curioso, el tiro al blanco, y era una ávida lectora de los libros de Emilio Salgari.
Héctor Bates y Mercedes

Siempre bajo la guía de Bates, Mercedes demostró ser una cancionista innovadora. A tal punto que para 1933 ya se definía como cantante melódica. Y a ese género se dedicó por completo, ella misma se encargó de dar una explicación acerca de ese vuelco en su repertorio: «Cuando me inicié en radio, allá por el año treinta, observé que ninguna cancionista cultivaba la canción de corte sentimental y, en virtud de que mi temperamento se avenía bastante con ese género, decidí abordarlo exclusivamente.» (Revista Antena, 25/5/1935). Mercedes no había abandonado por completo al tango, pues seguía incorporándolo de tanto en tanto en su repertorio, pero le había dado un giro importante a su carrera. Su repertorio incluía rarezas, con canciones húngaras, vienesas, incluso el clásico ruso.

Cuando se inauguró en 1935 Radio El Mundo es la primera figura femenina contratada. Luego de dos años pasó a Radio Belgrano. En 1941, Bates le encontró un nuevo destino para el resto de su trayectoria, la convirtió en actriz de radioteatro. Él mismo la dirigía y muchos títulos le pertenecieron. Más tarde formó parte de la compañía de Juan Carlos Chiappe, en ambos casos las obras eran folletines, al extremo melodramáticos, pero con gran aceptación en los sectores populares. Las obras, eran luego representadas en los cines de barrio y en el interior.

A principios de la década del 50, filmó la película "Yo quiero a mi madre", que creemos, no se llegó a estrenar. Formó su propia compañía y continuó trajinando novelitas en la ciudad de Rosario y en Buenos Aires, hasta dar la puntada final en 1975, acompañada por el actor Jorge Bellizi, por la desaparecida Radio Porteña.



Para finalizar, una opinión que la pinta de cuerpo entero: «Si la radiofonía es de por sí admirable, me imagino lo que ocurrirá el día en que el público pueda vernos actuando en los estudios o en los escenarios». Sin duda, este comentario, muy anterior a la invención de la televisión, demuestra su vocación de búsqueda y su visionaria imaginación. Llegó a ver su sueño de la telenovela y, seguramente, a comprobar el acierto de su reflexión, aunque no tuvo la suerte de actuar en ese medio. 

fuente: TODOTANGO.
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