viernes, 1 de marzo de 2013

TACHUELA, ESCRITOS... 43

ENTRE GAUCHOS Y PEONADA

Por: rolandomoro  15/05/2012
La Mesa del Café - Folklore
publicado en la página webb TODOTANGO.
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ANÉCDOTAS DE PAGO CHICO
“TACHUELA”

En la década del 40 resultó ser un personaje muy conocido en Villa Ángela. Primero por ser el estibador más capacitado de “Casa Amarillla” de Don Enrique Schlaien, negocio considerado el más impotante por aquellas épocas, puesto que en 1955, ya en decadencia, aun tenía más de 50 personas trabajando en los escritorios, caja, jefes y peones de los galpones.
La bebida y otros factores produjeron la caída de Tachuela, que pasó a ser uno de los tantos agregados a los costados de los galpones del ferrocarril llamados crotos o linyeras.
El caso es que Tachuela estaba preso y llamado ante el juez de apellido Lapido, se limitaba a contestar las preguntas
¿Nombre y Apellido?
Carlos Monzón usía, alias “Tachuela”
¿Usted sabe la causa de la denuncia de desorden en la vía pública?
Eso no lo acepto de ninguna manera usía, y si me permite; me explicaré usía. ¿Ud. conoce la estación el ferrocarril usía?
¡Como no voy a conocer ese lugar!
Bien usía, ese lugar lo pasaremos a llamar punto “A”, ¿Ud. conoce el bolichín del señor Pacheco que está frente a la estación de ferrocarril usía?.
-Por supuesto que lo conozco dice el juez.
Y bien usía, ese lugar es el punto “B”, ¿y conoce usía el comedor de la familia Huguet que está cruzando la calle?. A ese punto lo llamaremos punto “C”. Y al poniente del punto “B” hay un frondoso paraíso de mucha sombra, donde pasan los transeúntes. Ese lugar lo pondremos como punto “D” usía.
En ese momento más bien parecía que quien hacía el interrogatorio era Tachuela, pero el juez de muy buen humor, que más bien quería ver el ingenio del personaje de quien le contaron tantas anécdotas y decían que era muy hábil en salir de distintos aprietos pueblerinos.
Mi compañero croto y linyera como yo, estábamos cocinando un guiso en una lata de esas de 5 litros, sobre unos ladrillos separados entre sí, en medio de los cuales había fuego de leña que trajimos de la playa para cocinar. Y ya estando casi listo para comer ese guiso para los dos, en eso, desde el punto “C” gritan que o necesitan a mi compañero y a través del punto “B” Pacheco lo llama. El se aleja del punto “D” donde residíamos los dos y se demoró. El hambre me derrotó y además quería hacerle una broma a mi compinche comiéndome todo el guiso, aun a costa de quemarme la boca.
Cuando volvió del punto C, hacia el punto D, donde estábamos, me arremete violentamente, insultó a mi madre, cosa que yo no podía permitir, obrando por lo tanto con justicia, dando merecido castigo al insultador. Por lo que tan solo actué con rectitud, quedando por lo tanto implícita la pena, y por el guiso quemarme la boca ya me castigó Dios
El buen humor del juez hacía que lo escuchara y luego dijo; Ud. tiene además otra causa, pues castigó a otro hombre.
Ex hombre usía, porque éramos hombres cuando la sociedad nos necesitaba y nos buscaba para determinados trabajos, ahora somos linyeras, crotos, pero hombres ya no, ex hombres en todo caso, y prosiguió su defensa.
Esa acusación es cierta usía, le pegué, pero fue porque se atrevió a toquetearme la bicicleta y es lo peor que podía haber hecho.
-De modo que Ud. pega a otro por tocarle la bicicleta, ¿pero no se la llevó?. Simplemente la tocó. Es así usía, pero tocarla yo tampoco lo puedo tolerar, porque la bicicleta es muy mía y no la debe tocar nadie más que yo, que soy su legitimo señor y dueño, usía.
-Cada vez entiendo menos, dice el juez, si por tocar su bicicleta usted le pega, ¿Qué haría si se la roban?
Si me la roban usía, no le hago absolutamente nada usía, porque significaría que la bicicleta esta cómoda con el otro y sí está gustosa con él, allá ellos.
-Así que Ud. castiga y hace justicia por su cuenta, por el insulto a su madre. Pero solo por tocar su bicicleta, provoca peleas, eso no lo veo bien.
Es que la bicicleta ya está conmigo hace más de cinco años y todavía en los tiempos lindos de la “Casa Amarilla” me acompañaba. Cuando yo volvía a mediodía del trabajo ya me tenía la comida en la mesa, el jarro de vino fresco recién sacado del pozo y a veces una tortilla de sesos que según dicen mejora la pensadora, usía
-No me haga creer ahora que tiene una bicicleta que cocina, que lava la ropa.
Créamelo usía, que es así, y tiene otros méritos que no lo puedo contar, usía, porque ya entraríamos en intimidades.
La bicicleta tiene ahora 28 años y hace 5 que estamos en concubinato, usía y nos respetamos mutuamente, cuando yo volvía borracho ella me acostaba en el catre y apenas me veía sentado ya venía con mates bien calientes y en la silla de la pieza estaba la palangana con agua para lavarme. Pero hace un tiempo que me eché al abandono andando con esos linyeras, y ella viene y me aconseja que vuelva al trabajo y no tome más.

Recién entonces comprendió el juez que la ex compañera de Tachuela llevaba el apodo de bicicleta. El motivo de ese mote nunca lo quiso explicar, como tantas otras cosas de Tachuela que quedaron en los secretos pueblerinos de Villa Ángela.

(Contado por Jacobo Garber en D.N)
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Por: unicabettyboop   17/05/2012

Qué bueno este relato de la "bicicleta"... jajajajaa!!! que no le toquen la bicicleta..!!!! Pero tiene razón... como para que no se pelee el tipo!!!!! 28 años, hace cinco que estamos, le cocina, le lava la ropa, lo aconseja, lo acuesta cuando vuelve borracho, le ceba mate calentito.... epa amigo!!!!
se ganó la lotería...!!!! Y tiene razón que es el legítimo dueño, y señor. Es el amo... jajajaja!!!
Qué suertudo este Tachuela..!!!

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ENTRE GAUCHOS Y PEONADA
por Rolando Moro
La Mesa del Café - Folklore
publicado en la página webb TODOTANGO.
 

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