jueves, 28 de marzo de 2013

GERARDO MATOS RODRIGUEZ, MÚSICO


Un día como hoy... 28 de marzo... pero de 1897... nacía
GERARDO MATOS RODRIGUEZ.
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Semblanza de HORACIO FERRER
publicada en la página webb TODOTANGO 

PIANISTA, COMPOSITOR, PERIODISTA

28 de marzo de 1897 - 25 de abril de 1948

Nombre completo: Gerardo Hernán Matos Rodríguez

Apodo: Becho



Fue el creador del más difundido y exitoso tango de todas las épocas: "La cumparsita". Compuso además un nutrido repertorio de mérito sin duda superior al del más famoso de sus títulos. Nació en Montevideo, hijo de don Emilio Matos propietario del cabaret Moulin Rouge estudió arquitectura en la desaparecida Facultad de Matemáticas de su ciudad natal.



Abandonó tempranamente dichos cursos, atraído por la entonces intensa y variada vida nocturna de la capital. Pianista de afición compuso en 1917 su célebre tango "La cumparsita" en el piano de la Federación de Estudiantes del Uruguay. Lo estrenó en el café La Giralda la orquesta porteña de Roberto Firpo y su primera grabación fue realizada para la casa Victor por el conjunto cuya dirección compartían el pianista Alberto Alonso y el bandoneonista Minotto Di Cicco, el mismo año de su estreno (Ver “La cumparsita”).



Vendió su obra por una buena suma para la época —treinta pesos y 50 ejemplares papel de la misma— a la editorial Breyer de Buenos Aires recuperando luego en 1923 sus derechos de propiedad por intercesión de sus amigos Enrique Delfino, Emilio Fresedo, Juan Carlos Bazán, Luis Catalán, José de Grandis, Enrique Carrera Sotelo y otros miembros de la Asociación Argentina de Autores y Compositores de Música.



Posteriormente, "La cumparsita" tuvo una segunda época en su larga historia de éxito cuando Pascual Contursi y Enrique P. Maroni modificándole la música original y sin la aquiescencia de su autor le pusieron letra y nuevo titulo —“Si supieras”—, lo cual dio lugar a un prolongado y engorroso proceso judicial.



Vivió ya alejado de Montevideo, en Buenos Aires y en París, desempeñando tareas diplomáticas como cónsul uruguayo en Alemania. En 1931 colaboró en la musicalización de la película “Luces de Buenos Aires”, filmada en Joinville, Francia con tarea protagónica de Carlos Gardel.



Compuso asimismo temas para piezas teatrales estrenadas en Buenos Aires: El Gran Circo Rivolta, de Manuel Romero entre ellas. Más tarde en Montevideo dirigió fugazmente su propia orquesta típica.



Otros tangos de su producción fueron: “Che papusa, oí” —su preferido—, “Son grupos”, “Yo tuve una novia”, “Cuando bronca el temporal”, “Hablame”, “Pobre corazón”, “Haceme caso a mí”, “Canto por no llorar”, “Rosa reseca”, “Botija linda”, “El pescador”, “Te fuiste, ¡ja, ja!”, “Adiós Argentina”, “Mi provinciana”, “La milonga azul”, “Dale celos”, “Raspail”, “Mocosita”, “La muchacha del circo”, “San Telmo”, colaborando con los letristas Enrique Cadícamo, Victor Soliño, Juan B. A. Reyes, Manuel Romero y Fernán Silva Valdés con quien realizó su fina y emotiva serie de Canciones Montevideanas a la que pertenece "Margarita punzó".



Falleció en Montevideo, al cabo de una penosa enfermedad.



Extraído de "El Libro del Tango", de Horacio Ferrer, editorial Antonio Tersol, 1980, España.



La cumparsita (Matos Rodríguez)

Tango

Música: Gerardo Matos Rodríguez

Letra: Gerardo Matos Rodríguez

La Cumparsa

de miserias sin fin

desfila,

en torno de aquel ser

enfermo,

que pronto ha de morir

de pena.

Por eso es que en su lecho

solloza acongojado,

recordando el pasado

que lo hace padecer.



Abandonó a su viejita.

Que quedó desamparada.

Y loco de pasión,

ciego de amor,

corrió

tras de su amada,

que era linda, era hechicera,

de lujuria era una flor,

que burló su querer

hasta que se cansó

y por otro lo dejó.



Largo tiempo

después, cayó al hogar

materno.

Para poder curar

su enfermo

y herido corazón.

Y supo

que su viejita santa,

la que él había dejado,

el invierno pasado

de frío se murió



Hoy ya solo abandonado,

a lo triste de su suerte,

ansioso espera la muerte,

que bien pronto ha de llegar.

Y entre la triste frialdad

que lenta invade el corazón

sintió la cruda sensación

de su maldad.



Entre sombras

se le oye respirar

sufriente,

al que antes de morir

sonríe,

porque una dulce paz le llega.

Sintió que desde el cielo

la madrecita buena

mitigando sus penas

sus culpas perdonó.

fuente: TODOTANGO.
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