EUSEBIO GIORNO.
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Semblanza de JORGE GIORNO
publicada en la página webb TODOTANGO.
PIANISTA, ARREGLADOR, COMPOSITOR
Nombre completo: Eusebio Severo Giorno
Mi padre nació en Buenos Aires, en la calle Agrelo del barrio
de Almagro, pero casi toda su trayectoria la vivió en Floresta, luego se radicó
en la provincia de Buenos Aires, en Castelar.
Se perfeccionó y recibió su diploma de profesor de piano en
el Conservatorio D’Andrea y, sus primeros pasos fueron en los cines: Atenas
(avenida Rivadavia esquina Bahia Blanca), Fénix (avenida Rivadavia 7802) y
Pueyrredón (avenida Rivadavia 6871), donde acompañaba con el piano a las
películas mudas.
Me resulta un arduo desafío detallar los diferentes tramos
de su carrera artística, pero sin duda, su momento de mayor presencia fue como
pianista y arreglador de la orquesta de Enrique Rodríguez, desde su comienzo en
1936 hasta 1945. Asimismo, es digno de resaltar que tiempo antes, había
acompañado en distintas ocasiones a Carlos Gardel en sus ensayos. También, fue
pianista de otras importantes figuras, entre ellas, Azucena Maizani y Amanda
Ledesma.
Como egresado, el 2 de diciembre de 1924, participó en el
Prince Georges, Sarmiento 1228, en el concierto de alumnos del Conservatorio
D’Andrea.
Fue un inspirado músico que compuso más de ciento treinta
obras. Una de las primeras, en 1927, es el vals “Rosa de pasión”, con letra de
Manuel Saavedra, que llevó al disco Francisco Canaro en julio de 1931. También
de aquel año y con el mismo autor es “Anda y dale”, un pasodoble que grabó Juan
Maglio “Pacho”, en diciembre de 1929 (para Nicolás Lefcovich, en febrero de
1930).
Su página con más registros fonográficos es el vals, “Con tu
mirar”, grabado en discos Nacional por la orquesta de Juan Maglio con la voz de
Carlos Viván en 1928. Le siguieron dos de Charlo, la primera con guitarras ese
mismo año y la segunda en 1930 con Canaro; se destacan además, las versiones
del dúo Ruiz-Acuña, la de Mario Pardo (ambas de 1929) y la de Ariel Ramírez en
un solo de piano con Domingo Cura (1976).
Por un breve lapso, tuvo su propia orquesta con la que
amenizó la “velada y soirée danzante” del 24 y 25 de mayo de 1932, en el Club
Atlético Vélez Sársfield.
Su actividad en el teatro en comedias y revistas fue muy
intensa. Comenzó a principios de la década del treinta y se prolongó por varios
años. Se desempeñó como maestro concertador de la Compañía Argentina de
Revistas Modernas en el Teatro Pueyrredón de Flores y fue maestro sustituto de
la Compañía Argentina de Revistas Giacobino-Ruggero, en el Teatro Sarmiento, de
la calle Cangallo 1040, actualmente Juan Domingo Perón.
Entre 1947 y 1948, en el Teatro Apolo colaboró con por la
Compañía Gregorio Cicarelli–Leonor Rinaldi–Tito Lusiardo–Juan Dartes, para la
cual compuso todas las páginas musicales de dos obras: “En el tiempo que había
guapos” y “Entre locos y milongas”, con el galán cantor, Alfredo Arrocha.
La radio fue otro momento trascendente de su vida como
compositor. Colaboró con González Pulido en su recordado ciclo Chispazos de
Tradición, para el cual hizo el vals “Sueño ingrato” y la zamba “Tradición”
(1935).
Quiero resaltar en esta etapa, el radioteatro Estampas
Porteñas de Arsenio Mármol en la que mi padre compone progresivamente toda la
música de la misma: “Campanas de la noche” (1936), “El fantasma gris” y “Sangre
y nieve” (1937), “El valle del infierno” y “La sombra vengadora” (1938), “Padre
nuestro que estás en los cielos”, “El palacio negro” y los dos éxitos del
cantor Alfredo Arrocha, “Romance en el mar” y “Ambición” (1939) y, finalmente,
“La calle del olvido”, con la actuación de la orquesta de Enrique Saborido (1940).
Fue de los primeros socios de la Sociedad Argentina de
Autores y Compositores (SADAIC) con el Nº 1213. Del resto de su obra podemos
nombrar: “La sevillana del barbero” con Juan Venancio Clauso y “Como palo de
gallinero”, con Manuel Saavedra (1932); “Por un mantón” con Hugo Zamora (1934);
“Penas y alegrías” (1935) y “Coraliyo” con José López Martínez (1938); “Yo no
sé besar”, “Porque no te encuentro” y “Juventud” con Arsenio Mármol (1937); “Ay
Catalina” con Alfredo Bigeschi Moreno (1939); “Sangre de los jazmines” con
Mármol y “Se va Pirulo” con Bigeschi (1940) y “Chunga que sí, chunga que no”
con Mármol (1941).
Giorno tuvo el halago de haber llevado muchísimas obras a
los estudios de grabación, de la mano de los más grandes de su tiempo: Juan
Maglio, Francisco Canaro, la Orquesta Típica Victor, el Trío Los Nativos,
Enrique Rodríguez, Charlo, Ernesto Famá, Armando Moreno.
El final de su trayectoria fue triste por culpa del proceder
nada grato, por cierto, de su amigo Enrique Rodríguez, quien lo obligó a dejar
la orquesta. Es preciso recordar que dicha agrupación era, en un principio, la
orquesta Giorno-Rodríguez.
A partir de ese hecho, dejó de tocar el piano y entró a
trabajar en la Comisión Nacional de Granos y Elevadores, del Ministerio de
Agricultura de la Nación. Sus últimos años, ya jubilado, los pasó en su casa de
Castelar, junto a su esposa Isabel, sus hijos y sus nietos.
Este es mi sencillo y sentido homenaje a la memoria de mi
padre que, a partir de ahora, estará para siempre en la galería de los
creadores del portal Todo Tango.
fuente: TODOTANGO.
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CHUNGA QUE SI CHUNGA QUE NO
CON TU MIRAR
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