viernes, 15 de febrero de 2013

LOS ESCRITOS DE ROLANDO 34, HOJAS MUERTAS

ENTRE GAUCHOS Y PEONADAS
Publicado por Rolando Moro
La Mesa del Café - Folklore
página webb TODOTANGO.
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(Luego del escrito "EL ENTIERRO", publicado el 18 de noviembre)


Por: unicabettyboop  20/12/2010

Y digo yo.... después de este relato quien puede escribir algo??

Muy hermoso!!!! Te felicito, Rolando, muy bien escrito.
Este posteo está todo muy bueno.


Por: rolandomoro 21/12/2010
Gracias por leer Graciela!!
Por momentos me invaden dudas que alguien más los lea. Y si bien escribimos por necesidad espiritual, por impulsos imperativos de recrear recuerdos y vivencias. Sentir soledad suele calar hondo, como solía asegurar Atahualpa.
Van besos para ti, esperando que todo funcione bien en tus tiempos.


Por Fernando 22/12/2010 

Puede seguir escribiendo tranquilo Doctor, en principio, por esa necesidad espiritual que menciona (No saben algunos hasta que punto se desangra un hombre, para volcar su pensamiento y corazón en un escrito) en segundo lugar, por que ahora sabe que Graciela, y quien suscribe, esperan ansiosos cada uno de sus relatos, y puedo poner la firma amigo, de que no somos los únicos. Muchas veces estuve tentado en comentar mi parecer sobre sus envíos. Un cierto pudor por no interrumpirlo, la creencia de que este era "SU" espacio, desde donde nos regala historias con una prosa que ya quisieran otros escribas, (florida, certera, criolla, conocedora...sábia...y siguen los adjetivos) hicieron que tal vez por timidez, tal vez por respeto, me mantuviera apartado. Le cuento algo, andaría yo por los 11 o 12 años, Barrabás del barrio, de gomera presta, escapísta bravo pa' la siesta, sin temer al sol del verano santafecino, ni a "La Solapa", solía tener mis momentos de sosiego, un corte en las correrías junto a Sergio (Mi primo hermano, más atorrante que yo, compañero fiel, inigualable amigo)....
Le decía, en esos "parates" a las travesuras, solía prepararme una jarra de agua con hielo (¡Que calor el de Santa Fe!) y mientras todos "sestiabán", me enfrascaba en la lectura de las mas variadas historietas, ya "Patoruzú", ya "El Tony", "Lupín", y algunas otras. Una tarde, mi abuelo Crescencio (consumado léctor) me dejó junto a las historietas, como al pasar, un librito...recuerdo que me dijo mas o menos así "-Leelo, te va a gustar, es sobre unos chicos como Sergio y vos. Cazan pajaritos, remontan barriletes, y hacen macanas..." No le dí pelota al libro hasta que se me terminaron los "Comics" (lo escribí asi en honor a Oscar que esta en USA). Fue mi primer libro leído por completo, el que inoculó el gérmen de la lectura, el que me hizo olvidarme a veces del rio, o de la honda...se llamaba, (se llama) "Tacuara y Chamorro", de Leopoldo Chizzini Melo. Hay una vaga "comunión" Rolando, entre sus escritos, y aquellos que fueron mi primigenia experiencia de "lector", Chizzini Melo, y Ustéd, cada cual con su estilo literario, me remontan a esa niñez litoraleña, al pique del "amarillo", a la sinfonía de las chicharras, a la sombra de la "Cina Cina", al "gargareo" de los gallitos del agua...
Como un viajero camalóte, mi mente mira pasar, luego de leerlo a Ustéd, aquellas vivencias que van del niño, al hombre que en febrero tendrá 52 veranos. Aunque no lo haya escrito Ustéd Doctor, (explícitamente digo) las palabras en guaraní (Que lamentablemente no hablo) por su "sonido", por su acentuación, por lo que sea, me traen eso que digo que no escribió, el olor del sabalo adobao, el chillar del posterío en la fritanga, una canoita cruzando la Setúbal rumbo a "Alto Verde", y ahora mismo, por haber mentado yo esta isla, me llega como una caricia al corazón y el alma, la voz de Horacio cantandolé a su tierra...Siga escribiendo Don Rolo, cantelé Ustéd a su tierra (nuestra tierra) como lo viene haciendo, con talento, con su colorido decir, y sobre todo, con su inmensa condición de Gaucho Criollo...No está solo amigo...Le mando un abrazo, y en su honor, y por la Felicidad de saberlo nuestro, largo mi sapucay ¡¡¡Yhayhayhayhayhayajajajayyyy!!! Fernando.-

Por: unicabettyboop 22/12/2010

y cuántas veces habré pegado un sapucay bien tremendo, de alegría que no se podía traducir en palabras. Cuántas veces me habré callado por pudor, por vergüenza y también por no interrumpir los relatos.... gritos de felicidad me atoraban la garganta, porque a veces uno necesita expresar, y decir, y preguntar, y saber..... y muchas de las veces, da tanta vergüenza...!!!! porque los escritos superan en mucho lo que uno puede intentar decir.... pero un buen día, cada tanto.... me animaba a felicitar, o a reirme abiertamente de algo muy gracioso.... y comencé a decirlo. Es así, nada más.
Rolando, como dice el amigo Fernando, NO ESTAMOS SOLOS...!!!!!!
Si bien es muy cierto, que sentir soledad suele calar muy hondo.... te digo, que no estás solo escribiendo, y yo tampoco, aunque a veces parezca que estamos escribiendo para la nada.... que le hablamos a la pared.... o que a nadie le importa un pito de lo que estamos diciendo....
NO ES ASI.
A veces nos podemos sentir solos porque nadie contesta.... y bueno!!!!
es lo que dice Fernando, y a mí me ha pasado, no se contesta por vergüenza, o por respeto.... pero leemos, y nos regodeamos de placer de lo que leemos...
y eso también nos anima a escribir...
 
también una mujer se desangra, y sufre, y busca las palabras, otras veces todo fluye naturalmente y escribimos de corrido, porque decimos lo que sentimos y lo que pensamos sin ninguna decoración ni pavadas accesorias.
A veces pasa que tiramos una frase, con determinadas palabras que para nosotros son de uso diario.... y tal vez, para alguien que está leyendo.... en el otro hemisferio, lejos, muy lejos..... que tiene otra idiosincrasia, otros enfoques para las cosas..... esa palabrita nuestra lo transporta a mundos nuevos, o a recuerdos maravillosos, o aprende algo, o se ríe con alguna imagen que surge, o llora de felicidad por algún relato.... es HERMOSO!!!!!!!!!!!! saber que siempre hay alguien que lee lo que estamos diciendo...
y también podemos soñar con que pueda gustar lo que escribimos. No soy escritora ni poeta ni payadora, como siempre dije, pero el hecho de poder plasmar en este lugar, de poder compartir, de charlar, de aprender.... es una forma de comunicación que se ha convertido en parte de nuestra vida. Venir aquí, cuando podemos, y ver lo que han escrito los amigos, o si tal vez han constestado algo de lo que nos hemos animado a compartir.... es realmente maravilloso, por eso... MUCHAS GRACIAS..!!!!!
Y Rolando, voy a seguir insistiendo en que podés publicar sin ningún problema, estos relatos, estas historias, tus personajes reales o literarios.... está todo muy bueno!!!!

Nos contás historias de tu tierra, de tu gente, y de toda la zona, porque toda esa tierra mesopotámica bella, toda la zona guaranítica con sus leyendas, sus mitos, los bichos, las comidas... todo nos has venido contando... y es precioso. Ahora Fernando también se ha animado a compartir y todos nos enriquecemos y nos alegramos.
A mí personalmente me deleita imaginar, recordar, ver, imágenes del río Paraná, y de la preciosa provincia de Misiones con sus caídas de aguas, y su vegetación exhuberante, las flores, las orquídeas maravillosas variadísimas, los pájaros, las mariposas... la tierra colorada que tantas virtudes tiene para el modelado.... la cantidad de distintos tipos de etnias, costumbres, músicas.... y toda la Mesopotamia en general... Corrientes….. el chamamé…los poetas, los cantores…la música del litoral…
pero todas las historias, con los personajes camperos, con las anécdotas, algunas muy graciosas como lo de la bicicleta... ( yo miraba mi hermosa bici roja, en esos días, y pensaba cómo quedaría en una panoplia amasijada a cuetazos.. jajajajajaja)

 otras muy profundas, como los sueños de don Eden o de don Inocencio ( qué honor...! tener abuelos así...) las creencias, las formas de desenvolverse de los personajes.... todo, puede ser de cualquier pueblo.... puede ser de la provincia de Buenos Aires, y siempre nos vamos a identificar con algo de lo que se relata.... y si no conocemos, vamos a aprender..!!!!
Así que de nuevo, GRACIAS.!!!

Fernando, comparto con vos el no saber guaraní, y que me encantaría aprender a hablar. Quien te dice que podamos tener un curso por acá...
Te sugiero que digas cuando es tu cumpleaños en febrero así Rolando te puede agregar en las listas, y todos te saludaremos.

ahora se acerca el cumple de OSCAR, tiraremos la pulpería por la ventana!!!!!

Cariños para ambos, es un placer leer y compartir.
Graciela.


Por : rolandomoro 22/12/2010  

Años atrás, cuando aun esta página no echaba barba, solíamos entretenernos escribiendo en el Tranvía.
Pasajeros ansiosos de contar vivencias y desempolvar arcones, la anemia era divertida, vivaz y de pluma fácil. Tal vez el motorman, tal vez el guarda- no recuerdo bien- invitó a recordar los barrios de la niñez.
Cada uno relataba sus vivencias, amigos y vecindades, absorto leía como se degranaban recuerdos. Las pizzas, el fainá, la pomona y la piba de la esquina…..¿Que barrio podía pintar yo?, que crecí con el horizonte de vecino, grillos y chicharras como organilleros.
Recordaba a Edmundo Rivero en su relato de niñez cuando afirmaba en su libro, Una Luz De Almacén-“Mis años de infancia no fueron nada parecidos a los de un chico de ciudad, tal como hoy podría pensarse. En mi barrio el color que mandaba era todavía el verde, no el gris. Y si otros tonos más le discutían el derecho podían ser el rojo de un ceibo, o el azul de las campanillas en los alambrados o, detrás de ellos, el oro de los mirasoles. Volaban cardenales, tordos y chingolos, dejando oír entre cien cantos, el de la criolla calandria. El aire no olía a petróleo quemado sino a cina-cina y madreselva”
Siempre tan afinado el maestro, tocaba la viola de los recuerdos con el mismo tono de mi alma.
Como no vamos a rememorar amigazo Fernando. Ni tan siquiera el tango recuerda a los mayores de 50. Un día afirmó Juan Carlos Yensen, “cuando doblamos el codo de los cincuenta, uno no se da ni cuenta, uno no se da ni cuenta………”
Con más de sesenta, ya diviso los banderines del silencio sólo agitados por el viento de la vida, pero conciente que la carrera valió la pena y si bien de potrillo me transplantaron de stud, nunca olvidaré el olor a pasto fresco, las brisas de las mañanas camperas, tampoco de aquellos que me dieron la primeras lecciones para una larga y difícil atropellada.
Ya lo ve amigo Fernando, son aquellos recuerdos que brotan cual fresco manantial en la pradera, con la suculenta pretensión de refrescar a muchos.
Abrazón

Por: rolandomoro 04/01/2011   
FERNANDO.
Inmerso aun en la “modorra” de los pasados festejos. No logro encauzar positivamente los recuerdos para volcarlos en relatos que lleven algún mensaje.
Rendido ante la evidencia incontrastable del “bloqueo” voluntario, o involuntario según se lo mire, abrí las puertas de la biblioteca pidiendo auxilio en la eventualidad. De tiempos en que portaba boletos del “Tranvía”, surgieron relatos que si bien no son “demasiado gauchos”, con generosidad y tolerancia podríamos encasillarlos como “gauchadas”.
Les propongo a los lectores volver a la juventud, en la seguridad que muchos se sentirán identificados con el pequeño cuento que leerán más abajo.
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LAS HOJAS MUERTAS
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Rolando Moro.

Los desnudos pies de purrete se deslizaban rápidos, urgentes sobre el suave tapiz, como el aletear nervioso de un pequeño pájaro que cada mañana pretende atrapar la vida.
Desde la vieja casona hasta el arroyuelo, la distancia no era mucha, un sendero serpenteante y añosos árboles, hacían suponer una travesía llena de epopeyas…A veces el viento levantaba aquellas marionetas danzarinas que cubrían el horizonte, cual miríadas de pequeñas aves.
Las aguas del riachuelo siempre fueron claras y frescas, en un recodo, la arena formó una pequeña playa, lugar predilecto de juegos e intercambios verbales de anécdotas aún no vividas, con mi primo Alejandro.
Si bien mis idas al “campo” eran frecuentes, nunca dejó de ser un motivo de alegría, una experiencia motivadora que se renovaba en cada ocasión, una travesía de sensaciones y picardías, como aquella siesta que montamos el petiso sin aperos y tras un corto trote perdiendo el equilibrio, caímos al suelo, pero una vez más el suave tapiz, veces húmedo, veces crujiente, nos protegió de una lastimadura mayor.
En aquella finca festejábamos los acontecimientos familiares y era el refugio obligado para penas y alegrías.


En cierta ocasión-Cursaba el quinto año de secundaria- mi tía predilecta me preguntó durante la cena,
-¿Cuándo termines, que vas a estudiar?
-Tía a mi de gusta viajar !!
- ¡MÉDICO!, tienes que ser médico, yo siempre te imaginé de chaqueta.
Mi tío que seguramente ésa noche había ido a la bodega más veces de lo habitual expresó… Si le gusta viajar -¡¡EMBAJADOR!!-.Todos reímos con la ocurrencia. Rato antes escuche que alguien dijo, -los Zannier tienen visitas-, éstos eran unos vecinos muy buenos que vivían frente del portón de entrada, cruzando la calle, no le di mayor importancia al comentario y fui a dormir.
La mañana de primavera era hermosa, fuimos al arroyo, a los corrales y luego del almuerzo a pescar pequeños peces que volvíamos al agua, serían las cuatro de la tarde cuando se aproximan las chicas de Zannier acompañadas de una amiga, rápidamente supe que se llamaba “ROCIO”, dos trenzas de su pelo castaño le caían sobre el pecho, ojos marrones y un cuerpo de proporciones generosas….El corazón me dio un vuelco tremendo. Durante la tarde pretendí demostrar mis habilidades de pescador, nadador, Scout, atrape mariposas…que ella soltaba con suavidad, si contaba un chiste, me miraba a los ojos y sonriendo decía, ¡ TONTO! …..Y era así como me sentía.


A la mañana del tercer día, Rocío me comunica que al otro día temprano en la mañana, regresaba a Córdoba…Ya nada fue igual, con el corazón estrujado trataba de retenerla un poco más, hacer planes sabiendo que todo era inútil. El sendero se bifurcaba antes de llegar al río, sobre su parte derecha, hacia el sur, la vegetación abigarrada en lo alto, dejaba en cambio una pequeña bóveda por debajo donde solíamos refugiarnos de la lluvia o el sol durante los juegos.
Serían las cinco de la tarde, el tiempo para la partida corría rápidamente y quería, necesitaba, decirle a Rocío que la amaba. Con bastante miedo tome su mano y caminamos por el sendero, al llegar a la bifurcación fuimos al sur y la invité a conocer nuestro refugio…ella aceptó, nos sentamos sobre el suave tapiz y nos miramos a los ojos largamente….Sentí que ella también me amaba, temblábamos los dos, nos besamos mil veces y al caer la tarde hicimos el amor.


No pude dormir en toda la noche e interrogándome con su vívida imagen me preguntaba-¿Ella,habra podido dormir?
Al amanecer, mi primo aún descansaba, fui al portón a mirar la casa de los Zannier, a las ocho ví a Rocío hablando con una tía, luego el auto partió y una mano que se agitaba es la última visión de ella que conservo hasta hoy.
Lentamente me dirigí a “nuestro lugar”, tendido pensaba en ella y unas lágrimas que no pude contener mojaron mis mejillas, el tiempo se detuvo y quede dormido…al despertar era hora del almuerzo, incorporándome veo algo que brillaba, era una fantasía sujeta trenzas, como si ella la hubiese dejado allí ex profeso, para que nunca la olvide.
No era el mismo, me sentía distinto, algo había cambiado en mi vida que me hacía ver las cosas de distinta manera, el tirar piedritas al río para que realicen distintas figuras no me divertía, estaba ausente…Una mujer me había elegido para ser su hombre, su primer hombre y eso me abrumaba.
Mi tía, que era una segunda madre, me miro y por aquel sentido tan particular que tienen las mujeres, intuyó lo que me pasaba…Hijo es la vida, vas a llorar muchas veces, pero también vas a reír, me dio un beso y me llevó a almorzar.


Los años pasan rápidamente, como las hojas de un libro abandonado en la playa a merced del viento, somos juguetes de un destino…muchas veces caprichoso y otras, demasiado estricto.
Ya grande, fumando un cigarrillo al lado de un mar que no era el mío, rememoré aquellos años felices de correrías, a Rocío, el sendero y su suave tapiz.
La quinta se vendió, fui a vivir lejos de aquella provincia y no volví por largos años, pero dijo un poeta alguna vez que “el mundo es un pañuelo”, cualquier situación o hecho, por lejano que parezca…lo volveremos a rozar con las vueltas de la vida.
Estando en una convención en otro país, un antiguo conocido del colegio me comenta que la quinta de mi tío, la había adquirido su familia y salvo pequeñas modificaciones… todo seguía igual y con mucho gusto fuese a pasar un fin de semana largo con él.

. Combinamos fechas y allí fui, los recuerdos brotaban a montones…Cada árbol de los que aún quedaban en pie, cualquier detalle me traían las vivencias de otro tiempo, me dirigí al arroyuelo…..ahora tenía un puentecito, por lo demás todo estaba igual, de tardecita cuando volvía a la vieja casona me quité el calzado para sentir nuevamente aquella sensación que de pibe tanto gozaba, el suave tapiz acariciaba mis pies, miré hacia el suelo y las vi-Eran HOJAS MUERTAS- aquella fresca sensación de suavidad, siempre fueron………¡¡ HOJAS MUERTAS !!.

Rolando E. Moro
 

 
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Por: Fernando   05/01/2011 

CANCIÖN PARA UNA LÄGRIMA...
Letra y Musica: Rafael Amor

Recitado

¡Ah el amor!
que cuando llega, invade todo...
lo nace a uno,
cambia los colores, pone alas en el alma,
derriba fronteras de pudores,
deja una dulce angustia en los pechos,
un sol deseperado por la piel,
pone asombro de luz en los rincones,
un adiós pendiente en cada encuentro...
¡Ah! La caricia primera hiriendo de temblores
las alas de las manos nuevas.
¡Ah! La simple palabra del "te quiero".
¡Ah! La manzana inocencia en las mejillas.
¡Ah! Los besos breves como mariposas copulando en el aire.
¡Ah! La lágrima...

Cantado

Era de nácar y luz,
esmeralda matinal.
Era un trino canto miel
en el pico de un gorrión,
tímido temblor, azul.
Era un suspiro de sol,
sobre un pétalo de flor.
Era un sueño musical
en el ala tornasol,
de una mariposa de cristal...

Así era la lágrima sentida,
la primera que en la vida,
nos llora el corazón.
Cuando la inocencia nos habita,
y en el pecho nos palpita
cristalina una ilusión...

Hoy encuentro en tu mirar
esa lágrima de amor.
Quisiera ser un gorrión
para poderte robar
en un beso el corazón.

Quiero emborracharme con tu boca
las mariposas locas
del poeta que hay en mi.
Déjame una lágrima siquiera
para prendérmela al alma
cuando ya no estés aquí...

Recitado

Cielo claro, tarde clara,
y tus ojos ¡Ah tus ojos!
Dos círculos concéntricos
en el charco azul de tu mirada..
Cielo claro, tarde clara.
Y tu boca, y tus besos, una pena
que se me astilló en el alma..
Noche clara, claro cielo,
juntos soñamos atrapar en aquel charco el lucero,
porque amando,
hasta en un charco cabe el cielo.
Tarde triste, triste cielo,
ya te has ido...
Buscar el olvido, es hallar el recuerdo..
Noche oscura, no hay lucero,
pero te quiero,
tanto...
tanto...
Que en una sola lágrima de mi llanto,
cabe el cielo...

Don Rolando: Cuando voy solo en el auto, suelo escuchar las canciones del Rafa, hoy, un rato antes de leer "Las hojas muertas", terminaba de disfrutar la canción que transcribí. El 16 del mes pasado cumplí 27 años de casado junto a Nelly, sin embargo, como tantos (casi escribo como todos) aun recuerdo aquel amor primerizo. La santafesina se llama Maria Rosa, amor adolescente, evitando el mutuo desengaño preferí no volver a verla, sin embargo, su recuerdo perdura, como el recuerdo por aquellas cosas buenas que nos pasaron en la vida...Disculpeme por interrumpir sus relatos, y mas con una canción que no es del palo del folklore, sin embargo, Rafael Amor grabó junto a la negra Sosa, Cesar Isella, Jairo, Alberto Cortez, y muchos mas, antes y después de tener que exiliarse por la dictadura, que no admitía que un tipo le cantara al amor, la libertad, a una canilla de patio, o a una flor. Cuando viene de España y anda cerca, su jermu, o sus hijos de acento madrileño, nos avisan por telefono -Tío, si os interesa, Rafael estará en...Sé que el 9 está en Pehuajó (Festival del Folklore Surero) Después en la Próspero Molina en Cosquín, y en febrero en el festival de La Salamanca en La Banda.
Pero no quiero parecer representante artístico del hijo de Don Francisco, apenas soy un admirador de su trabajo, escuche si puede, "La Tangués", "Villamiseria", "La canilla del patio", "Dock Sud (Amanecer y lluvia)" "No me llames extranjero" y después me cuenta. Lo importante acá, es que dos personas a las que estimo por sus obras, una con una canción, y otra con una excelente historia de amor, me han traido el nebuloso y dulce recuerdo de aquella novia que no he vuelto a ver. Y eso no es poca cosa. Por ello les agradezco a ambos. (Aunque el Rafa no lea jamás estas palabras) Y les mando un abrazo. Fernando.-
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Por: rolandomoro  05/01/2011
FERNANDO.
Cuando menos lo esperamos, el duende de un poeta o tal vez un escritor, se acerca suavemente a nosotros y con una llave maestra abre el arcón donde guardamos los recuerdos de tiempos idos.
Cosas tan preciadas y queridas, que el sólo hecho de volver a verlas, despierta en el espíritu una brisa suave y muy grata. De jóvenes nos alimentamos de esperanza, ya maduros de recuerdos.
Años atrás, también manejando, escuché a Julio Cáceres recitar el poema del Paí Julián,”La Niña del Ñangapirí”. Fue notable la tropa desbocada de remembranzas que acudieron a mi memoria. Infancia, juventud, pago, riachos y amigos. Rato reía, rato el agridulce que provocan las cosas tan queridas.
Tiempo después escribí algo en ésta página, referido al Ñangapirí y una niña. Ya olvidé en que post, también en que foro. Pero el poema abrió aquel arcón de cosas queridas e inolvidables

Por: Fernando de Boulogne 06/01/2011
Hablando de amor, duendes, y escritores, Rolando, y sin intención de desvirtuar su post "Entre gauchos y peonada", recordé un fragmento de "Los intereses creados":

" Y en ellas visteis, como en las farsas de la vida, que a estos muñecos como a los humanos, muévenlos cordelillos groseros, que son los intereses, las pasioncillas, los engaños y todas las miserias de su condición: tiran unos de sus píes y los llevan a tristes andanzas; tiran otros de sus manos, que trabajan con pena, luchan con rabia, hurtan con astucia, matan con violencia. Pero entre todos ellos desciende a veces del cielo al corazón un hilo sutil, como tejido con luz del sol y con luz de luna, el hilo del amor, que a los humanos, como a estos muñecos que semejan humanos, les hace parecer divinos, y trae a nuestra frente resplandores de aurora, y pone alas en nuestro corazón y nos dice que no todo es farsa en la farsa, que hay algo divino en nuestra vida que es verdad y es eterno y no puede acabar cuando la farsa acaba. " Jacinto Benavente.-


Por: Fernando de Boulogne 06/01/2011
Niña del ñangapirí
Letra: Julián ZINI
Música: Ricardo "Tito" GOMEZ

Hoy anduve por el monte de mis años inocentes
pellizcando la dulzura, roja del ñangapirî
y un Noviembre de hace mucho, se estrujó contra mis dientes
y sangró un bello recuerdo, de mi tiempo cunumí
yo era chico todavía, gurisito cabezudo
que aprendió a robarle al monte , su dulzor primaveral
y esa siesta entre zorzales, fui pombero corajudo
cuando te cambié un puñado, por un beso te acordás

Estribillo

Yo me fui como los ríos sur abajo de la vida
vos quedaste en mi Corrientes, y ya nunca más te vi
hoy que vuelvo niño - hombre, con el alma dolorida
te recuerdo emocionado, niña del ñangapirî

Recitado

Y ojalá que un viento norte, de esos vientos musiqueros
que en la noche de mi pueblo desparrama, serenata y sapucay
lleve lejos, no sé adonde y te deje en tu ventana,
esta flor de mi ternura, que nació por recordar

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ENTRE GAUCHOS Y PEONADAS
La Mesa del Café - Folklore
página webb TODOTANGO

HOJAS MUERTAS- ROLANDO MORO  

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