HISTORIA DEL
RADIO TEATRO.
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fuente:
gabitogrupos.com RADIO HORNERO
De: elho (Mensaje original) 30/08/2009
La especialista
ELSIE YANKELEVICH nos brinda un breve resumen
de su exhaustiva
investigación sobre el tema;
comienza con la
década de 1930, que incluyó desde Chispazos de tradición hasta Los Pérez
García.
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A fines de la
década del 20, la inclusión en el radioteatro de los rasgos gauchescos y
populares no sólo le dio una fisonomía vernácula sino que, además, destacó su
aspecto temático.
González Pulido
conquistó a la audiencia con un tema consabido. ¿Por qué consabido? Porque la
acción no ocurría, por lo general, en una zona determinada, sino, vagamente en
el campo con cierto predominio pampeano en su descripción topográfica.
La
temática desarrollada habitualmente eran situaciones enigmáticas. Estas
gravitaban decisivamente en la captación de audiencia porque a nivel de
contenido no podían considerarse significativas. Tampoco se definía
cronológicamente en referencia a hechos verídicos nacionales.
Era necesario la
habilidad del autor para crear sobre el final del capítulo diario el clima de suspenso
necesario como para que el oyente quedara indefinidamente comprometido con la
continuidad de la historia y siguiera episodio tras episodio, a lo largo de un
mes, un éxito que llegó a ser legendario y que sentó las bases de una fórmula
repetida por González Pulido y numerosos seguidores.
El libreto radiofónico era
el proyecto completo de la emisión sonora, el esquema detallado y preciso que
comprende el texto hablado, la música, los efectos especiales, los ruidos, los
silencios.
La figura del narrador fue el recuerdo milagroso por el que se
simplificaba la adaptación radiofónica de las obras literarias, nexo de las
distintas secuencias y pieza clave en la articulación del relato basado en la
discontinuidad temporal. Los radioyentes frente al receptor, escuchaban las
escenas e imaginativamente veían cuanto se describía por el micrófono.
Los sonidos
especiales, explica Ernesto Catalán, son como la escenografía. Porque el
relator puede describir el lugar, el oyente termina de completarlo en su
imaginación recién cuando escucha cómo silba el viento o cómo golpea la puerta.
Nos servimos de los elementos más simples o los más insospechados. Hay veces
que un sonido real, por la distorsión del micrófono, no sale, no da. Entonces
hay que hacer un trabajo de investigación para obtener otro que, aparentemente
al oído, no suena como el que uno precisa pero que, pasado por el micrófono y
gracias a esa distorsión, se reconoce con el toque justo.
Las emisiones
radiales de las obras de González Pulido se caracterizaban por anteponer a la
acción teatral un prólogo donde anticipaba las situaciones, acompañado por la
música de un dúo de guitarras, Vila y Ciaccio.
En La culpa la
tuvo el zaino (1929) recita:
La tarde va
declinando
bajo un cielo
gris-nublado;
las huellas están
desiertas,
los pájaros se
han callado,
la tierra húmeda
toda,
tiene ese color
grisáceo,
que pone frío en
las casas,
en los árboles y
pastos.
................
En la Estancia de
don Segundo
ya todos se han
reunido,
desde temprano
cayeron
arreados por el
frío.
Churrasquearon y
ahora el mate
como siempre,
buen amigo,
galopa de mano en
mano
ofreciendo su
brebaje calentito.
Un introito con
las mismas particularidades lo encontramos en El fogón de los gauchos (1930):
Ya el sol en lo
alto derrama
del meridiano la
hora,
y toda la pampa
dora
su ardiente rayo
fecundo,
que como un tajo
profundo
en dos mitades
divide
los días que
tiene en el mundo.
....................
Don Segundo ya
está listo
sentado a la
cabecera,
doña Pancha a su
derecha.
Y Jacinta está a
la izquierda...
Las obras
radiales tuvieron tanta trascendencia que la revista Antena, en su edición N°
10, año 1930, abrió una sección de Carta de Lectores únicamente referida a
Chispazos de tradición. El mismo semanario, en el número 9 del año siguiente,
refiere que grandes tiendas como Harrod's tuvieron que colocar altoparlantes
para que la clientela no dejara de ir.
Los empresarios cinematográficos de todo
el país exigieron a la radio que cambiara el horario porque la pasión por
Chispazos estropeaba la asistencia a la función de la tarde.
Gran cantidad de
autores escribieron radioteatros para un público ansioso de escuchar los
diálogos de sus personajes. Las obras de corte telúrico lograron su momento de
esplendor y decadencia. Junto al creador de Chispazos de tradición, Alfredo
Bigeschi para Radio Argentina compuso la novela gaucha Las Nazarenas del
Amor.
Cuando la ambientación campera cumplió su ciclo, se corrió el camino
hacia la zona urbana y sin llegar estrictamente a ella se asentó en los arrabales
convertidos en escenarios de numerosas representaciones microfónicas con la
compañía "Estampas Porteñas" dirigida por Arsenio Mármol quien exponía una
evocación fiel del Buenos Aires de 1850.
Con el título "Bajo la Santa
Federación" las plumas de Héctor Pedro Blomberg y Carlos Viale Paz
desarrollaron la novela histórica; el argumento se trasladaba a los tiempos de
Juan Manuel de Rosas, con cierta perspectiva revisionista.
Bajo la Santa
Federación fue el título inicial de un ciclo inaugurado en 1933, donde
desfilaron "La Mazorca", "La pulpera de Santa Lucía", "El payador" entre otros
personajes que ahondaron en la emoción del pueblo. Su lenguaje adecuado y la
forma de tratar los temas dan la pauta de que Blomberg estaba más avanzado que
sus colegas de la época, porque trabajó con arquetipos y fórmulas recurrentes
en el imaginario popular
Dentro del estilo
familiar se inscribe "La familia de Pancha Rolón" de la que desde 1934 Ricardo
Bustamante fue autor, actor y director.
En la revista Sintonía n° 185, del 5 de
noviembre de 1936 puede leerse al respecto:
No es tarea
fácil concebir y redactar una novela radiofónica plena de honestidad en su
factura, de diálogo correcto sin prevaricatos gramaticales ni situaciones o
chistes de mal gusto, y por el contrario de efectiva y limpia comicidad.
En 1934 hace su
debut en LS4 Radio Porteña el género policial que alcanza notable éxito con un
programa titulado "Ronda Policial", con libreto del comisario Ramón Cortés
Conde. Dentro de ese mismo género y mismo año, hechos de la historia policial y
adaptaciones o creaciones de novelas detectivescas, como "Las aventuras de
Arsenio Lupin² (1934) y ³Las aventuras de Carlos Norton" (1935) folletín
policial de Jacinto Amenábar, continuadas luego por radioteatros como "Sherlock
Holmes" y "Peter Fox lo sabía", de 1939. Este ciclo, escrito por Miguel de
Calasanz e interpretado por José Trescenza, estaba protagonizado por un
detective que debía resolver un misterio cada semana.
En el mismo año
se destacan las audiciones infantiles como "La pandilla Marylin" y "El Tío
Toddy".
El radioteatro
familiar y costumbrista de comedias centradas en la familia porteña de clase
media se inició con "La familia de Pancha Rolón" (1935), de Ricardo Bustamante,
y tuvo su expresión de mayor éxito en "Los Pérez García", creado por el actor
Oscar Luis Massa y continuado durante años por Luis Grau. El propio autor
definió: "Los Pérez García son el compendio de todos nosotros; en los
Pérez García están representados nuestros vecinos, nuestros amigos, porque los
Pérez García, mi querido amigo o amiga, somos usted y yo".
Simultáneamente
se perfiló un estilo argumental, el de corte sentimental, a lo largo de los
años 30 encontramos audiciones de corte femenino en su totalidad, como "Caza
del Tesoro Dubarry", "La dama de Pique", entre otras.
Zelmar Gueñol en "Evocación del radioteatro" (1972) comienza diciendo que "hacia 1940, el
distinguido profesor Angel Battistessa, desde su cátedra de la Facultad de
Filosofía y Letras de Buenos Aires, se lamentaba, irónica y aristocráticamente,
de que fuera éste un país «donde el Radioteatro había pasado a ser considerado
un género literario».
Cuando las
compañías radioteatrales se incorporaron a los programas radiofónicos,
adaptaron a los recursos de la radio las condiciones de la obra teatral,
alcanzando la creación de un género de literatura radial, que sería la
definitiva forma del drama a través del micrófono.
En 1933 había
cuatro compañías radioteatrales: Mastandrea, González Pulido, Casares
Pearson-Walk y Arsenio Mármol.
Blomberg escribió
para la compañía de Mastandrea, "Los caminos de la historia" (1937) y la serie
de radioteatros unitarios "Amores célebres de América latina" (1936), basada en
las vidas de Mariquita Thompson, Camila O'Gorman, Cecilia Tupac Amarú y Anita
Garibaldi. Para la compañía de Eva Duarte, "Los jazmines de 180" y "Las rosas
de Caseros"; para la de Pedro Tocci, en 1940, los títulos fueron "Facundo", "El
Chacho" y "Juan Cuello".
Entre los
principales autores de la mitad de la década del treinta, figuran Roberto Gil,
Gloria Ferrandiz, Salvador Riesse, Yaya Suárez Corvo, Roberto Valenti y Manuel
Meaños.
Las compañías más importantes de esos años fueron las de Mecha
Caus-Antuco Telesca, Raquel Notar-Máximo Orsi, Eva Franco-Enrique de Rosas,
Elsa O'Connor-Mario Danesi, Nora Cullen, Blanca del Prado, Eva Duarte, Luisa
Vehil, Silvio Spaventa, Milagros de la Vega, Juan Carlos Chiappe.
Los principales
intérpretes de esos años eran Lita Guzmán, Carmen Flores, Olga Montes, Herminia
Velich, Marta Peña, Mary Lewis, Ricardo Passano, Maruja Gil Quesada, Sebastián
Chiola, Pepe Arias, Orestes Caviglia, Homero Cárpena, Antonio Ruiz, Irma
Córdoba, Consuelo Abad, Arturo García Buhr, Sebastián Chiola, Ricardo
Bustamante, Blanca Ferrer, Mecha Caus, Raquel Notar, Máximo Orsi y Juan M.
Velich, entre otros.
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fuente Grupo
Megahertz
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gabitogrupos.com RADIO HORNERO
De: elho (Mensaje original) 30/08/2009
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