lunes, 31 de diciembre de 2012

FELIZ 2013....!!!!!!

                                               

AMIGOS QUE LEEN ESTE BLOG...

A ALGUNOS LOS CONOZCO Y LOS QUIERO...


A OTROS ESPERO CONOCERLOS ESTE AÑO
Y SEGURAMENTE LOS IRE QUERIENDO.


FELIZ AÑO 2013....!!!!!!!   CHIN CHIN..!!!!
GRACIELA.

                                     

FELIZ AÑO 2013

ME GUSTO ESTE VIDEO...!!!!!!  FELIZ AÑO 2013...!!!!!

                                  GRACIAS RAD 19671...!!!!!!
igualmente para vos, muy lindo el video para compartir...!!!

NELLY OMAR, algunos temas....

y si....
voy a cerrar este año 2012.... 
sólo un poquito....

 
con mi AMADA SEÑORA NELLY OMAR....!!!!!!!

HERMOSA...!!!!

                                                                                          

EL SENTIR DE AME, PROMOCION 1950


Antes de terminar este año 2012, una deuda pendiente...

que quiero saldar en este mismo instante.

Publicar las historias, cuentos y sentires de mi madre: AMELIA REQUENA.

ella tampoco tiene semblanza en Todotango, jajajajaa...!!!!

ella es simplemente mi mamá.... ha sido maestra, directora de escuela, y ahora es escritora.

ha publicado algunos de sus muchos escritos cortos, éste por ejemplo fue publicado en el Diario LA RAZON, de la ciudad de Chivilcoy,  en aquella oportunidad.

y también figura en ANTEOJOS NEGROS, Editorial Hylas, publicado en enero de 2008, por AMELIA REQUENA.

................................... 

                   “  PROMOCION  1950  “



              Recuerdo como si fuera ayer, el día que llegaron por primera vez.  Chicas y chicos  de doce y trece años,   con un miedo bárbaro, y con un montón de expectativas.  Duros, dentro de sus guardapolvos blancos almidonados. Las chicas con moños azules, delantales con tablas,  con lo pelos recogidos con cintas también azules. Los varones no menos sobrios.



                   Yo los veía: nerviosos, asustados ante lo desconocido.

Los recibí con afecto aunque no se los demostrara. Pasamos seis años juntos. Fui testigo de sus luchas, sus esperanzas, sus trave-

suras, sus amores, sus desencantos.



                    Hasta que un día también se fueron:  jovencitos,  llenos de sueños, creyéndose unos triunfadores de aquellos. 
Se iban, dispuestos  a continuar sus caminos, sintiéndose preparados para eso y con un montón de ilusiones y proyectos.  
El camino recorrido ha sido largo.  Han pasado cincuenta años.



                    Y hoy los vuelvo a ver.  Aquellos jovencitos,  son hoy  personas grandes con canas y arrugas.  Pero sé que son ustedes.  Los mismos.  Con aquel mismo espíritu.  Por todo eso,  yo, la Escuela Normal, les doy la bienvenida y les prometo guardarlos para siempre en mi corazón de ladrillos.

                                                                                                     Amelia  Requena.
28-10-2000


OSCAR BENVENUTO, BODAS DE ORO

BODAS DE ORO
( dedicado a mi amante de toda una vida)



Tiene cuerpo de mujer,mas no te engaña...  
Su voz,es suave...que llega al corazon....
 nunca te dice no,al acariciarla....
 y cuanto mas tu te atrevas a tocarla,  
...en el silencio de la noche,al contemplarla,  
de su voz,oiras su dulce cancion...  

Contra mi pecho y apretada entre mis brazos
es mi consuelo,en mis horas de amargor....  
cincuenta años de tenerla en mi regazo...  
...dia a dia,dandole todo mi amor.....  
...Casi una vida...mas sigue su flechazo....  
clavado en mi alma,con ardiente fervor....

Ella sabe de mis triunfos y fracasos....
 ..de mis penas...alegrias,y de mi amor....  
...ella canta junto a mi,si estoy alegre...  
...tambien llora,si estoy triste,en mi dolor...
 Mi guitarra!!! ..Tantos años a mi lado!!! ...
Que sera de ti,cuando yo ya no esté..... .........................................................  
...Te pondran en un estuche,abandonado....  
..y compartiras conmigo,tu mudez....




10-07-1993 Hace ya diecinueve años.......
....abrazon Oscar


publicado en la página webb TODOTANGO
 

LOS RECUERDOS DE OSCAR, SU GUITARRA



Entre tantas y tantas anécdotas que me contó el querido OSCAR,
de gente que ha conocido a través de los años, los más grandes, que él humildemente me ha compartido, iremos poniendo aquí en este espacio, que hoy inauguro, en el día de su cumpleaños...!!!!
y que he llamado LOS RECUERDOS DE OSCAR...  esta historia de su primera guitarra: 

En oportunidad de poner unos temas de don Osvaldo Pugliese, Oscar me contó esto: 

.....................................


"Ahora que veo que has puesto música de don Osvaldo Pugliese, te voy a contar dos anécdotas en mi vida, que tienen relación con ese gran músico, y gran persona que fue don Osvaldo Pugliese, y también, su papá ,don Adolfo Pugliese, a quién también tuve el gusto de conocer.....


Cuando yo era chico, sufría de asma, y,tenía un médico, que se llamó Ruperto M. Bueno, y tenía su consultorio en la calle Humboldt casi esquina Rivera (posteriormente, esa calle se llamo avenida Córdoba) y ese médico, me atendía (gratis en ese tiempo) por intermedio de un conocido de mi papá, creo de los radicales de esa época, consiguió una recomendación, y no nos cobraba. En esos tiempos, era difícil y yo, estaba enfermo de asma, desde los 11 meses, y era una enfermedad muy mala en esos comienzos, y ese médico, me atendía, y me acuerdo, me daba unas inyecciones, que me las ponía un día por medio, y él mismo me las aplicaba, entonces, desde donde vivíamos en Villa del Parque, calle Arregui,y Nazca, íbamos con mi mamá, que me llevaba hasta el consultorio del Dr Bueno, y, 


cuando bajábamos del tranvía, caminábamos unas cuadras sobre la calle Rivera, y pasábamos por una casa de música, que se llamaba Casa Pugliese, estaba en Rivera y Araoz, y en la vidriera tenía una guitarra, y yo siempre me paraba a ver esa guitarra, hasta el día que cumplí  10 años,(ya nos habíamps mudado a Lugano en ese entonces) y mi papá decidió comprarme esa guitarra, entonces fuimos a esa Casa Pugliese, entramos, y nos atendió el papá de Osvaldo Pugliese, don Adolfo,y nos hizo un comentario con respecto al "pibe"

el pibe, era en esa época, don Osvaldo Pugliese, en sus comienzos...el hombre nos decía, mire, cómprele ésa por ahora, después, cuando comience a aprender un poco, le puede comprar una un poco mejor.....


y así lo hicimos, y luego, cuando cumplí los 13,me compraron la que todavía conservo, que la compre en casa Nuñez, en el año 1943,pero,esto merece una historia aparte)
...........................


Pasaron los años, muchos, y un día, en el año   creo que fue entre el 1980/86,no me acuerdo bien, estaba Osvaldo Pugliese en una gira, por sus 40 años de actuación, acá en New York, lo vamos a ver con Judith, y cuando termina el espectáculo, me voy por detrás del escenario, y había tanta gente, que ya no dejaban pasar, y yo le digo a uno de los de seguridad, dígale a don Osvaldo, que un viejo amigo, quiere saludarlo......entonces, este señor va y le dice, y vuelve, y me dice, que cual era mi nombre, y yo le digo si le digo mi nombre, no se va a acordar, pero si me ve, y le cuento una anécdota que tenemos en común yo creo que le va a gustar la sorpresa, entonces, nos dejaron pasar.....ya don Osvaldo estaba casi ciego, usaba unos lentes que eran gruesos como culo de botella, pero, así y todo, me da la mano, me mira, y me dice.....la última vez que te vi, los dos estábamos mucho más jóvenes, y se echó a reir, pero yo me di cuenta que no me había reconocido, era imposible que lo hubiera hecho, pero cuando le mencioné las coca colas que nos tomábamos en aquellos carnavales, si se acordó, pero, después, le mencioné el episodio con don Adolfo, su papá, y se le cayeron las lágrimas, y me abrazó..y me dice..me trajiste un lindo recuerdo.....



Fue la ultima vez que nos vimos, en total, nos habremos visto unas quince veces, incluídas las Coca Colas, pero, la última vez, fué la más emotiva......

Yo creo que vos tenes razón. tendría que escribir  Mis Memorias........a lo mejor te hago caso.....perdoname si ya te lo habia contado antes, vos sabés que los jovatos como yo, a veces, nos olvidamos de las cosas...por eso, repetimos a veces, esos recuerdos que tenemos grabados en nuestra mente, y que causaron impacto en nuestras vidas.....

te mando un abrazoncito  chau  Oscar "

................................


Con todo cariño lo publico aquí, porque son los recuerdos de alguien que ha cantado por todos lados, y ha dado amor a todo ser que se le cruzó por su camino.
Gracias OSCAR...!!!!
 

OSCAR BENVENUTO, GUITARRERO y CANTOR

Un día como hoy... 31 de diciembre.... pero de 1930.... nacía mi querido amigo OSCAR BENVENUTO.

El no tiene semblanza en Todotango, ni tampoco la querría tener.... porque no le saca chapa de nada, todas sus chapas

las conocemos sus amigos, Oscar es guitarrista, pianista, folklorista, ha tocado y caminado los caminos de los más grandes, ha cantado en muchos escenarios, ha llevado nuestras músicas y danzas a muchos lugares, y ha mostrado nuestras costumbres en su país de residencia desde hace 43 años en variados espectáculos, incluso con su hijo y su familia.

Ha escrito y compuesto muchos temas para nuestro acervo Folklórico, ha escrito a lo largo de su vida infinidad de poesías, y ahora para entretenerse, escribe en el foro de Todotango, con un grupo de amigos que estamos allí.

Es guitarrero, cantor, y nuestro PAYADOR MAYOR...!!!! Y la mejor chapa que tiene es que es un precioso AMIGO...!!!! que todos lo queremos, y ha cosechado AMIGOS durante toda su vida, por todas partes del mundo.

FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDO OSCAR...!!!!!!!



-CARLOS ROLDAN, CANTOR DE TANGO

Un día como hoy... 31 de diciembre de 1913... nacía el cantor
CARLOS ROLDAN.
................................
Semblanza escrita por HORACIO LORIENTE
publicada en la página webb TODOTANGO.

Originalmente publicado en el libro “Ochenta notas de Tango. Perfiles Biográficos”, Ediciones de La Plaza, Montevideo 1998. Auspiciado por la Academia de Tango del Uruguay.

Carlos Roldán  

CANTOR 
31 de diciembre de 1913 – 16 de junio de 1973
Nombre real: Carlos Belarmino Porcal


Siendo niño ya trasuntó su pasión por el canto. De pantalón corto se desempeñaba como estribillista de la orquesta de Américo Pioli. Lo adornaba una gran simpatía. En abril de 1932 interviene en un concurso en radio Westinghouse en el que se impone Enalmar De María. Cinco meses más tarde canta en CX 46 radio América con los guitarristas Canessa y Remersaro y también en el salón de "Harte Ateniense". Al año siguiente es el vocalista de la típica "Los Ceibos" formada por Jorge A. Puente (piano), Silvio Bloes y Míguez (bandoneones) y José Marotti (violín) en la onda radial de CX 12 radio Oriental.
 
Su "barra" de amigos del "Vaccaro" y otros cafés cercanos a la Estación Goes propician una función de beneficio para facilitarle el viaje a Buenos Aires que se realiza en el cine-teatro "Avenida", ubicado en la Avenida San Martín 2481.

Señalaba con total firmeza Miguel Angel Manzi que, en Buenos Aires, la primera orquesta en que cantó fue la de José y Luis Servidio en varias radios. Espíritu inquieto, lo encontramos por entonces en el conjunto de Lurati-Tobía en el "Tupí Nambá Nuevo", suntuoso café sobre la Avda. 18 de Julio, en Montevideo, que todavía se añora; realiza una gira por Brasil y en diciembre de 1933 está en Buenos Aires, como solista en LR3 radio Nacional.


En su primera etapa montevideana se presentaba como Carlos Porcal y fue en Buenos Aires que nació el nombre artístico de Carlos Roldán. Recorre el interior argentino con sus guitarristas, teniendo como cuartel general la ciudad de Buenos Aires. Promediando 1937 -después de haber realizado una temporada en LR9 radio Fénix pasa a radio Belgrano, con cinco guitarras de acompañamiento. A fines de 1938 tiene la oportunidad de cantar a dúo con Mercedes Simone con el marco de acompañamiento de la típica de Pedro Maffia.

En febrero de 1939 pasa a ser Carlitos Roldán figura trascendente en un memorable ciclo por radio Belgrano que libretaba el gran poeta Homero Manzi, llamado "El tango de oro". Lo respaldaban conjuntos típicos, comenzando por Roberto Zerrillo, Antonio Sureda y Roberto Firpo, entre otros.

Con el autor de "El amanecer" en especial se consagraba como una de las voces trascendentes de nuestra música popular. Quién había surgido imitando a Magaldi, aportaba una personalidad distinta, más acorde y aproximado a quién fuera -y es- la voz máxima del género: Carlos Gardel.

Intercala sus presentaciones con giras por el interior argentino y escapadas a Montevideo.

Las actuaciones de Carlitos con Roberto Firpo datan del año 1940. Ya avanzado el año siguiente, se produce el alejamiento de los cantores de la orquesta de Francisco Canaro, Emesto Famá y Francisco Amor para encabezar una nueva orquesta. Inmediatamente Canaro apalabra a Carlos Roldán y realiza un concurso para designar otro cantor. En el mismo triunfa Eduardo Adrián. La primera placa que graba nuestro compatriota es el vals festivo de Rodolfo Sciamarella "La vida en mil gramos". Era el 28 de octubre de 1941.

Pero, en ese año 1941 y antes, se había producido otro acontecimiento que se hace necesario señalar. Una grabación especial de Roldán con la orquesta de Osvaldo Fresedo de la milonga "Negra María" de Lucio Demare y Homero Manzi, el 10 de octubre, que se redujo a eso, ya que no se produjo ninguna actuación en público.

La etapa con Francisco Canaro permite el amplio lucimiento del cantor y del actor en las sucesivas comedias musicales de aquella época, a partir de "Sentimiento gaucho", "Buenos Aires de ayer y hoy" y "Dos corazones". En mayo de 1945 se desvincula de Canaro, retomando fugazmente el 15 de setiembre de 1947 con una única grabación fonográfica: el tango de Canaro, Mores y Pelay "Yo sólo sé".

Después de alejarse de Canaro en 1945, Carlos Roldán encabeza una orquesta típica dirigida por el excelente pianista José Pascual, autor del famoso tango "Arrabal", que tuvo efímera duración, debutando en CX30 Radio Nacional, de Montevideo.

Deviene luego una etapa montevideana, donde se presenta sucesivamente con la típica de Emilio Pellejero, solista, con Romeo Gavioli y Hugo Di Carlo, retornando a Buenos Aires convocado por Francisco Rotundo en 1949.

En la década del 50, es vocalista de Roberto Caló (1952/1953) y Miguel Caló (1956). Resultaría tedioso señalar fechas de las grabaciones montevideanas, pero los nombres de los directores: Donato Racciatti, Luis Caruso, Hugo Di Carlo, Cecilio Duarte, Julio Arregui.

La comedia musical uruguaya lo tuvo también como destacado protagonista. En "El nombre más lindo del mundo" (1947), "Muchachos que peinan canas" (1957) y "Lindo tiempo aquel de ayer". Corresponde destacar que además de cantar se desempeñaba con gran solvencia como actor. El cine argentino también hizo lugar a Carlitos. En 1944 "Vidas marcadas", en 1947 "Buenos Aires canta".

Su vida transcurrió vertiginosamente. Como a tantos artistas que pagaron tributo a las madrugadas, las copas y la vida bohemia, Belarmino Porcal, así es su verdadero nombre, nacido el 31 de diciembre de 1913 en el barrio La Comercial (donde actualmente una calle lleva su nombre) dejó este mundo en Buenos Aires el 16 de junio de 1973. Sus restos fueron repatriados por iniciativa del entonces Presidente de AGADU, Antonio Cerviño y recibieron sepultura en el Panteón Social de dicha entidad.

No ha sido todo cuanto puede expresarse de una figura tan importante y querida. Es acaso un esbozo de parte de su carrera para que quienes no tuvieron el privilegio de verlo y tratarlo tengan una idea del gran artista que fue.

Originalmente publicado en el libro “Ochenta notas de Tango. Perfiles Biográficos”, Ediciones de La Plaza, Montevideo 1998. Auspiciado por la Academia de Tango del Uruguay.


fuente: TODOTANGO.
................................. 


                                                 CAFE DE LOS ANGELITOS
                                                 LLAMÁNDOTE                                        
                                                LOS OJOS MAS LINDOS                                        
                                                                                                                    

HORACIO QUIROGA, EL ALMOHADÓN DE PLUMAS



EL ALMOHADON DE PLUMAS - HORACIO QUIROGA

[Cuento. Texto completo]





Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.



Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.



Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.



La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.



En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.



No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.



Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.



-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.



Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.



Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.



-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.



Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.



-¡Soy yo, Alicia, soy yo!



Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.



Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.



Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.



-Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...



-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.



Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.



Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.



Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.



-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.



Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.



-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.



-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.



La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.



-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.



-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.



Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.



Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.



Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.




fuente: www.ciudadseva.com
............................................