JULIO DE CARO.
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Semblanza de JULIO NUDLER
publicada en la página webb TODOTANGO.
VIOLINISTA, DIRECTOR, COMPOSITOR
11 de diciembre de 1899 - 11 de marzo de 1980
Seudónimo: José Julián
Tras iniciarse,
en la segunda década del siglo XX, junto a los grandes creadores de la época
-Eduardo Arolas, Roberto Firpo y otros-, que habían transformado el tango
primitivo, y recibir la influencia de los primeros grandes melodistas del
género -como Juan Carlos Cobián y Enrique Delfino-, el violinista Julio De Caro
fundó con su sexteto, a partir de 1924, un nuevo y trascendental estilo.
Este
gravitaría como ningún otro en la historia posterior del tango, ensanchando su
horizonte espiritual. Tanto que la escuela decareana en el plano instrumental y
la escuela gardeliana (por Carlos Gardel) en el vocal, sentadas como modelos de
interpretación del tango para la misma época pero separadamente, constituyeron
desde entonces la suprema guía en sus respectivos ámbitos.
De Caro conservó
la esencia del tango arrabalero, bravío y lúdico de los iniciadores, pero
fundiéndolo con una expresividad sentimental y melancólica desconocida hasta
entonces, reconciliando así la raíz criollista con la influencia europeizante.
Su mayor formación académica le permitió envolver su mensaje en un lenguaje
musical depurado, de inefable seducción. Las versiones de su sexteto, a veces
remolonas, a veces vívidas, suenan como acuarelas de un Buenos Aires de casas
bajas, fachadas grises, calles arboladas, jardines floridos, adoquines y
antiguos tranvías. O, más aún, de un orden político y social armonioso pese a
los agudos contrastes, de libertad y de pujanza económica, todo lo cual
concluiría brutalmente en 1930, cuando, parida por la crisis mundial, se inicia
la era de los golpes de Estado en la Argentina.
Fueron cruciales
para que se entendiera la idea decareana los tangos que De Caro mismo compuso e
interpretó, como "Boedo", "Tierra querida" y muchos otros.
También esencial fue el aporte de su hermano Francisco, pianista del sexteto y,
como compositor, artífice de algunos de los tangos de línea romántica y
ensoñadora más admirados de todos los tiempos, como "Flores negras" o
"Loca bohemia". El conjunto iba y venía así de la desfallecida pasión
de los tangos de Francisco a las pinturas de paisajes y personajes urbanos de
los de Julio, con una ductilidad nunca vista antes.
Fundamentales,
asimismo, fueron las obras de Pedro Laurenz, bandoneonista del sexteto, que
aportó piezas inmortales, como "Risa loca" o "Mal de
amores". Pero en su inmenso repertorio, De Caro no olvidó nunca a los
grandes compositores ajenos a su grupo, cuyos tangos reinterpretó bajo los nuevos
códigos, preparándolos así para que fueran recogidos en las décadas posteriores
por centenares de orquestas, decareanas o no.
Julio nació en Buenos Aires, en
una casona de la calle Piedad, en el barrio de Balvanera, como segundo de doce
hermanos, en el seno de una familia de origen italiano.
Su padre, José De Caro
De Sica (emparentado con los ancestros del cineasta Vittorio De Sica), deseaba
para sus hijos una carrera universitaria y una formación musical académica.
Antiguo director del conservatorio del Teatro della'Scala de Milán, don
Giuseppe decidió que Julio estudiara piano y su hermano Francisco violín. Pero
los niños trocaron los instrumentos y, mayor desafío aún a la temida autoridad
paterna, se consagraron al tango, provocando una ruptura familiar jamás
restañada.
Arolas, El Tigre
del Bandoneón, alojó a Julio, lo apadrinó artísticamente y lo incorporó a su
orquesta.
En los años que siguieron se desempeñó con el bandoneonista Ricardo
Luis Brignolo (compositor de "Chiqué"), el pianista José María
Rizzuti ("Cenizas"), el bandoneonista Osvaldo Fresedo
("Aromas"), el pianista Enrique Delfino ("Recuerdos de
bohemia") y el bandoneonista uruguayo Minotto Di Cicco, alias Mano brava,
hasta incorporarse en 1923 al sexteto del pianista Juan Carlos Cobián ("Nostalgias").
Cuando éste, a fines de aquel año, viajó a Estados Unidos, De Caro constituyó
su primer sexteto en base al abandonado por Cobián, que incluía al
bandoneonista Pedro Maffia, otra figura fundamental. En ese momento comenzaba,
por obra de un violinista que sobresalió siempre más por su concepto que por su
técnica, una nueva era para el tango.
En 1924 grabó sus
primeros discos para el sello Víctor, registrando dos tangos suyos: "Todo
corazón" y "Pobre Margot".
A lo largo de 30 años grabó 420
obras, aunque algunos coleccionistas consignan haber hallado dos decenas más.
El grueso de su discografía se concentra en el período 1924-1932, que se
subdivide en dos grandes series: la del sello Víctor, hasta 1928, y la de
Brunswick, desde 1929.
En 1933, De Caro
ingresó en una etapa de experimentación con masas orquestales ampliadas y
nuevos timbres (vientos, percusión), que a la postre desdibujaron su mensaje
(él mismo se había valido en los años '20 de un curioso violín-corneta).
Luego,
afortunadamente, regresó a sus propias fuentes, aunque pagando el precio de
caer en cierto anacronismo. Guardián hasta su retiro de las más nobles
esencias, quedó un tanto marginado de la evolución del tango, tanto por su
estricto apego al decarismo histórico en lo instrumental como por su
dificultosa asimilación del papel central del cantor en las orquestas desde
1940.
Es sintomático
que en esa década de enorme auge del tango, De Caro estuviese cinco años sin
grabar.
Entre 1949 y 1953
llevó al disco 38 temas para el sello Odeón. Esa serie constituye un
valiosísimo testamento sonoro, en el que vuelve sobre grandes obras que ya
había grabado con medios técnicos más precarios, e incluye algunas novedades.
Notablemente, "Aníbal Troilo", conmovedor homenaje en tango al gran
bandoneonista, director y compositor. Hay que decir que también escribió el
tango "Osvaldo Pugliese", para quien fue su máximo epígono, pero no
existen registros de él, como tampoco los hay de "Piazzolla", el otro
gran revolucionario del tango, a quien un visionario De Caro rindió tributo
(que Piazzolla retribuyó con su "Decarísimo").
De su extensísima
obra de compositor pueden destacarse varios tangos fundamentales. Además de los
mencionados "Boedo" y "Tierra querida", sobresalen
"Colombina" (con Francisco De Caro), "Copacabana",
"Chiclana", "El arranque", "El bajel" (con
Francisco), "El monito", "Guardia vieja", "La
rayuela", "Loca ilusión", "Mala junta" (con Laurenz),
"Mala pinta" y "Mi queja" (ambos con Francisco),
"Moulin rouge", "Orgullo criollo" (con Laurenz),
"Tierra querida", "Tiny" (con Maffia) y "Todo
corazón".
El 11 de
diciembre fue declarado Día del Tango porque en esa fecha, aunque de diferentes
años, nacieron Carlos Gardel y Julio De Caro.
fuente: TODOTANGO.
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