HUGO GUTIERREZ.
Semblanza de NESTOR PINSON
publicada en la página webb TODOTANGO
VIOLINISTA, CANTOR, COMPOSITOR
2 de diciembre de 1904 — 21 de junio de 1976
Fue uno de los
amigos circunstanciales que mi papá fue cosechando, durante los diez años que
cantó por radio como solista, formando parte de un cuarteto vocal y, también,
de un trío haciendo dúo con Eduardo Morel y el pianista Portolés Peralta.
El primer
recuerdo que tengo de Gutiérrez, es una fotografía ubicada en la vidriera de un
viejo local que vendía sombreros, ubicado a mitad de cuadra de la avenida
Pueyrredón entre Córdoba y Mansilla, vereda oeste. Allí estaba de pie entre
varias personas, fumando, flaco y pelado. Mis viejos me decían que en cualquier
momento se aparecería por el departamento. Y ese día llegó, pero no estaba nada
flaco, al contrario y tenía todo el cabello. Más adelante supe que era un
aplique —así me dijeron— y estaba bastante bien.
La visita se
repitió cada tanto, se quedaba a cenar con nosotros. Y una noche vino con su
hija —unos años mayor que yo— y, de sobremesa, cantó algunos tangos. Esto habrá
sido a fines de la década del cuarenta, cuando su cuarto de hora estaba
concluyendo.
Una nota escrita
por Jorge Palacio “Faruk”, señala que primero «tuvo una larga trayectoria como
violinista en varias orquestas, como la de Juan Guido, Pedro Maffia, Julio De
Caro, Ricardo Brignolo, Francisco Lomuto y Miguel Caló». Seguramente algunos
fueron reemplazos, como el caso de De Caro. Tengo dudas con respecto a Lomuto,
donde sí fue integrante su hermano Armando por un tiempo, hasta que ganó por
concurso un atril en la orquesta estable del Teatro Colón.
Cuando Gutiérrez
era músico de Caló, el autor y compositor Venancio Juan Clauso —quien lo había
escuchado cantar en rueda de amigos—, lo instó a presentarse en un
multitudinario concurso de cantores, que organizaba el polvo limpiador Puloil.
Fueron cerca de 3000 los participantes. El evento se realizó en Radio Splendid
y eran acompañados musicalmente por el llamado Trío Puloil, conformado por
Miguel Caló, Raúl Kaplún y Luis Brighenti (bandoneón, violín y piano) y Hugo
ganó el concurso, era el año 1932. Segundo fue Andrés Falgás, tercero Elías
Fort y cuarto Enrique Casadei. El premio fue un contrato de seis meses en la
emisora a 200 pesos por mes de sueldo.
Más adelante,
transitó otras emisoras, como Stentor, Porteña, Nacional, Mitre y Belgrano.
Además, realizó una gira por algunas ciudades de Brasil.
Cuando dejamos el
departamento céntrico para mudarnos a una casa nueva en Ramos Mejía, nos siguió
visitando y cayendo sin aviso para la hora del almuerzo, más de una vez con
algún amigo. Me llamaban la atención su voz abaritonada, que no tenía nada que
ver con el registro de tenor de sus dos grabaciones (esto lo comprobé con el
tiempo, claro que habían transcurrido 20 años) y también, un tic nervioso, que
marcaba permanentemente la seña del siete de espadas en el juego de truco, a la
vez que de la garganta sacaba como un quejido. Cuando le pregunté a papá me
contestó que pudo haber sido por un hecho desgraciado que sufrió en su vida.
Quizás, papá
conjeturaba o sospechaba algo. Y agregó que su tango “Fruta amarga” pudo haber
sido creado a consecuencia de ello. Allí me explicó que había realizado muchos
tangos, porque era músico y todo eso. Gracias a Gutiérrez y su actividad como
cantor, fue que escuché, por primera vez, mi nombre por la radio, todo un
acontecimiento.
Hugo Gutiérrez y
el Mono Gatica
Él había
regresado recién de Norteamérica, era enero de 1952, allí había actuado en un
local llamado “Un rincón de Hollywood”, en la misma época que nuestro boxeador,
“El Mono” Gatica, peleaba con el campeón mundial Ike Williams (1951) y, por una
bravuconada, terminó nockout en la lona. Nos mostró una fotografía en la que
aparecía junto al boxeador y nos relató aspectos de su gira. Además, nos
adelantó que por las tardes comenzaría una temporada en Radio Splendid y me
dedicaría una canción. Cuando el momento llegó, el locutor anunció el título,
sus autores y agregó: «con arreglos de Néstor Charles Pinsón».
En una revista de
la década del 30 se incluyó una publicidad con su fotografía: «Hugo Gutiérrez
se presenta como sensación. El celebrado cantor argentino que sacrificara su
fama en Buenos Aires para difundir el tango en el exterior, se presentará por
Radio Mitre como director de orquesta, violinista y cantor. Un hecho sin
precedentes». Hay dos fotos suyas y tres del conjunto. De una actuación en la provincia
de Córdoba, otra en Uruguay y la tercera en Brasil con su colega y compatriota
Alberto Tagle.
Y en otra
revista, un anuncio de casi media página: «Salón Teatro Auditorium LR3 Radio
Belgrano. Jueves 2 de febrero de 1939, a las 21.30 horas. La audición
extraordinaria “Píldoras de vida del Doctor Ross” en la que presentan a Hugo
Gutiérrez en: “Biografía de mi vida artística”, acompañado por la orquesta de
Freddy Scorticatti»
Anuncio
Llegó al disco
sólo en dos oportunidades, la primera fue como estribillista de la Orquesta
Típica Víctor con el tango “Confidencia”, de Freddy Scorticati y Juan Bautista
Abad Reyes. La segunda, acompañado por guitarras, con su canción “Duerme”,
ambas en 1934.
Otros títulos de
su autoría: “Reina gitana” (pasodoble) con letra de Hugo Zamora, “Qué es lo que
soy” (tango) con Agustín Horacio Delamónica, “Monotonía” (tango) con Carlos
Bahr, “Me ha besado en la boca” (vals) con Evaristo Fratantoni, “Todo” (tango)
con Homero Expósito; “Tapera”, “Torrente”, “Después”, “Fruta amarga” y
“Llorarás llorarás” (tangos) con Homero Manzi; “A Mercedes” (vals) con Venancio
Clauso; “Amigos que yo quiero”, “Quince años”, entre muchos más con letra
propia.
Hubo un par de colegas de Hugo con quienes charlé en sendas ocasiones, donde salió el tema de los compositores que firmaron temas que no le pertenecían. Y ambos se explayaron sobre Hugo Gutiérrez diciendo que las obras más reconocidas no le pertenecían. Eran del “Chon” Eduardo Pereyra, que las creaba y por un dinero las entregaba. Todo puede ser, pero hoy es indemostrable. Lo cierto es que están registradas a su nombre, sus herederos son los que cobran los derechos y asunto concluido.
Hubo un par de colegas de Hugo con quienes charlé en sendas ocasiones, donde salió el tema de los compositores que firmaron temas que no le pertenecían. Y ambos se explayaron sobre Hugo Gutiérrez diciendo que las obras más reconocidas no le pertenecían. Eran del “Chon” Eduardo Pereyra, que las creaba y por un dinero las entregaba. Todo puede ser, pero hoy es indemostrable. Lo cierto es que están registradas a su nombre, sus herederos son los que cobran los derechos y asunto concluido.
fuente: TODOTANGO.
.......................................
MIGUEL CALO- RAUL IRIARTE
DESPUES - ARIEL ARDIT
No hay comentarios:
Publicar un comentario