jueves, 29 de noviembre de 2012

FERNANDO OCHOA, actor, recitador



Un día como hoy... 29 de noviembre... pero de 1905.... nacía el recitador criollo
FERNANDO OCHOA.
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VOZ LEGENDARIA DEL SENTIMIENTO CRIOLLO
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Nota de Rincón Gaucho
del sábado 26 de abril de 2008, Publicado en edición impresa
LA NACION.COM
 

Fernando Ochoa fue actor, recitador y autor; aún se recuerdan los variados personajes que interpretaba
Actor, recitador, autor, en todos los campos donde incursionó brilló por su nivel profesional. Todavía se recuerdan los personajes que interpretaba Fernando Ochoa, frutos de su inspiración. La Mechuda y Don Bildigerno fueron muy populares. En éste ultimo, causaba gracia al oírlo decir : "animal que aborrezco, la berenjena", se trataba de un paisano convidado con ese alimento que confundía con carne produciéndole gran repugnancia. 

Ochoa nació en La Plata en 1905, pasó su infancia y adolescencia en Zárate. 
De los años infantiles recordaba cuando con un compañero de aventuras iban a las quintas vecinas a levantar sandías, choclos y vendían de viva voz en el centro zarateño. En ocasiones alguien les avisaba "Fernando, ahí viene tu papá", dejaban la mercadería tirada y salían corriendo. 

A los 20 años decide probar suerte en Buenos Aires, soñaba con ocupar un lugar destacado en el fútbol, pero el destino lo condujo a los tablados.

Solía decir: "Salí de mi pueblo detrás de unos ojos y voy por la vida detrás de una estrella". 

En la Capital Federal conoció a grandes figuras del teatro, Claudio Martínez Paiva entre ellas, que lo conectó al mundo de la escena. Al verlo le dijo: "Usted es muy flaco para ser actor". Dentro del ambiente, aparte de Paiva tuvo gran amistad con Alberto Vacarezza, Atilio Supparo, y otros. 

En 1933 se presentó en Radio París y en el teatro del mismo nombre con Paquito Bustos. Luego hizo cine participando en "Juan Moreira" y siguió conquistando lauros en este medio y el teatro. 

Sus colegas decían que "tenía carisma" y esta anécdota lo confirma:
Por esa época actuaba una importante compañía teatral encabezada por el talentoso Florencio Parravicini. La obra no agradó al público y antes de terminar se retiraba de la sala. Ochoa comenzó a recitar y la gente que estaba en el hall volvió a colmar la sala quedando impactada por este recitador criollo. Había recuperado la audiencia. 

El gran Parravicini vaticinó: "Este muchacho va a llegar" En el cine representó papeles protagónicos , como en la película "Noches de Buenos Aires", donde hizo un personaje típicamente porteño de clavel en la oreja y lengue. 

Las audiciones radiales que dirigía marcaron una época, participaba con nombres famosos y de prestigio, como Abel Fleury, Ignacio Corsini, el cantor oriental Néstor Feria, el pianista Argentino Valle y la cancionista Virginia Vera.

Por este medio y sus presentaciones en vivo llevó al conocimiento público la poesía nativista más importante del Río de la Plata, Boris Elkin, Cavilla Sinclair, Miguel A. Camino, los uruguayos, Yamandú Rodríguez, El Viejo Pancho, Osiris Rodríguez Castillos y otros. 

La vida de Ochoa fue una entrega total al arte criollo que tanto amaba, lo llevaba en la sangre. 

En los años 40, aparte de difundir obra ajena creó su propia compañía: "Compañía Argentina Fernando Ochoa", con ella estrenó en el Teatro Ateneo su obra "Cuatro Rumbos". 

En 1944 viajó a España integrando la compañía de la gran actriz Lola Membrives, su actuación fue muy aplaudida por el público madrileño.

Luego estuvo nuevamente en Madrid, pero esta vez en calidad de director de compañía, actor y autor, puso en escena su obra "Cuatro rumbos". 

Varias veces cruzó el océano, en uno de esos viajes llegó a Australia, el Líbano y Japón. 

En los años 60, con su amigo y representante Miguel Koury fundó "El Rancho de Fernando Ochoa", en el porteño barrio de San Cristóbal, un gran letrero en el muro decía: "El arte de la amistad honra a quien lo recibe y a quien lo da".

Como símbolo de la fraternidad entre los hombres se entregaba el Mate de la Amistad a personalidades cultural y humanamente distinguidas, entre las tantas que recibieron ese galardón figura Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina. 

Otro templo del criollismo y el culto a la historia nacional era su casa ubicada en Corrientes al 1300, exhibía el poncho de Gardel, el de Almafuerte, una cama tallada propiedad del general Julio Argentino Roca, y muchas cosas más.

El 24 de marzo de 1974, en un accidente automovilístico se apagó la vida de este criollo de ley, nos quedaron los frutos de su fecundo quehacer que supo brindar con su noble corazón paisano. 

fuente:
LA NACION.COM
Rincón Gaucho 26-4-2008
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