ENTRE GAUCHOS Y PEONADA, EL PILINCHO Y LOS PUMAS, 21

LOS ESCRITOS DE ROLANDO
ENTRE GAUCHOS Y PEONADA
publicado por Rolando Moro
Mesa del Café - Folklore
página webb TODOTANGO.
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EL PILINCHO Y LOS PUMAS. 


rolandomoro 20/11/2010

-Una vaquilla gorda anda ofreciendo Don ROLANDO MEsteban, a quien le traiga el cuero de los dos pumas que le hacen estrago en el campo con la ternerada y los corderos.
-¿Una vaquilla?
-Y gorda, dice.
Vos “Pilincho”, porqué no aprovechas la bolada y van con Sixto. Según contaron solían cazar pumas cuando vivían en Cejolao y Otumpa.
¿O estaban “mamaos” y macanearon?
-¡¡Nooooo…Cazáaamossssss!!
-Arranquen entonces antes que se venga la noche
-¡¡Iréeemmossss!!
Con alpargatas en chancleta, un plástico grande, la pava, charqui y varias pitanzas, partieron los Santiagueños.
Llevaban una escopeta, mejor dicho, lo que en otros tiempos había parecido a una escopeta. De percutor un clavo y banda de goma de cámara, como muelle….Tres cartuchos viejos, para cazar los dos pumas!!.
Al llegar, levantaron el plástico sobre una rama baja como “bendito” y encendieron un fueguito para calentar agua y tomar unos amargos. Mientras hacían esto iban planeando que harían con la vaquillona.
-Pavada de asado vamossssss a comer, voy a invitar a todos los parientes del pago!!
-Yo la vendería y tendría para el “chupi” un mes entero!!
-Mejor hagamos “Teleseada” seguida (como cuatro)!!
Para ver quien iría a buscar el primero tiraron la moneda. “Pilincho” sería el encargado y partió.

-Enseguida vengo con el primero….Prieparate pa´cuerear!!
Senderito fino y polvoriento, iba pitando un “chala” y disfrutando del asado que comería con la vaquillona. Luego de un rato corta un rastro y sigue las pisadas.
Al rato le parece que alguien lo está mirando, siente como un “cosquilleo” en la espalda y se da vuelta despacito.
Un enorme puma lo observa desde unos 5 metros de distancia, bajo el algarrobo. Los ojos despedían fuego y la cara era feroz.
¡¡PARA QUÉ!!
Nunca había visto un puma, mucho menos de ese tamaño.
¡¡SOSEGATE BICHO QUE SOLO ANDO BUSCANDO MISTOL!!.....Dios me libre y me guarde!!
Tiró la escopeta a la mierda y arrancó chancleteando, como seguido por el demonio. “Pilincho” solo había corrido una vez, cuando tenía siete años y la abuela lo quiso bañar, NUNCA MÁS!!
Parecía una tropa de baguales, por la “polvareda” que levantaba. Las chancletas golpeaban los talones como si fueran castañuelas andaluzas. Tanto viento embolsaba la camisa que se descocieron los remiendos.
¡¡EL PUMA ATRÁS NO LE PERDÍA PISADA!!
Sixto tomaba mate tranquilo bajo el bendito, cuando lo ve al “Pilincho” venir como un suspiro y lo desconoció….¡¡¡Por la velocidad!!
Al pasar a su lado bajo el bendito gritaba.
¡¡ANDÁ PELANDO ESTE, QUE YA TRAIGO EL OTRO!! 
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ENTRE GAUCHOS Y PEONADAS
La Mesa del Café - Folklore
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